Este domingo [30 de octubre de 2022] el expresidente brasileño de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva ha derrotado por poco al actual presidente de derecha Jair Bolsonaro y ha ganado las elecciones presidenciales de Brasil. Su victoria lleva a una cada vez mayor corriente de izquierda en América Latina hacia un nuevo hito y supone un cambio fundamental en el paisaje político de todo el continente.
Entre
finales del siglo XX y principios del XXI las fuerzas de izquierda de
más de diez países de América Latina ganaron sucesivamente las
elecciones. Algunos observadores consideran este fenómeno un “giro
a la izquierda” colectivo y una “marea rosa” de América
Latina. En aquel momento Lula era un dirigente de izquierda moderado.
El gobierno de Lula animó a la población a participar en la
política, concilió el crecimiento económico con un aumento del
gasto social y de la inversión pública en sectores críticos de la
economía, introdujo regulaciones para la mano de obra doméstica y
le proporcionó asistencia social y salarios más altos, promovió la
justicia social haciendo crecer el empleo y participó de forma
proactiva en la formulación de normas internacionales… Su gobierno
había ofrecido unas respuestas que satisfacen al pueblo brasileño,
que considera a Lula “el mejor presidente que ha tenido Brasil”.
Sin embargo, desde las elecciones generales e Argentina
de 2015 las fuerzas de izquierda en muchos países latinoamericanos
han perdido en las elecciones y ha proliferado la idea del “fin de
la izquierda latinoamericana”. Pero solo tres años después la
izquierda ha empezado a resurgir de nuevo, empezando por las
elecciones de 2018 en México, Venezuela y Costa Rica, y las
elecciones en Argentina, Bolivia, Perú, Chile, Nicaragua, Colombia y
otros países. Hasta ahora, aproximadamente dos terceras partes de
los países latinoamericanos han elegido gobiernos de izquierda.
En
términos geopolíticos, Estados Unidos considera América Latina su
esfera de influencia y su influencia sobre América Latina se puede
calificar de omnipresente. En la década de 1980 Estados Unidos
utilizó América Latina como “campo de experimentación” para
promover el neoliberalismo. Ser la alternativa al neoliberalismo fue
el motor de la última oleada de izquierdismo en América Latina, que
consiguió logros importantes en lo referente a promover el proceso
de integración en América Latina y debilitar la influencia de
Estados Unidos, con lo que se acumuló experiencia para resistir a la
hegemonía estadounidense. El fracaso del neoliberalismo y las
consecuencias negativas de este siguen siendo el motivo fundamental
de que se haya formado la actual oleada de izquierdismo.
La
pandemia de covid-19 ha incrementado los déficits de gobernanza
provocados por el modelo de desarrollo que Estados Unidos ha
promovido en América Latina, lo que ha llevado a un nivel sin
precedentes de falta de satisfacción de la población con las
instituciones de las democracias liberales. En Chile, uno de los
primeros países en iniciar reformas con cierto éxito, el gobierno
se plateó renegociar los acuerdos de libre comercio y trató de
incorporarse a Mercosur como miembro de pleno derecho en respuesta a
las protestas populares.
La crisis interna de Estados
Unidos y su hegemonía sobre América latina son las principales
fuerzas externas que avivan esta reacción de la izquierda. El
covid-19 ha sacado a la luz las debilidades de la democracia liberal
estadounidense. La falta de eficacia y la desastrosa respuesta a la
pandemia sacaron a la luz la crisis y los defectos inherentes del
modelo de desarrollo capitalista, lo que ha fortalecido aún más la
determinación de los pueblos latinoamericanos de explorar las
posibilidades de una vía no Occidental.
La oleada de
izquierda en América Latina pone de relieve el debilitamiento del
liderazgo mundial estadounidense y el declive de su control sobre
América Latina. El Foro de São Paulo y el Foro Social Mundial han
proporcionado una plataforma a las fuerzas de izquierda
antineoliberales de América Latina y del mundo. La victoria de Lula
puede hacer que avanzar de forma significativa el proceso de
cooperación de la izquierda latinoamericana para explorar un nuevo
orden internacional alternativo.
Jin Chengwei es
investigador del Instituto de Historia y Literatura del Partido del
Comité Central del PCC. [email protected]
Fuente: https://www.globaltimes.cn/page/202211/1278488.shtml?id=11
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