Mike Pompeo presiona a los gobiernos entreguistas del continente (como el de Danilo Medina, hay que puntualizar desde República Dominicana), para que voten a favor de Luis Almagro, quien aspira a ser reelecto en la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, OEA, el viernes 20 de marzo. Lo hace porque Almagro está dispuesto a apoyar la aplicación de la política imperialista hacia América Latina, aunque sea cada vez más descarado el accionar conspirativo y se tornen cada vez más groseras, abusivas e ilegales las sanciones contra los gobiernos progresistas.
En junio pasado, el ultraderechista presidente de Colombia, Iván Duque, propuso la candidatura de Almagro, y en septiembre aprovechó una visita a Washington para presentarla formalmente en la sede central de la OEA. Cumplió la orden de Pompeo.
En el año 2005, cuando la Administración Bush fracasó en el intento de imponer a Ernesto Derbez (mexicano y colaborador de Vicente Fox), aceptó al chileno José Miguel Insulza y logró convertirlo en aliado para la agresión contra el gobierno de Hugo Chávez.
En este momento, Trump y Pompeo pretenden evitar que la OEA atraviese siquiera por una corta etapa de aparente apego a la legalidad, y se proponen dar continuidad a la obediencia servil.
Sin la esperanza de que la OEA se convierta en defensora de la soberanía de los países y de la autodeterminación de los pueblos, se hace evidente que, en el LIV Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General, es necesario derrotar al socio de Iván Duque.
Además de Colombia y Estados Unidos, ha manifestado su apoyo a Almagro el nuevo gobierno de Uruguay, encabezado por el ultraconservador Luis Lacalle Pou, quien dispuso la reintegración de su país al TIAR y apoya las políticas de agresión e injerencia. También Gustavo Tarre, ilegal representante de Venezuela (designado por el títere Juan Guaidó), el representante del Brasil de Bolsonaro y el de los golpistas de Bolivia.
Canadá, Paraguay y Chile (gobiernos colocados a la derecha de la derecha), y socios menores ubicados en Centroamérica y el Caribe (como Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador y República Dominicana), se han comprometido a votar por Almagro.
Por orden del renegado Lenin Moreno, Ecuador votará contra la ecuatoriana María Fernanda Espinosa, principal rival de Almagro.
Espinosa cuenta con el apoyo de México, Nicaragua, Panamá, Argentina y los países de la Comunidad del Caribe, Caricom.
El otro candidato es Hugo de Zela, embajador de Perú en Estados Unidos, presentado y apoyado solo por el gobierno de su país.
En un posible empate en primera vuelta entre Espinosa y Almagro, el voto de tres, dos e incluso un Estado, puede ser decisivo, dado que en la Asamblea General de la OEA la elección se decide por mayoría simple.
Esto explica el activismo de los estrategas yanquis. En enero pasado, Pompeo definió a Almagro como el líder que necesita la región, y destacó la rapidez con que fue recibido en la OEA Gustavo Tarre, embajador nombrado por Juan Guaidó. “Al tomar estas acciones históricas, estamos volviendo al espíritu que mostró la OEA en los años cincuenta y sesenta”, dijo Pompeo. ¡Es nostálgica la ultraderecha!
DANILO MEDINA Y MIGUEL VARGAS DICEN “YES, SIR”
A la contribución de Luis Almagro y Eduardo Frei en la aparente solución de la crisis creada por la interrupción de las elecciones municipales del 16 de febrero, se une el chantaje ejercido sobre el gobierno de Danilo Medina por la Administración Trump y por figuras del conservadurismo como los senadores Marco Rubio y Robert (Bob) Menéndez.
La “crisis electoral” (de algún modo hay que llamar al chanchullo de factura yanqui que involucró al gobierno y a la oposición de derecha en República Dominicana) ha sido el pretexto para que Eduardo Frei y Luis Almagro se reúnan con los dirigentes dominicanos. De esas reuniones surgen los “amarres”.
El 3 de marzo, Carlos Trujillo visitó a Danilo Medina en compañía de Miguel Vargas. ¿Vino el embajador de Estados Unidos ante la OEA a hablar sobre la elección de alcaldes y regidores en los municipios dominicanos? Difícil es creerlo.
En enero del año 2019, Miguel Vargas y Danilo Medina votaron en la OEA contra el reconocimiento del nuevo mandato de Nicolás Maduro, y luego aceptaron la utilización de puertos dominicanos para preparar la agresión contra Venezuela. ¿Serán capaces de negarse a apoyar ahora la reelección de Almagro?
LA DERECHA EN ACCIÓN
Reunidos en la Iniciativa Democrática de España y las Américas, IDEA, Álvaro Uribe Vélez, Mireya Moscoso, José María Aznar, Felipe Calderón, Vicente Fox y Jorge Quiroga, entre otros desacreditados expresidentes, manifestaron su apoyo a la reelección de Luis Almagro.
A esos siniestros políticos los une el objetivo de reposicionar a la derecha en América.
IDEA, es una entelequia derechista creada en el año 2015, cuyas primeras declaraciones fueron dirigidas contra el avance político en Venezuela.
Los expresidentes son agrupados en fundaciones, y los lacayos activos son presionados y chantajeados.
Danilo Medina, Miguel Vargas y la oposición dominicana de derecha, buscan fortalecer su inserción en los grupos conservadores a nivel regional y global, de la mano del organismo que sirvió de sombrilla a la intervención militar de Estados Unidos en el país en 1965, y al lado de uno de sus más repugnantes servidores: Luis Almagro. ¿Cuáles calificativos merecen?