Actualmente el Estado nacional mexicano atraviesa una grave crisis, donde la clase política en su conjunto ha dejado de representar a la sociedad, y ese vacío está siendo llenado, torpemente, por los grandes consorcios de comunicación, que ni siquiera están preparados para ello. «Antes, la clase política gobernaba a los medios, luego en el periodo […]
Actualmente el Estado nacional mexicano atraviesa una grave crisis, donde la clase política en su conjunto ha dejado de representar a la sociedad, y ese vacío está siendo llenado, torpemente, por los grandes consorcios de comunicación, que ni siquiera están preparados para ello. «Antes, la clase política gobernaba a los medios, luego en el periodo de crisis gobernó con los medios, y ahora es gobernada por ellos. O sea, ningún medio de comunicación masiva va a permitir que nadie de la clase política se salga del huacal», dice el subcomandante Marcos en extensa entrevista con La Jornada, la primera que concede en cinco años.
Considera que ningún candidato presidencial ofrece una solución a esta crisis del Estado. Madrazo propone un imposible regreso al pasado criminal; Calderón la instauración del fascismo, sacando al Ejército y la policía a las calles, y López Obrador un Estado que sea funcional al capitalismo (aunque se dice de izquierda), estableciendo una nueva estructura, que será autoritaria y no resolverá los problemas de los de abajo.
Considera que esta situación es insostenible, y que todos juntos caerán más pronto que tarde. Insiste en que el movimiento de La Otra Campaña es civil y pacífico; que es la única posibilidad de que el cambio, que es inevitable, no sea violento.
Desmiente las interpretaciones de que por donde pasan Marcos y La Otra Campaña surgen conflictos. «Los conflictos ya están. La Otra Campaña los hace visibles». Niega también que él haya desencadenado los hechos en Atenco. De ser así, ironiza, la resistencia «habría salido bien». Al respecto, dice que los medios electrónicos azuzaron el uso de la fuerza y construyeron una versión que de cualquier manera la gente de abajo no cree.
-Hay quien asegura que La Otra Campaña hace el juego a la derecha, que dinamita el camino de la opción de izquierda a la Presidencia, o sea López Obrador ¿Es cierto, o qué busca La Otra Campaña?
-Primero, no es cierto que muchísima gente piense que AMLO es la opción de izquierda. La Otra Campaña, a la hora que está criticando la clase política, ve de abajo hacia arriba. Dice éstos son los problemas, éste es el sistema, y siempre aparece la clase política como corresponsable o como correa de transmisión de esa injusticia, de ese despojo, de ese crimen, de esa represión, y no importa qué partido político sea. Lo señalamos en Yucatán con Acción Nacional; en Quintana Roo, Campeche, Veracruz con el PRI. Dijimos los nombres, aquí son éstos, de tal partido. Pero como hasta ahora el negocio era pegarle a López Obrador, lo único que sacaban los medios de comunicación eran las críticas a AMLO y los demás lo omitían.
-Pero al arranque de la otra, desde el año pasado, fue percibido como que el blanco eran AMLO y el PRD.
-El EZLN fue vinculado al PRD desde antes y tenía que marcar su distancia. Esto no sólo tiene que ver con el PRD, sino que también va contra toda la clase política. Porque siempre estaba la diferenciación; se critica a la clase política, pero al PRD se le pone aparte. Desde 1994 ni siquiera era el PRD, era Cuauhtémoc Cárdenas.
-Bueno, con él hay una cercanía en 94.
-Sí, pero cuando va Cárdenas a Chiapas, se le deja aparte y se hace la crítica al PRD. Siempre ha habido esta relación; ahora lo que se trata es de incluir a toda la clase política en nuestra crítica, aun el PRD. Teníamos que señalarlo porque la historia anterior era diferente. Siempre hacíamos esta distinción, éstos no, éstos a lo mejor sí, éstos tal vez.
«Teníamos que hacer la denuncia de que toda la clase política estaba en ese juego y que se podían hacer distinciones de matices, pero finalente su traducción en una propuesta política no tenía ningún impacto. ¿Cuál es la diferencia de que Calderón sea un Hitler en potencia y que Madrazo sea un criminal y que López Obrador sea un embaucador? ¿Porque uno roba y el otro no roba, si finalmente el proceso de destrucción de nuestra nación es el mismo? No se traduce en una diferencia práctica. A la hora de que la otra campaña dice ‘vamos a mirar hacia abajo’, entonces lo que está pasando arriba pasa a segundo plano.
«Antes de decidir mirar hacia abajo, hay una valoración de lo que pasa arriba, y uno puede decir ‘no, pues es que hay un rencor del EZLN o de Marcos por lo que pasó con la ley indígena’. No sólo fue la ley indígena, sino todo lo que ha seguido después, de cómo las leyes son aprobadas por mayoría; algunas alcanzan nota en el periódico o en las noticias por el escándalo, como lo de la ley Televisa, pero otras no. Las que van realmente sobre los fundamentos de la soberanía nacional han pasado por unanimidad de todos los partidos políticos.
«Entonces de qué sirve diferenciar que AMLO es honesto, que no se roba el dinero (aunque su grupo sí) y el otro de derecha descarada, el otro de derecha moderada, éste es de derecha vergonzante. De qué sirve si finalmente toda esa crisis está ocurriendo.
«Habíamos explicado antes que en la vieja política estaba concentrado todo en el poder presidencial, pero a la hora que se da esta crisis en el Estado nacional, por el avance del neoliberalismo, se destruye la clase política, se desplaza.
«Primero que se entienda esto: teníamos que hacer un deslinde especial del PRD porque en nuestra historia anterior hacíamos la distinción con los otros. Esto no afectó para que, a la hora en que López Obrador iba ser desaforado, nos opusimos y llamamos a movilizarnos contra el desafuero. Por lo que significaba, era una oposición ética. Nosotros no estamos de acuerdo con esta gente, pero tampoco estamos de acuerdo con lo que le hacen. Esta era nuestra posición ante el desafuero, porque una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. En ese caso se trataba de dejarlo fuera de la jugada.»
-Pero mucha gente insiste en que los dueños del dinero quieren hacer a un lado a AMLO. No quieren que sea él porque lo ven como una amenaza a la hegemonía del capital. Esa es la insistencia de que todo lo que se diga contra AMLO favorece a la derecha.
-Eso no es cierto: el hombre más poderoso de este país, Carlos Slim, ya le prometió que va a traer el beisbol aquí, que no nomás va a traer equipos de futbol, y AMLO se precia de que lleva una buena relación con Slim.
-De todos modos los medios…
-Ese es otro problema. Los medios de comunicación electrónica no quieren perder lo que ganaron, sin luchar, a la hora en la que se dio la crisis en el Estado nacional. Antes, la clase política gobernaba a los medios, luego en este periodo de crisis gobernó con los medios y ahora es gobernada por ellos. O sea, ningún medio de comunicación masiva va a permitir que nadie de la clase política se salga del huacal. Se trata de que obedezca, que vaya por la línea que le están marcando. Y si AMLO o Calderón, o Madrazo o Patricia Mercado o Campa o el Dr. Simi, cualquiera de ellos se sale y pretende tomar decisiones sin los medios de comunicación, entonces lo van a acorralar. Y se da todo este proceso de desgaste entre los medios y AMLO.
-¿Lo están domesticando?
-Sí, lo están domando, a él y a toda la clase política. «Se lo digo a Juana para que lo entienda Chana.» No temen a una posición de izquierda, sino a una posición que no obedezca sus indicaciones y AMLO lo que está diciendo es «voy a administrar todo, incluyendo esto». López Obrador está ofreciendo una «nueva administración», es la posición política más avanzada que hay allá arriba y que no se nota porque éste está entre que las chachalacas y en el mismo juego. O sea, si Madrazo propone la imposible vuelta al pasado, lo único que hará es que el país acabe de destruirse; Calderón propone la mano dura, el fascismo, sacar el Ejército a las calles y la policía a todos los lugares y a gobernar con la fuerza represiva del Estado y no con leyes ni nada, aunque él dice que con leyes.
-Bueno, con las leyes que están haciendo…
-La propuesta de López Obrador es hacer un Estado nuevo, o sea el otro ya se destruyó: él no piensa regresar al Estado priísta, al populista y todo eso; dice la cosa está tan mal, que lo que se necesita es otro que no toque los fundamentos del sistema capitalista; un Estado moderno que administre esa crisis para mantener las cosas dentro de cauce; es la misma propuesta que hizo Lula en Brasil. Pero el gran capital dice que no hay problema; los gringos, que son los que mandan en este país, el Departamento de Estado estadunidense, dice que no hay problema; los bancos dicen que no hay problema, Slim dice que no hay problema. Los que dicen que hay problema son los medios de comunicación porque éste no obedece. Tienen miedo de haberlo alentado tanto que se sienta fuerte y quiera desprenderse de ellos; ése es el juego con las encuestas.
-Pero desde el desafuero…
-El desafuero lo mandó para arriba, o sea la mejor forma de promover a AMLO fue el desafuero.
-Lo estaban atacando no tuvo el efecto que querían, pero lo estaban atacando.
-Es que ya los medios no tienen la fuerza que tenían antes. Esto que explicaba de cómo se da la crisis en la clase política, los medios de comunicación ocupan un espacio que antes no tenían y no están preparados tampoco. Entonces lo que hacen es abrazar a la clase política y van a caer junto con ella. A la hora que la clase política pierde autoridad, legitimidad, los medios que los abrazan caen junto con ellos en su credibilidad.
«Salimos de Chapingo con mil gentes»
-¿Qué está pasando con lo de Atenco?
-Es un caso ejemplar. Yo estuve viendo la televisión, la radio, y todo era «acaben con ellos». En la marcha salimos de Chapingo con mil gentes, y llegamos a Atenco con 5 mil. ¿De dónde salieron esos 4 mil? Era gente de ahí. No había manifestaciones de repudio. Al revés, eran de adhesión; órale sí, no hay que dejarse. Eso ya lo habíamos visto desde la marcha de 2001, cuando los medios estaban en que la paz y no sé qué y la gente empezó a saludar al EZLN, a los indígenas, a contrapelo de los medios.
«Cuando abrazan a la clase política, los medios abandonan una actitud crítica, cuestionadora, que es el deber de todo medio y convierten la comunicación en un intercambio de opiniones. De un tiempo para acá, los columnistas políticos comentan lo que dice otro medio de comunicación, no lo que está pasando. Hasta que la realidad revienta, como en Atenco.»
-Pero Atenco fue real, los medios mostraban escenas reales y fue un hecho muy grave, hubo mucha violencia; mucha gente sufrió y equivalió a que se atacara un pueblo.
-No, el proceso de desarrollo fue así, porque yo vi Tv Azteca y escuché las estaciones de radio. Cuando se da el primer enfrentamiento, o sea cuando a los policías les va mal, la televisora empieza a decir «cómo es posible, que entre la policía». Ellos estaban clamando porque hubiera una acción fuerte contra Atenco. Por supuesto se da el ataque, y a la hora que se ve en las imágenes en los medios electrónicos, se presentan sólo las del pueblo cuando está golpeando a los policías, y no lo que los policías hicieron. Tampoco aparece la parte de que los medios azuzaron esa acción represiva. Los locutores estaban diciendo «esto no puede permitirse que lo vea nuestra gente (aunque estaban pasando las imágenes), tiene que intervenir la autoridad y tiene que poner orden y hacerlo duro». Al final estaban leyendo las cartas donde su auditorio dice «¿cómo se les ocurre decir eso, que si llega la policía va a ser peor?», y dejaron de leer las cartas porque todas eran contra los que ellos decían.
«A la hora que se dice ‘son una bola de alborotadores y violentos’ y no sé qué contra Ignacio del Valle y los compas de Atenco y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tiertra (FPDT), sólo se presentan las imágenes de que ellos son los agresores, no lo que pasó después. Después de eso es la marcha de Chapingo a Atenco. Después de la campaña de miedo. Llega un momento en que esto de los medios tiene su límite. La gente dice: ‘son los mismos que me humillan’ o sea, a quién va a convencer que un pobre policía es agredido si es el que lo extorsiona, el que lo golpea o la viola.»
-Pero se dice que ahora que estamos en la democracia, la policía responde a gobiernos legítimos y, por tanto, hay que estar con la policía contra los violentos de Atenco.
-Eso lo dicen allá arriba, abajo no. Qué legitimidad puede tener la policía del estado de México o de la ciudad. No ha hecho una sola acción en beneficio de la comuniad. Todos en México, allá abajo, lo saben. Por eso cada vez refuerzan más los aparatos policiacos, porque cada vez pueden menos.
-También se dice que lo de Atenco fue azuzado por Marcos.
-Si hubiera estado organizado se habría hecho bien. Hay una imagen que es elemental, que es cuando están pateando al policía.
«Sí, tú dices: «Esa gente está enojada y fuera de control». Por tanto, no está organizada; cualquiera hubiera dicho mejor agárrenlo, amárrenlo y llévenselo. Lo entregan, lo catean o lo que sea. Pero de nada sirve que lo pateen, ¿para qué?
«En el caso de la barranca de Los Sauces (Cuernavaca), paramos el desalojo; en el caso de La Parota, lo paramos, en el caso de la gasolinera en Cuautla se puso en stand by. Y en otras muchas partes, que son muchos de los lugares donde hemos ido, donde ningún candidato presidencial lo ha hecho, no ha pasado nada. O ha pasado por existir una lógica del conflicto. No es cierto eso de que donde yo llego provoco conflictos. No estaríamos hablando aquí, estaríamos hablando en el castillo de Chapultepec.»
-Una corriente de opinión afirmaba La Otra Campaña no existe, Marcos está para abajo. Y ahora resulta que Atenco resucita al muerto, le da oxígeno a Marcos y a La Otra Campaña y está en los medios, porque es donde existen las cosas. La Otra Campaña no estaba, luego entonces no existía. Ahora ya está, Marcos se salió con la suya.
-¿Cuál es la mía?
-Estar en los medios, según los medios.
-Pero si todos los medios están en contra, por qué voy a querer yo estar en los medios que hablan en contra mío.
-¿No están castigando a La Otra Campaña en Atenco?
-Te voy a decir a quién están castigando: a López Obrador. Te voy a decir qué fue lo que pasó. El FPDT hizo lo que todo adherente de La Otra Campaña hace, que es apoyar a otro. Siempre aparecen estos compañeros con su consignas, dicen ánimo cantan canciones y se van. Entonces están los compañeros floreros que van a la reunión en el mitin de Atenco y hablan y dicen nos quieren hacer esto, el gobierno perredista.
«Los compañeros del FPDT les aconsejan dialogar, ellos tratan, van a buscar al presidente municipal, para que no los desalojen, para que les dé un espacio, él no los recibe, los amenazan con el desalojo y el compa Nacho del Valle y todos los demás hacen lo que hacen siempre, se juntan y se ponen junto a ellos y siempre cargan su machete como nosotros cargamos nuestro pasamontañas. Estando ahí , ya sea porque le pagaron, o por idiota. El presidente municipal de Texcoco cerca de los floristas y al grupo de Nacho, y amenaza con desalojarlos. Ve que son pocos y el presidente municipal en una entrevista de radio dice «Yo pedí el apoyo de la seguridad pública del estado». Los que están en Atenco ven que sus compañeros están cercados y cierran carreteras para que los dejen libres.»
«Todo esto pasa con el presidente municipal del PRD, que es de izquierda, democrático y que es la salvación del país. Llega la policía a desalojarlos y se mete hasta el pueblo, la gente de ahí reacciona, los golpea y los hecha para atrás. Viene la campaña de medios «acaben con ellos, cómo es posible el desorden y todo» y entonces se da la entrada y toda la crueldad extrema de la policía y se empieza a manejar que fue el pueblo y que no sé qué. Ahora ya se está diciendo que no, que en realidad la brutalidad vino de la policía, no de la población, que hay mujeres violadas, niños desaparecidos (ahí tengo los nombres, cinco menores de edad).»
-De eso no se ha hablado.
-Bueno, pues se supone que había algunos chiquitos sueltos, no aparecen y dice la mamá que nos tocó ahí en Atenco, que y uno está en Almoloya. Ella dice que está ahí, que lo golpearon mucho.
«Y entonces se dice, ‘bueno, pues si es Atenco y el PRD, sobre López Obrador’. A los tres equipos de campaña no les importa si hubo muertos, ni si hubo balazos o violaciones, sino cómo se capitaliza electoralmente. Entonces el equipo de López Obrador hace el cálculo ‘deslíndate, no tienes nada que ver’. Ni siquiera dice si estuvo mal la policía o estuvo mal. ‘No son tuyos, no digas nada.’ No importa si hubo mujeres violadas, si hay muertos, no importa si hay violación a los derechos humanos. A los otros les dicen: ‘tú di que sí, que es lo que hay que hacer’ y eso lo deciden Calderón y Madrazo.
«Hasta ahí van las cosas, van contra el PRD, contra AMLO. Esta es la puntilla, si le colgamos a López Obrador Atenco, lo bajamos en las encuestas. Como ya toda la clase política está de acuerdo en que las encuestas deciden, no las urnas, pues entonces ahí ya quedamos.»
-Incluido López Obrador.
-El fue el que empezó con eso.
«Y entonces resulta que cuando ya está así la jugada, hay una marcha en la que aparece Marcos junto con la comisión sexta, con La Otra Campaña, que crece a contracorriente de los medios de comunicación y de la clase política. Y hay un giro en las declaraciones, para todos los candidatos es ‘que si Marcos, que si el EZLN, que si van a capitalizar y no se qué’ y es cuando Marcos dice ‘me quedo y voy a hacer lo que no había hecho hasta ahorita que es dar entrevistas’.
«Por eso brincan. Ahora nos viene a hacer revoltutra en la sopa que tenemos, menos López Obrador, que dice, ‘no yo no’. Pero Calderón y Madrazo dicen ‘no, aplíquenle la ley, la ley Cocopa’, también dicen. No les preocupaba que estuviera aparte, aunque fueran muchos, mientras no salieran en los medios electrónicos. Si ahora va a salir en los medios entonces se envidenciará la crisis de la clase política, la falta de propuestas. ‘Es nuestro derrumbe’, piensan.