El fin de semana pasado se llevó adelante el Congreso Extraordinario del Frente Amplio, fuerza política en su segundo período de gobierno nacional, y que en el 2014 tendrá que poner a disposición de la «voluntad ciudadana» electiva, la continuidad de un tercer período de gobierno de la llamada izquierda uruguaya, o ceder el mismo […]
El fin de semana pasado se llevó adelante el Congreso Extraordinario del Frente Amplio, fuerza política en su segundo período de gobierno nacional, y que en el 2014 tendrá que poner a disposición de la «voluntad ciudadana» electiva, la continuidad de un tercer período de gobierno de la llamada izquierda uruguaya, o ceder el mismo a alguno de los partidos de la derecha, que de no alcanzarse las mayorías necesarias para un triunfo en la primera vuelta de octubre, pueden aspirar mediante algún nivel de votación unidad en la segunda vuelta de hacer triunfar a su candidato más en punta, posibilidad que aún hoy parece poco posible, pues el FA sigue encabezando en las encuestas los porcentajes ganadores de la voluntad ciudadana, aunque sin la posibilidad de ganar todo en la primera vuelta. Un detalle no menor de la primera vuelta es que el FA en la misma puede perder la mayoría parlamentaria que ha sustentado en los dos períodos de gobierno.
Pero más allá de las disquisiciones que pueden hacerse, formularse, intuirse, en cuanto a las opciones de la voluntad ciudadana, la misma se seguirá formando, definiendo, perfilando a través del diario acontecer, de los hechos, cambios, construcciones que de aquí a octubre del 2014 se sigan procesando, y por supuesto de lo que se siga valorando acerca de la gestión realizada durante estos dos períodos de gobierno del FA.
Con respecto a lo mismo existe una mirada «en positivo de los uruguayos» independiente de a lo que adhieren políticamente, de logros del FA en su gestión de gobierno en lo que hace a aspectos de la economía, del empleo, de la salud, de la calidad de vida de los ciudadanos, de la vivienda, de la eficiencia en la gestión en varias partes de la administración pública donde antes la burocracia era una maquinaria «de impedir» acceder a cualquier derecho ciudadano, jubilaciones, pensiones mejoradas, el ministerio de desarrollo social como «dignificante» de gente que antes era invisible en sus necesidades frente a los gobiernos de turno, salvo cada cinco años con choripan y vino para pedirle su voto. Si el FA lograse en este menos de un año que le resta hasta las elecciones unir lo anterior con algún ramillete de «nuevas acciones que condujesen a la profundación de cambios necesarios para una nueva realidad que ya asoma en el horizonte», creemos que estaríamos en el corto plazo de recomponer filas para enfrentar nuevos paradigmas.
El antes y durante del Congreso
Desde la realidad o ámbito en la que hoy día nos toca actuar y analizar para incidir, no podemos nunca dejar de tener en cuenta lo contextual nacional, continental, regional e internacional. Desde lo nacional todos los economistas han coincidido en que «un viento de cola» lanzó hacia adelante nuestra economía nacional en un proceso que fué bien gestionado por los gobernantes frenteamplistas y en muchos aspectos respaldado por políticos y empresarios tradicionalmente opositores a la izquierda uruguaya. Cuando nos apropiamos del concepto Revolución como algo propio a la izquierda nos olvidamos que los procesos revolucionarios como necesidad de cambios para que una sociedad se desarrolle, pueden abarcar a un gran «espectro social y económico» de la misma. En el contexto internacional y coyuntural que hoy vive el sistema capitalista, el modelo de producción capitalista, sus variadas – extensas e intensas crisis cíclicas y continuadas, el sistema capitalista también necesita «cambios y revoluciones conservadoras – gatopardistas», seguir manteniendo sus altas tasas de ganancia vendiendo o especulando con aquello que les permita atravesar sus crisis relanzando su sistema, tenemos que salvar el «sistema financiero» vinculado globalmente a todo y a todos – cuando en realidad salvaremos a los dueños del sistema y concentraremos más capital en sus manos- la ecuación de siempre sorteando la crisis se resuelve con menos y más ricos y con más y más pobres. Seguir yendo a por los recursos de los que aún los tienen, convertirlos en producciones de enormes dimensiones, producciones explotadas por las grandes transnacionales de la química, la industria de maquinarias, de semillas, de producción agrícola, de alimentos, para seguir adueñandose de todo lo que existe y se comercializa en el mercado internacional el cual dominan y por medio de lo mismo determinan los precios y comercialización en cualquier rincón del mundo. Los ciudadanos medios y trabajadores, de Europa y Estados Unidos, han perdido para mucho tiempo sus Estados de Bienestar Social y su Estilo de Vida Americana, los capitalistas dueños de esos continentes y paises, no.
Quienes sigan apostando al mantenimiento del sistema capitalista de produccion, distribucion y consumo, siguen apostando al creciente presente y futuro del empobrecimiento generalizado de sus pueblos. No es dentro de este sistema, al que algunos empecinados le siguen viendo y descubriendo «bondades que no tiene» (por lo contrario tiene leyes inexorables que nunca se cumplen en beneficio de los sectores populares) sino que por lo contrario «iniciando un ineludible proceso de cambios» que nos vaya construyendo nuevas formas de producción (matrices) de planificación de la comercialización al mercado externo e interno en un necesario equilibrio donde no impere la mera cuestión mercantil y donde el consumo de la población sea sobre una producción dirigida a la calidad alimenticia de la misma y por ende su salud corporal y mental.
Es imposible abarcar todo en un artículo, pero básicamente estos temas y muchos más, estuvieron en la discusión de las fuerzas frenteamplistas por separado y luego juntas en su congreso. El espectro de «centro», que como opinión personal creo que impera en el FA, sin dejar de ver la incidencia de empresarios y dirigentes de concepciones de derecha o si se prefiere atenuar el término derecha, concepciones de «capitalismo desarrollista – con rostro humano – liberal», es el que hace mucho tiempo sostiene o actúa en función del «rebajamiento» del programa del FA para quitarle su tinte de transformaciones de ánimo socialista.
La primera razón histórica esgrimida para ello fue que para ganar parte del electorado de la derecha había que hacerlo, y dirigido a la masa popular atrasada el que la misma no era capaz de comprenderlo. En esta tesis, se hace tabla rasa de la actividad de la militancia frenteamplista, de los comités de base y de tantas formas organizativas que se viene dando el FA para tener una fuerte presencia con su mensaje y militantes en todos los puntos del país, a nivel nacional. Sosteníamos que la cuestión no era rebajar el programa, sino que la gente subiese hasta el programa y los entendiese, se le explicase, como la solución de la histórica problemática nacional, el corte de la dependencia del mercado internacional, mayor dignidad y soberanía nacional.
Pese a que en Comisión del Congreso que trató los rumbos de la economía uruguaya se intentó de parte de militantes del MPP, PCU, grupo de Sendic, PVP y algunos más, tratar de imprimirle nuevos rumbos a la misma sobre todo en base a políticas impositivas para generar una mejor redistribución de un ingreso que se ha multiplicado por cinco, esto generó el enojo del grupo de quienes hoy dirigen la economía y el retiro de los delegados de la comisión del Frente Líber Seregni.
Lo mismo trajo como resultado «una negociación entre grupos políticos» por fuera de la Comisión que terminaron «acordando» hasta donde se permitía la intencionalidad de los cambios. Los mismos que se han quejado de que dentro del FA actúa un «aparato» que impone cosas, son los que hoy si las cosas no son como ellos quieren, las imponen por fuera de los organismos, vaya con los neo-democratas de la izquierda.
Sin novedades en el Frente
Frente al descontento, desconformismo, que se ha ido evidenciando en muchos frenteamplistas, tanto frente a la interna de sus partidos o movimientos componentes, como hacia adentro de las estructuras del propio FA, esto se manifestó en primer lugar y hace tiempo con la conformación de un agrupamiento de izquierda por fuera del FA llamado Asamblea Popular, dentro del FA la aparición de un grupo denominado Frentistas por la Defensa del Programa (FDP).
A nivel de las últimas elecciones de la Intendencia Municipal de Montevideo, muchos frenteamplistas manifestaron su descontento votando en blanco (12% aprox.).
Hacia las elecciones nacionales de octubre de 2014 algún run run de que esto pueda darse, ya ronda como opinión de unos cuantos, y esto se dirige o proyecta fundamentalmente sobre la figura de Tabaré Vázquez, quién durante su administración y desde actitudes y conductas personales se ha desmeritado mucho como figura emblemática de la izquierda uruguaya (veto de la Ley de Salud Reproductiva y Sexual que habilitaba el aborto voluntario y luego que la misma se habilitó en el segundo período aunó esfuerzos con la derecha para anularla mediante plebiscito que firmó y votó, buena relación con la administración Busch y pedido de ayuda para solucionar diferendo con Argentina, contando con mayoría parlamentaria al igual que Mújica ninguna voluntad manifiesta por anular la Ley de Impunidad, renuncia al Partido Socialista, buenas relaciones con la Masonería y el Opus Dei, tema Pluna y los Peirano «embarazosos» muy vinculados a su secretario personal Gonzalo Fernández) «como la historia es como es y no como pudo haber sido» cuesta recordar estos hechos para un ciudadano que se ha sentido bien representado por este liderazgo desde una identidad de izquierda.
Previo al Congreso, militantes frenteamplistas y dirigentes impulsaron la candidatura de Constanza Moreira, actual senadora del espacio 609. Se trató de que el Congreso habilitase el pasaje a las elecciones internas de ambos candidatos, pero esto que podía ser así sin más, fué requerido ser llevado a votación por 57 % de los delegados y 43 % por el no, luego la votación arrojó mayores márgenes para Tabaré Vázquez.
Discursos de ambos candidatos, Constanza…»cumpliré con el programa…punto por punto, coma por coma…» e hizo una referencia a su conducta con la Ley de Salud Reproductiva y Sexual…a buen entendedor…
Tabaré Vázquez enfatizó por lo propio en la necesidad consecuente «de la unidad de los frenteamplistas…y que no alcanzaba para ello con tener el carné en el bolsillo o una bandera de Otorgués sobre la espalda…para defenderla…», cuestiones que para quienes defendieron la identidad de la izquierda uruguaya frenteamplista son absolutamente innecesarias, porque los 100.000 votos que con militancia nos dieron presencia en las internas de la dictadura en 1982, no tenían bandera ni carné, pero sabíamos quienes éramos y que defendíamos…
Los uruguayos hemos aprendido que la historia se construye con procesos, que los procesos requieren a determinada altura de diferenciaciones y de nuevas construcciones, en eso además no estamos solos, está el mundo que nos rodea, oportunistas y gente que defiende el sistema capitalista los hay por todos lados, pero también hubo alguien que dijo del arquitecto de la primera revolución socialista que demostró que al capitalismo «se le puede»….»un hombre ha pasado sobre la tierra y ha dejado marcada una senda tibia sobre la misma para siempre, su nombre era Lenin».
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