Eso dice el legendario dirigente tupamaro Julio Marenales, quien como sus viejos y jóvenes compañeros conforma un espacio decisivo dentro del Frente Amplio. «En política debemos pensar cada vez más con la cabeza y cada vez menos con las entrañas». La frase de Julio Marenales, responsable de Relaciones Internacionales del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, no […]
Eso dice el legendario dirigente tupamaro Julio Marenales, quien como sus viejos y jóvenes compañeros conforma un espacio decisivo dentro del Frente Amplio.
«En política debemos pensar cada vez más con la cabeza y cada vez menos con las entrañas». La frase de Julio Marenales, responsable de Relaciones Internacionales del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, no es improvisada, es el resultado de años de calle y trincheras.
Años de calle, cuando al quedar huérfano, tuvo que caminar por ellas y probar oficios tan inusitados como el de picapedrero. Y de trincheras cuando participó en la fundación del MLN-Tupamaros, cuando en más de una década preso estudió matemáticas, química y física.
«No quería dedicarme a la literatura porque estaba en un ámbito tan cerrado que había momentos en que no recordaba si una cosa la había pensado o la había vivido», dijo Marenales, quien siguió en la militancia política, para consolidar al MNL-Tupamaros, esta vez con otras herramientas y armas políticas, y para colaborar en forma decisiva con la reciente victoria electoral de la coalición de centro izquierda Frente Amplio.
Llegaron al gobierno nomás…
Llegar al gobierno es la parte más fácil, a pesar de estar en la lucha tantos años para hacerlo. Ahora tenemos que asumir la responsabilidad en un país al que fundieron por completo.
Después de 170 años de gobiernos de Blancos y Colorados…
Los instrumentos que tienen los poderosos son múltiples y muy fuertes, y además hay un factor psicológico. Yo lo veo a veces en las películas norteamericanas. Cuando uno ve el problema de los negros en Estados Unidos y piensa «pero por qué no se rebelan», porque tienen la psicología del dominado, entonces se descubre que se rebela quien no tiene esa psicología. Nosotros hemos tenido que reeducarnos toda la vida, no sé hasta adonde lo logramos.
¿Por qué ganó las elecciones el Frente Amplio?
No tanto por nuestro mérito, Hambrearon a tanta gente que la gente se cansó. Y no es lo mismo estar sin ninguna perspectiva que con una perspectiva. La gente va a responder. Saben que de buenas a primeras no va a haber un salto.
¿Qué tiene Tabaré Vázquez como líder para que la gente haya creído en él?
No es un político de larga data, pero es honesto y sobre todo tiene un gran carisma. La gente lo quiere. En los actos públicos hacían hablar a Tabare primero porque si lo ponían antes al Pepe (al senador tupamaro José Mujica, el dirigente con más peso electoral propio y prestigio dentro de la coalición de centro izquierda que el pasado 31 de octubre gano la presidencia de Uruguay) la gente se iba. Tabaré Vázquez es nuestro denominador común. Una vez estábamos en una reunión y la gente discutía, «que Tabaré me gusta, que a mi no, que a mi si», y me preguntaron qué pensaba. Entonces respondí «yo a Tabaré no lo quiero para la cama, pero me parece que está cumpliendo bien su función». Estalló la risa y la reunión continuó.
¿Ya hay decisión tomada respecto de quiénes integraran el futuro gabinete?
Sí. El ministro de Economía será Danilo Astori; el del Interior será José Díaz, un compañero que era del Partido Socialista. Mujica podrá ser una especie de Jefe de Gabinete Productivo. Ese gabinete es una propuesta nuestra, del MLN-Tupamaros, y debe estar integrado por las áreas de Industria, Ganadería, Pesca y Transporte, porque no tenemos minerales ni petróleo, y la industria tiene que funcionar en base a lo que produce el campo. Necesitamos comunicaciones, puentes, carreteras.
¿Cómo fuerza integrante de la coalición que ejercerá el gobierno, tienen ustedes algún limite irrenunciable?
No toleraríamos ninguna medida de gobierno que perjudique a la gente. El país está en una situación muy mala, y por un tiempo va a haber que aguantársela así. Que a nadie se le ocurra que vamos a tolerar que se paguen los intereses de la deuda con más sacrificios de la gente. No estamos ante el inicio de un gobierno socialista, no será un gobierno de los Tupamaros, pero intentaremos llevar adelante un programa que favorezca al ahorro interno, con el apoyo de distintos sectores sociales, para darle respuesta, por ejemplo, a la emergencia alimentaria, que afecta a unos 10 millones de personas. No puede haber gente que coma de la basura en la calle. En eso hay unanimidad total. Nosotros no podemos hacer cinco años de gobierno y después sacar un libro para explicar a la gente por qué no hicimos las cosas.
¿Cómo ven la experiencia del presidente Luiz Inacio Lula Da Silva, en Brasil?
Lula hizo alianzas que le permitieron llegar al gobierno pero que no le están permitiendo gobernar en lo interno. Para nosotros llegar al gobierno es un accidente, pues estamos trabajando con una idea de acumulación estratégica para la liberación nacional y el socialismo. Siempre han creído que nosotros queríamos construir el socialismo «hoy mismo» y para los uruguayos. Es decir, nos consideraron estúpidos, subestimaron nuestra inteligencia, porque para construir el socialismo debemos trabajar todos los latinoamericanos juntos. No se si lo lograremos pero sí se que sin ese proceso de unidad no habrá socialismo.
¿Cómo ven el proceso de Argentina?
Es interesante, lo estamos siguiendo muy de cerca, pero hay algunas cosas con las que uno no puede engañarse. Hay un sector de la burguesía argentina que, por propia conveniencia, está apoyando al presidente Néstor Kirchner. Quizás porque se trate de elementos no tan ligados al capital extranjero, pero eso no quiere decir que Kirchner sea de izquierda, el que crea eso se equivoca.
¿Cómo ven al Mercado Común del Sur (MERCOSUR)?
A nosotros nos parece que hay que desarrollarlo. Conversamos con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y pensamos que hay concretar la creación de un club de deudores. También estamos interesados en el establecimiento de un organismo petrolero de la región.
¿Cuál es el actual mapa latinoamericano?
Es un mosaico. Para nosotros, el único proceso latinoamericano importante, aparte de Cuba, es el de Venezuela. Sin discusión, en Venezuela hay un proceso de carácter revolucionario.
¿Cuál es el nivel de participación popular que se registra en Uruguay?
La participación no es fácil de lograr. La gente no se empuja para participar porque eso significa asumir responsabilidades, la gente no está formada para eso. Para nosotros el fenómeno de la participación no es una táctica política, es la esencia de la sociedad que queremos construir. En el MLN tenemos un sentido de trabajo colectivo muy profundo, es la tónica que queremos darle al gobierno.
¿Se va a revisar la impunidad que lograron los militares respecto de lo que hicieron durante la pasada dictadura?
No. Eso quedará para después. Acabo de terminar de leer tres libros de estrategia, entre ellos los del chino Sun Tsu, quien hace 2400 años dijo «nunca se da una orden que no se pueda cumplir». No se pueden abrir muchos frentes, es ley de la guerra concentrarse sobre el enemigo principal y después avanzar en forma escalonada. Primero el hambre, luego la mafia. Diferenciamos lo prioritario, lo estratégico.
¿Qué harán entonces con las Fuerzas Armadas?
Queremos que sean profesionales, que no se metan en los problemas internos del país. Los Tupamaros lo sabemos bien, los ejércitos y los aparatos represivos siempre están al mando de lo que dirigen el Estado, y como el Estado siempre estuvo en manos de la clase hegemónica, ergo, los ejércitos reprimieron. Con que el ejército respete a quienes gobiernan, ya está.