Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
El presidente de EE.UU. Barack Obama ha ofrecido al primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu negociaciones inmediatas para modernizar las capacidades ofensivas y defensivas del ejército israelí después del acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, dijo un alto funcionario estadounidense a Haaretz.
El martes, en una conversación telefónica entre los dos dirigentes, Netanyahu no respondió a la oferta, dijo el funcionario, quien solicitó anonimato.
Dijo que fue la segunda vez que Obama hizo una oferta directa a Netanyahu sobre el inicio de semejantes negociaciones. La primera vez fue en una llamada telefónica el 2 de abril, unas horas después del anuncio del marco para un acuerdo nuclear en Lausana, Suiza.
Pero Netanyahu no aceptó esa oferta para evitar que se considerase que Israel había llegado a aceptar el acuerdo nuclear. Asimismo, a fines de mayo, Netanyahu declaró a los periodistas que Israel lucharía contra el acuerdo nuclear y no trataría de obtener ningún tipo de trato recíproco con Washington.
Pero ahora Obama ha dicho a Netanyahu que comprende los motivos por los cuales el dirigente israelí no aceptó la oferta de abril, dijo el funcionario. Una vez sellado el acuerdo con Irán, Obama cree que Israel y EE.UU. deberían tener negociaciones sobre cómo preservar la ventaja militar cualitativa en vista de los cambios que podrían ocurrir en la región como resultado de ese acuerdo.
El martes, Obama dijo a Netanyahu que la próxima semana enviará al secretario de defensa Ashton Carter a Israel para negociaciones. Se espera que Carter repita la oferta de Obama, pero es demasiado temprano para predecir la respuesta de Netanyahu y de su ministro de Defensa, Moshe Ya’alon.
«Todavía estamos esperando una respuesta israelí. Si Israel quiere esperar hasta después del debate en el Congreso sobre el acuerdo nuclear eso también sería aceptable,» dijo el funcionario estadounidense.
«También estaremos dispuestos a realizar esas negociaciones entonces, porque el día en el que el acuerdo entre en vigor el sol seguirá brillando e Israel y EE.UU. seguirán trabajando juntos en asuntos de seguridad».
En una entrevista del martes con The New York Times, Obama dijo: «Estoy dispuesto a ir más lejos que cualquier otra administración ha ido antes en términos de proveer garantías adicionales de seguridad de EE.UU.»
Según Obama, «Lo que quiero subrayar es que las preocupaciones de la gente en este caso son legítimas. Hizbulá tiene decenas de miles de misiles que apuntan hacia Israel. Se están volviendo más refinados. La exclusión del flujo de estas armas no ha sido tan exitosa como debe ser».
Netanyahu dijo en la Knéset el miércoles que se propone seguir luchando contra el acuerdo nuclear y que cree que podría tener éxito.
«El acuerdo que se firmó en Viena no es la última palabra», dijo. «Seguiremos señalando sus defectos y peligros y el riesgo de llegar a un acuerdo semejante con una dictadura asesina». Una manera que Netanyahu se propone utilizar para luchar contra el acuerdo es intentar persuadir al Congreso de EE.UU. para que vote contra el levantamiento de las sanciones económicas a Irán.
Obama dijo el martes que vetará cualquier decisión del Congreso que pueda bloquear el acuerdo nuclear. Se requiere una mayoría de dos tercios para invalidar un veto presidencial, por lo tanto Netanyahu tendría que persuadir a numerosos demócratas para que se opongan a su presidente.
En una entrevista con The New York Times, Obama dijo que está convencido de que podrá lograr que el acuerdo sea aprobado por el Congreso.
«Pero después que eso suceda, si eso es lo que [Netanyahu] piensa que es apropiado, me sentaré, como hemos hechos regularmente durante mi administración y entonces le haré algunas preguntas muy prácticas: ¿Cómo impediremos que Hizbulá adquiera más armas sofisticadas?, dijo.
«¿Cómo nos basaremos en el éxito de Cúpula de Hierro, en la que EE.UU. trabajó con Israel para edificarla y que ha salvado vidas israelíes?»
Mientras tanto, el secretario de exteriores británico Philip Hammond, quien se reunirá con Netanyahu en Jerusalén el jueves, dijo que el Gobierno de Netanyahu se habría opuesto a cualquier acuerdo.
«Israel quiere un estado permanente de enfrentamiento y no creo que eso beneficie los intereses de la región», dijo el miércoles, y agregó que tratará de explicar la posición de Gran Bretaña a Netanyahu, pero no espera lograr convencerlo.
«Ha dejado claro que se propone luchar en su contra hasta el fin y que Israel tratará de utilizar su influencia en el Congreso de EE.UU. para obstruir el progreso del acuerdo», dijo Hammond. «Confío en que esa acción no tenga éxito».
Hammond expresó la esperanza de que Israel adopte en última instancia un enfoque pragmático. Una vez que haya agotado sus esfuerzos por detener el acuerdo, podría «tratar de emprender un camino sensato y pragmático de encarar la nueva realidad en el terreno en Medio Oriente, en beneficio de todos».
La crítica de Hammond encontró eco en su homólogo alemán, Frank-Walter Steinmeier. «Es un acuerdo responsable e Israel también debería considerarlo con más atención y no criticarlo de una manera muy burda», dijo Steinmeier el martes.
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Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article42387.htm