M.H.: Con Fernando somos compañeros en el Comité argentino por el retiro de las tropas y el fin de la ocupación en Haití y el jueves 3 de septiembre a las 18:00, en la sede de la CTA Autónoma, en Lima 609 vamos a organizar una conferencia «Haití, colonialismo, continuidad de la Minustah y perspectiva […]
M.H.: Con Fernando somos compañeros en el Comité argentino por el retiro de las tropas y el fin de la ocupación en Haití y el jueves 3 de septiembre a las 18:00, en la sede de la CTA Autónoma, en Lima 609 vamos a organizar una conferencia «Haití, colonialismo, continuidad de la Minustah y perspectiva de una salida emancipatoria», con la participación del Secretario General de la CTA (A) Pablo Micheli, la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, Camille Chalmers, dirigente y economista haitiano, el diputado de la Unidad Popular de Uruguay, Eduardo Rubio, Henry Boisrolin, coordinador del Comité Democrático Haitiano y Fernando Cardozo con quien estamos en comunicación. Estuviste en Haití el 17 y 18 de julio, en el Coloquio internacional por el fin de la ocupación de ese país por las tropas de la Minustah. ¿Qué nos podes comentar?
F.C.: Primero decir que la actividad que vamos a realizar es a modo de devolución de lo que ocurrió en el Coloquio internacional que se realizó en Puerto Príncipe los días 17 y 18 de julio, a cien años de la ocupación militar por parte de Estados Unidos de la República hermana de Haití. El 28/29 de julio se conmemoraban esos cien años y lamentablemente tenemos que decir que la nueva ocupación tiene a Estados Unidos nuevamente como jefe, así como a Francia y Canadá que son los tres líderes imperiales de esta nueva ocupación militar por parte de las tropas de Naciones Unidas (Minustah).
También queríamos ir a escuchar la voz del pueblo haitiano, por estos días decíamos que no entendemos la solidaridad si no es con la palabra y la voz del pueblo haitiano, de los trabajadores, de las organizaciones populares, porque lo que se ha visto durante los últimos once años de la ocupación militar por parte de la Minustah ha sido una intervención por parte de Naciones Unidas violando la soberanía haitiana.
Bajo el pretexto de que en el 2004 se produjo un conflicto político, mandaron tropas de ocupación, entre ellas de Argentina, así como de Uruguay y Brasil, Guatemala, El Salvador, etc. Lamentablemente, asistimos a un mundo que ha optado por definir que tiene que intervenir de otras maneras en los conflictos de los distintos países en el caso de América Latina, lo venimos viendo con 78 bases militares en nuestro continente y Haití está pagando parte de ese costo.
Lo que nosotros vemos y pudimos confirmar con el pueblo haitiano, es el profundo rechazo que hay a las tropas de ocupación. Por supuesto, escuchamos que son tropas en misión humanitaria, en todos los países se circula que es una misión de paz, solidaridad, humanista, lo cierto es que esto no ocurre y lo pudimos vivir en carne propia.
Viajé con Pablo Micheli, decidimos ir a Haití porque nos avergüenza que haya tropas militares de ocupación, más teniendo en cuenta el rol de los militares en Argentina durante la dictadura y además la represión ilegal en todo el continente bajo el Plan Cóndor. Entonces, ser títeres de una estrategia montada por Estados Unidos, enviando este tipo de tropas militares, consideramos que no es solidaridad sino que es una verdadera ocupación.
Pudimos comprobar el odio que hay hacia ellos, son insultados permanentemente, agredidos, porque el pueblo no resiste más este tipo de intervenciones. Está buscando una alternativa, se están construyendo movimientos políticos nuevos, está el nacimiento de nuevas centrales sindicales, fortalecimiento de organizaciones campesinas y de mujeres. Estuvimos con dirigentes de estas organizaciones y pudimos ver que hay una perspectiva de salida que puede ser soberana. Creemos que hay que fortalecer a las organizaciones populares y no avalar ese tipo de ocupación.
El hospital militar argentino no cumple ninguna misión humanitaria a favor de los haitianos
Fuimos con la vergüenza que nos toca a pedir perdón al pueblo haitiano por la masacre que se ha cometido, porque estas tropas de ocupación sistemáticamente han reprimido la protesta social, hay cantidades de muertos y de heridos por parte de estas tropas. Tuve la posibilidad de estar en el famoso hospital militar argentino, porque nuestro Ministro de Defensa dijo que ésta era la mejor misión humanitaria porque teníamos un hospital en Haití que asiste al pueblo haitiano, y esto no es cierto.
Tuve la oportunidad de entrevistarme con el director médico de este hospital comandado por la Fuerza Aérea argentina, lo cierto es que no tiene ningún tipo de vínculo con el pueblo haitiano, lo único que hacen es atender a las tropas de otros países y tampoco pueden salir del campamento militar en el que están instalados, cuentan con un esquema de viandas, vivienda propia, no tienen vínculo alguno con el pueblo. Nos contaron una anécdota, hace poco una tanqueta de guerra atropelló a un trabajador haitiano y lo tuvieron que atender de emergencia en este hospital. Sorprendidos les pedimos más detalles y nos dijeron que tenían la responsabilidad de atenderlo, que en ese caso estaban obligados y nos relató parte de esta historia, a este haitiano terminaron cortándole la pierna en este hospital, como no pudieron garantizarle la sobrevivencia lo sacaron en un avión militar a República Dominicana de forma clandestina.
Hemos visto, y lo digo con mucha tristeza, cómo el pueblo haitiano sigue siendo sometido bajo pretexto de esta misión de paz a una ocupación militar, a la represión y a la muerte. Por otra parte, hemos podido comprobar cómo la colaboración internacional no llega al pueblo haitiano, hay millones de dólares circulando bajo distintos modos de cooperación y está comprobado que el 10% llega al pueblo y el 90% queda en manos de las famosas ONGs que más que ayudar, participan de este tipo de intervenciones.
Vimos la bota norteamericana sacándole hasta la última gota de sangre al pueblo haitiano y sabemos que ahí también está como eje central además de la ocupación, un lugar estratégico, porque está frente a Cuba, frente a Venezuela y además la extracción de los recursos naturales y los bienes comunes, las minas de oro han sido un calvario para el propio pueblo haitiano. Hoy están dominadas por Estados Unidos y Canadá, así que el robo y saqueo de los recursos naturales es parte también de la estrategia del Imperio.
M.H.: En una entrevista que te hizo la periodista Inés Hayes, de la agencia de noticias de la Central de Trabajadores Argentinos, hacés referencia al proceso electoral, porque hubo elecciones el pasado 9 de agosto, que tendrá su continuidad con las elecciones presidenciales previstas para el 25 de octubre. ¿Qué podrías comentar respecto de esta convocatoria electoral? ¿Ha traído alguna solución a los problemas que acabás de desarrollar?
Elecciones bajo ocupación militar y un régimen de facto
F.C.: No, de ninguna manera. Estuvimos unos días antes de que se produzcan las elecciones en Haití. Diez días antes de que se produjeran estas elecciones a Senadores y Diputados no había ningún tipo de campaña, no había clima de elecciones, no había propaganda pública salvo la de los candidatos vinculados a grupos económicos por lo que tenían capacidad para financiar la campaña.
Por otro lado, hay una falta de credibilidad hacia las elecciones por parte del pueblo haitiano, no conciben que pueda haber elecciones bajo un esquema de ocupación militar, las mismas tropas son las que controlan el sistema electoral. A modo de anécdota, las últimas elecciones de 2011 donde se eligió el actual presidente haitiano, Martelli, quien salió tercero y, sin embargo, las autoridades electorales y las tropas de ocupación decidieron que era el ganador y por eso es quien dirige el destino del país actualmente bajo decreto presidencial, estamos asistiendo a un régimen de facto.
En Haití están todos los mandatos vencidos, en perspectiva las elecciones del 25 de octubre se van a dar en las mismas o en peores condiciones, por distintas razones, pero entre ellas porque está todo pensado para perpetuar un sistema de dominación y ocupación. No tenemos expectativas por ese lado. Pero creo que las organizaciones populares y democráticas de nuestro continente podríamos contribuir de alguna manera, escuché que para la elección del 9 de agosto la mayoría ha avalado el fraude, pero hubo dos o tres organizaciones de Derechos Humanos que planteaban que al menos había que hacer una investigación seria sobre lo que pasó en esas elecciones, no solamente por el tema de las boletas y las urnas, sino porque hubo represión, tres muertos, tiroteos en la noche previa a las elecciones.
M.H.: Tengo entendido que se votaba en locales bailables.
F.C.: Sí, entre otras irregularidades. Nuevamente se pone en riesgo la vida de los haitianos cuando se dan este tipo de procesos. Nosotros creemos que hay que construir otro tipo de solidaridad, no solo con el fin de la ocupación sino en perspectiva, como lo hacen Cuba y Venezuela, enviando médicos, ingenieros, apoyando a las organizaciones populares, estando en el terreno con ellos, escuchando su voz y no bajo el razonamiento de dos o tres fuerzas de países de características imperiales.
Estados Unidos es el imperio más grande del mundo, asistimos lamentablemente a tener que luchar contra semejante fuerza, pero a la vez el pueblo haitiano está convencido de que si se retiraran las tropas latinoamericanas, con quienes no van a confrontar directamente por razones futbolísticas, de amistad e historia, pero sí están dispuestos contra los grandes dueños de la humanidad, vimos el odio en sus ojos tras cien años de ocupación. Por lo tanto, creemos que las próximas elecciones también serán una farsa, muchos de los gobiernos de nuestro continente siguen avalando el fraude, la ocupación, la represión y siguen cercenando la posibilidad de la construcción de una alternativa política popular de liberación como ha ocurrido y nos ha enseñado Haití allá por 1804 cuando dio el primer grito libertario de nuestra América. Más temprano que nunca eso va a ocurrir, pero necesita del apoyo de los trabajadores solidarios construyendo una mano tendida y con el oído puesto en el pueblo.
Entre el 16 de septiembre y el 15 de octubre, el Consejo de Seguridad debatirá y tomará una nueva decisión sobre la continuidad y mandato de la MINUSTAH. Mientras tanto, en Haití se están movilizando contra la OCUPACIÓN centenaria de su país -1915 / 2015-, las elecciones bajo ocupación y la IMPUNIDAD total de los crímenes y violaciones de esa ocupación. En este último año, algunos países de la región (Argentina, Bolivia, Ecuador) han retirado la mayoría de sus tropas de Haití, aunque no por voluntad propia sino cumpliendo la decisión de EE.UU. y Francia de reducir el presupuesto de la Misión. Es hora que en cada uno de nuestros países, desde cada movimiento y organización que lucha por ese otro mundo posible, se levante un grito claro y contundente: ¡NO en Nuestro Nombre! ¡Haití Libre! ¡Fuera la Minustah! ¡Que se retiren todas las tropas y que cese la ocupación YA!
NO EN NUESTRO NOMBRE
¡Que retiren las tropas y cesen la ocupación de Haití YA!
Nosotros, movimientos, organizaciones, redes y personas parte de los pueblos que, según reza su Carta, constituimos las Naciones Unidas, nos dirigimos una vez más al Consejo de Seguridad, incluyendo en particular a los gobiernos de EE.UU. y Francia; a los gobiernos llamados «Amigos de Haití» y a todos aquellos que participan y apoyan a la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de aquel país (MINUSTAH); a los órganos multilaterales como la OEA, el FMI, el Banco Mundial, el BID, UNASUR, CARICOM, CELAC; a los organismos pertinentes de NN.UU. y a todos los Estados miembros, para reclamarles que retiren ya las tropas de la MINUSTAH y que pongan fin a toda ocupación de Haití.
Desde hace más de 11 años, hemos escuchado las excusas que ofrecen para intentar justificar la supresión de la soberanía del pueblo haitiano y la violación de su derecho a la autodeterminación. Es hora de dejar de lado las mentiras y el autoengaño y escuchar la voz de las comunidades y organizaciones haitianas que reclaman respeto por su dignidad, sus derechos, su capacidad.
Haití no es una amenaza a la paz y la seguridad hemisférica, como afirma el Consejo de Seguridad cada 15 de octubre cuando renueva el mandato de la MINUSTAH. Ni es la MINUSTAH una misión de paz o una misión humanitaria, como suele ser presentada. Es una fuerza de ocupación tercerizada a las Naciones Unidas y en especial, a los países del Sur que han aceptado servir de esta manera a los intereses de los países más poderosos, como EE.UU., Francia y Canadá, que durante más de dos siglos y a través de diversas formas de ocupación, siguen buscando someter a Haití y hacerle pagar la osadía de ser el primer pueblo en liberarse de la esclavitud y universalizar los derechos humanos.
La MINUSTAH, además, ha fracasado a un costo muy grande, con relación a los objetivos que ella misma proclama. Sin ir más lejos, NN.UU., la OEA, el llamado «CoreGroup de la comunidad internacional», deben hacerse cargo de la manipulación escandalosa de las elecciones presidenciales de 2010/2011, de haber seguido aplaudiendo el aplazo de cuatro años de las elecciones legislativas y locales requeridas por la Constitución haitiana y ahora de continuar enalteciendo como un «importante avance», el escrutinio realizado el pasado 9 de agosto, con toda clase de violencia e irregularidades denunciadas por organizaciones haitianas pertinentes, y en el cual apenas votó un 18% del electorado – claramente poniendo en tela de juicio, cuando menos, la legitimidad y credibilidad de sus resultados y continuidad.
La MINUSTAH también ha sido, y sigue siendo responsable de innumerables violaciones a los derechos humanos de la población, entre ellas la violación y abuso sexual de mujeres, niñas, niños y jóvenes, y la introducción del cólera que ha resultado, hasta la fecha, en la muerte de más de 8000 personas y la infección de otras 700.000. Peor aún es la excusa de la «inmunidad diplomática» tras la cual las Naciones Unidas y todos los gobiernos e instituciones intervinientes, se auto-otorgan impunidad por sus crímenes.
No aceptamos que en nuestro nombre, en nombre de las NN.UU., un puñado de intereses imperialistas busca imponer su voluntad sobre un pueblo soberano. Rechazamos que en nuestro nombre se violan la dignidad y los derechos del pueblo haitiano, empezando con su derecho a la autodeterminación.
Por eso reclamamos nuevamente el retiro inmediato de las tropas extranjeras que ocupan a Haití y el fin de la MINUSTAH y de toda forma de ocupaciónextranjera. Reclamamos que NN.UU. y todos los gobiernos participantes de la MINUSTAH den el ejemplo, reconociendo su responsabilidad en la comisión de graves violaciones contra el pueblo haitiano, sometiéndose a la justicia y asegurando la reparación de los crímenes cometidos. Al respecto, no podemos dejar de apoyar la recomendación del Experto Independiente de NN.UU. sobre Haití y los Derechos Humanos, quien hace ya dos años pidió la «creación de una comisión de reparación para las víctimas del cólera que permitiera hacer inventario de los daños, ofrecer las indemnizaciones o las compensaciones pertinentes, identificar a los responsables y erradicar la epidemia, entre otras medidas.»
Finalmente, hacemos un firme llamado a las organizaciones sociales de nuestra región, así como a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales de vocación universal y regional que han sido parte, de una u otra forma, en las distintas etapas de este infausto proceso en Haití, para que adopten auténticas medidas de solidaridad con el hermano pueblo haitiano, sustentadas en el respecto indeclinable a la soberanía y autodeterminación, de forma tal de fortalecer y acrecentar las experiencias de cooperación y construcción de poder popular ya existentes en Haití. ¡Viva Haití Libre y Soberano! Septiembre 2015
PRIMERAS FIRMAS:
Comité argentino de solidaridad con Haití por el retiro de las tropas y el fin de la ocupación – Diálogo 2000/Jubileo Sur Argentina – Servicio Paz y Justicia Argentina – Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma – Unidad Popular en el Frente Popular – Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS)
Jubileo Sur/Américas – Servicio Paz y Justicia Coordinación Latinoamericana – Coordinadora uruguaya por el Retiro de las Tropas de Haití – Jubileu Sul Brasil – Servicio Paz y Justicia, Nicaragua – Acción Ecológica, Ecuador – Grupo Tortura Nunca Mais-Rj, Brasil – Instituto Ecuménico de Servicios a la Comunidad, Honduras – Políticas Alternativas para el Cono Sur PACS, Brasil – Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador RACDES –
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz – Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora – Mirta Baravalle, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora – Claudio Lozano y Víctor de Gennaro, Diputados Nacionales de Unidad Popular – Graciela Iturraspe, Liliana Parada y Eduardo Macaluse, Diputados Nacionales Mandato Cumplido de Unidad Popular – Rubén Giustiniani, Senador del Partido Socialista – Vicente Zito Lema, escritor, personalidad destacada de los DD HH de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Alfredo Grande, psicoanalista, director de Atico Cooperativa de Salud Mental – Adolfo «Fito» Aguirre Sec. de Relaciones Internacionales CTA – Autónoma – Ricardo Napurí, ex diputado constituyente y senador peruano
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