Paciencia le sobra al pobre para seguir esperando, pero la paciencia se agota para seguir retrocediendo

«En lo político, lo real es lo que no se ve»
(José Martí)

El presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías en ocasión de reunirse en el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo con un número importante dirigentes y militantes progresistas simpatizantes a la vez de la Revolución Bolivariana, pronunció un extenso y valioso discurso.
El centro de su alocución fue orientado hacia la integración regional, la confrontación ideológica con el imperialismo, la independencia, la libertad y la dignidad de los pueblos del Tercer Mundo. Destacando que la Revolución Bolivariana es la continuidad de aquella lucha que comenzaron los héroes como Simón Bolívar y José Artigas.
Chávez fue sorprendido cuando el intelectual uruguayo Ignacio Martínez leyó una carta de José Artigas enviada el 29 de julio de 1919 a Simón Bolívar, solicitándole ayuda y protección para sus corsarios artiguistas que diezmaban a los barcos de la corona en las aguas del Caribe.
El mandatario venezolano reconoció que desconocía el documento que inmediatamente solicitó le fuera entregado.

Chávez durante su intervención, constantemente aplaudida, se refirió en tres oportunidades con claridad a la importancia de que hacía falta tenerle paciencia al presidente Tabaré Vázquez.
Una vez como pedido, en otra casi como una necesidad.
Tal como dijera el apóstol del pueblo cubano José Martí que «En lo político, lo real es lo que no se ve», debemos suponer que no pocas solicitudes debe haber escuchado Chávez al insistir sobre la importancia de la paciencia.
Así que al día siguiente los grandes medios de comunicación se olvidaron de destacar que Chávez ha sido amenazado de muerte por los Estados Unidos, que insistió en hacer un club de deudores, que dijo que el ALCA estaba bien muerta y enterrada, que si lo asesinaban el imperialismo debería olvidarse de recibir una sola gota de petróleo.
Nadie más mencionó que el Gobierno de Chávez está expropiando tierras a los estancieros venezolanos, que hay un portaaviones en aguas de Venezuela con mil quinientos marines y 24 helicópteros artillados.
Para los grandes medios de prensa el discurso de Chávez se resumió a pedirle a los uruguayos que tengan paciencia.
Se olvidaron de que mientras estaban en Uruguay se juntaron el presidente de Argentina Néstor Kirchner, Luis Ignacio Lula Da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela para decidir entre otros importantes temas, emitir una declaración conjunta por la cual anuncian que van a negociar como bloque regional con el imperialismo norteamericano y sus organismos de crédito internacional y que ya no habrán reuniones bilaterales por separado.
Y que Uruguay no participó en dicha reunión y al día siguiente el ministro de Economía, uruguayo Danilo Astori, informaba a los medios de prensa que Uruguay se mantendrá al margen de esta unión porque prefiere mantener la confianza adquirida hasta ahora con el FMI y el Banco Mundial.
De la misma manera que parecería que el guerrillero heroico que peleó en la Sierra Maestra y fue comandante en el llano desde su primer columna guerrillera. Aquel Quijote latinoamericano que en el asalto al cuartel del Uvero, después de haber combatido durante varias horas, en razón de la digna resistencia de la guardia de Batista -relata el propio Che en sus memorias- que la lucha había sido tan intensa que hallaron muerto hasta un loro que había en una jaula.
Pero de aquel combatiente internacionalista que luchó en Cuba, el Congo, Bolivia, hoy sólo se le recuerda por los fabricantes de camisetas y postales por una sola de sus frases que convoca a endurecerse sin perder la ternura.

Debemos insistir nuevamente en esta oportunidad, que la mayoría de los grandes medios de comunicación responden a su objetivo de lograr márgenes crecientes de rentabilidad. Se digan independientes, plurales, apolíticos, o sencillamente imparciales. La razón de su existencia y crecimiento es la reproducción dentro del mercado. Por eso, siempre se ubicará su discurso que ellos mismo publicitan dentro del sistema político mayoritario, que conviene a las metas y a los intereses de las empresas cuyos jerarcas quitan y ponen funcionarios públicos. Piensen un poco en esto sin ser dogmáticos, abriendo la cabeza al razonamiento y no dejándose dominar por la herencia de Santo Tomás de Aquino para quien se negara a aceptar la idea de un dios superior terminaba cometiendo una herejía.
No se trata de pluralismo de pensamiento el que existe hoy dentro de los medios de comunicación de masas, sólo hay eso si, una mayor segmentación ideológicas. Existen medios totalmente de derecha, de centro derecha, de derecha moderada y progresistas.
Es por eso que se puede decir que la censura campea en la lógica cultural de los grandes medios masivos por que solo publican aquellos discursos y documentos cuyos contenidos no contradicen las ideologías, creencias y los intereses económicos de sus propietarios.

No solo ignoraba Chávez la carta del Protector de los Pueblos Libres, José Artigas al prócer Simón Bolívar.
Es evidente que nadie le comentó al mandatario venezolano cuanta paciencia entraña este pueblo oriental.
Una paciencia tan grande que lleva ya casi doscientos años.
Chávez hizo referencia a la tragedia de Simón Bolívar abandonado, expulsado de Venezuela, perseguido y calumniado por la oligarquía y el imperialismo europeo.
Nadie le señaló al líder venezolano que también Artigas fue expulsado, traicionado y expulsado por la oligarquía ganadera, los comerciantes portuarios y los mandos militares que el mismo había ayudado a formarse en la lucha liberadora.
Que los mismos que lo traicionaron dividieron a los orientales en cintillos políticos, capitularon con los portugueses, entregaron la patria a los bancos extranjeros de la época como el Banquero Maguá, que endeudaron el país, cambiaron la construcción de un Faro por territorio que pertenecía a esta banda y entregaron los pueblos de las Misiones Orientales al imperio lusitano.
Paciencia tuvimos después durante noventa años de dictadura colorada y otras tantas guerras civiles donde el pueblo pobre se desangraba en las confrontaciones armadas y al día siguiente vuelta a la misma pobreza.

Casi cien años de dominación del partido del poder a la espera con enorme paciencia el cambio y el cambio llegó en 1959 con el triunfo de la UBD, por que si no ganaban los blancos todo seguiría igual. Ya ganó Chicotazo, Don Benito Nardone junto a Echegoyen don Recaredo.
«Contra los botudos y los galerudos» era la consigna de Chicotazo y «a favor de los de alpargatas» arengaba el caudillo ruralista con una bandera verde cruzada por dos franjas, una blanca y otra colorada.
Y al poco tiempo no bien asumió el gobierno blanco llamaron al Fondo Monetario Internacional hicieron un nuevo préstamo se volvieron a comprometer y un Ministro pasó a la fama por su reforma económica don Assini y su reforma monetaria que fue impuesta por el FMI.
Y nuevamente los orientales debimos tener paciencia.
Nosotros vimos a nuestros bisabuelos afilar cada tanto su puñal de campaña y la vista perdida vaya a saber en que batallas, mirando la inmensidad de los campos ajenos que obtuvieron los que nunca pelearon. Encorvándose en un solar suburbano de pueblo de doce metros de frente por ochenta de fondo cultivando el sustento diario y sobreviviendo con una pensión de guerra.
Paciencia vimos en nuestros abuelos y padres esperando un trabajo prometido, un reparto de la torta ofrecido en cada elección, un porvenir que se anunciaba después de cada guerra mundial, una esperanza que siempre llegaba el último día de noviembre y se iba como había llegado en el mes de diciembre.

Paciencia que creció con el Frente Amplio de unidad, de lucha y de cambios, lo nuevo lo latinoamericano el artiguismo, el socialismo, los cristianos, el comunismo, la Liberación Nacional el «Patria o Muerte venceremos».
Y todos fuimos pacientes mucho más todavía.
Porque la oligarquía blanca y colorada apoyaron a los golpistas cuando vieron que el Frente Amplio tenía posibilidades de victoria. Apoyaron las Medidas Prontas de Seguridad, la cárcel para los luchadores sociales, llevaron a los trabajadores a los cuarteles, llenaron las cárceles de presos políticos, implantaron la tortura, los escuadrones de la muerte, la persecución y la censura como norma y práctica constante.
Y tuvimos paciencia.
Paciencia las madres buscando a sus hijos en los cuarteles y comisarías.
Paciencia en la diáspora entre los Penales y el exilio.
Paciencia para encontrarse nuevamente con la patria después de más de una década de oscurantismo para el pueblo mientras unos pocos se beneficiaban.

Mucha paciencia durante trece años de dictadura que le robaron al pueblo la felicidad y le trampearon su destino.
Hubieron negociaciones desde el primer día, diálogos y concertaciones, pactos y acuerdos y el pueblo tuvo paciencia.
Se fue nuevamente al campo electoral con proscripciones de dirigentes y partidos políticos y el caballo del comisario volvió a ganar y triunfó el continuismo.
Comenzaron las privatizaciones, nuevos empréstitos, se desarmaba el ferrocarril, se entregaba el gas, se profundizaba la ley de forestación, los campos se llenaban de eucaliptos, se cerraban los bancos y el estado los asistía con la plata de todos. Quedaba el reguero de trabajadores sin empleo. Cerraron El Espinillar, se acabó la caña de azúcar, vendieron el trapiche, regalaron a los empresarios privados el Establecimiento Joanicó, empezó a campear la corrupción política pero nadie fue preso.

El Frente Amplio sufrió la primer gran división importante cuando antes de las elecciones se separó el PDC y la 99 que conformaban el Frente del Pueblo y eran la fuerza mayoritaria del progresismo.
Hubo que tener paciencia por que una vez más el triunfo se alejaba pese a la voluntad popular al sacrificio de la gente y las ansias de cambio.

Y la paciencia no era en vano porque al fin seguíamos creciendo y cuando estabamos por alcanzar el triunfo llegó la reforma electoral. Solo dos dirigentes progresistas hicieron campaña para que el balotaje se instalara en el sistema electoral.
El actual ministro de Economía Danilo Astori votó con los partidos de la derecha a favor del balotaje y el Frente Amplio, que había ganado las elecciones en la primera vuelta, las perdió en la segunda instancia.
Nuevamente los bancos fundidos y la crisis financiera, y los mismos banqueros obtuvieron sus viejas prebendas.
Paciencia después en cada plebiscito por ANTEL, ANCAP, OSE «siempre montando y siempre domando». Cada plebiscito luchando contra la derecha, los empresarios extranjeros y no pocos dirigentes del progresismo que salían por la televisión y los abundantes medios de comunicación, que les ofrecían todos sus espacios cada noche y cada día.

Paciencia en el último Congreso «Héctor Rodríguez», donde los delegados escucharon decir con seriedad -por parte de los principales dirigentes- que no se debía poner en el Programa lo que verdaderamente se iba a hacer en un gobierno progresista porque lo usaría la derecha y restaría votos al progresismo.
Decía un alto dirigente de un partido político «¿Pero si lo vamos a hacer para que lo vamos decir?»
Y los cientos de delegados al Congreso se dijeron, es cierto para que vamos andar diciendo lo que vamos a hacer si al otro día sale publicado en toda la prensa de derecha.
Tengamos paciencia se dijeron y lo primero es ganar después hacemos lo que siempre afirmamos que íbamos ha hacer toda la vida.
No asustemos a los votantes, no corramos a los electores.

Así quedaron para atrás la deuda externa, el problema de la reforma de la tierra, los derechos humanos, las privatizaciones, el aumento salarial, las AFAP,s, el cumplimiento de los plebiscitos, el sistema económico y financiero, la reforma de la enseñanza y la educación, el sistema de salud, los altos ingresos, el secreto bancario, la creación de empleos auténticos, la Deuda Social.
Todo fue resuelto con paciencia.

Paciencia con el magnate mexicano Slim quien se llevó la telefonía celular.
Paciencia con la transnacional Botnia que se instala en Fray Bentos para hacer pasta de celulosa.
Paciencia con la empresa extranjera Uragua y Aguas de la Costa que explotan el agua potable y el saneamiento de Maldonado y Rocha.
Paciencia ahora con la intención de poner punto final a la búsqueda de los desaparecidos y la condena a los culpables que nadie puede liberarlos de la responsabilidad por los crímenes cometidos.
Paciencia de que se vayan y de que se van se van y ahora resulta que son muchos los que se quedan.
Paciencia nuevamente frente al silencio, a la ocultación de la verdad, al tratar y manejar los temas del pueblo entre tres o cuatro. Al mismo estilo que los que estaban que han hecho culto a que cuanto más importante un problema debe ser tratado por menos personas.

Probablemente Chávez ignore que en Uruguay se robaron los bancos a la luz del día y sin nadie que los detuviese.
Que el dólar se elevó por las alturas.
Que decenas de uruguayos se suicidaron, otros se enfermaron de los nervios, se destruyeron las familias, emigraron los hijos de esta tierra al exterior.
Mucha gente perdió su única vivienda, su terreno, su herramienta de trabajo.
Posiblemente el mismo que le sopló al oído a Chávez que le pidiera paciencia a los radicales se olvidó de decirle que un votante de su partido se disparó un tiro en un baño del Parlamento nacional.
Nadie le dijo a Chávez que a los uruguayos se le rebajó el salario en varias oportunidades y aceptaron calladamente por que se les dijo que tuvieran paciencia que cuando volvieran los buenos tiempos les devolverían el dinero.
Que perdieron leyes sociales conquistas logradas en base a la lucha de sus antecesores y sin embargo aceptaron con humildad cada desregulación laboral.
El mismo que le solicitó una mano no fue capaz de decirle que este pueblo tiene tanta paciencia que durante la crisis no hubo estallidos sociales como en el resto de los países del continente.

Paciencia le sobra al pobre para seguir esperando, pero la paciencia se agota para seguir retrocediendo.

Un nuevo Banco ha cerrado sus puertas y no se sabe que pasará el lunes. La derecha pide informes sobre los gastos de los festejos populares y el pueblo se entera al llegar a la puerta de COFAC que la institución no tiene plata para pagar los salarios de los maestros, el del policía, el del enfermero.
Anoche salió a tranquilizar a los afectados el Ministro de Economía, Danilo Astori.
Pareciera que nada rinde tanto éxito en política como el fracaso.
Cuando se dice la verdad inmediatamente aparecen las acusaciones de desestabilizadores y «pájaros de mal agüero».

El presidente Bush es reelecto por que no permite que las noticias negativas interfieran con su propaganda predecible de clichés y eslóganes.
Irak tiene armas de destrucción masiva y Sadam es un peligro para la humanidad. Y con ello gana nuevamente las elecciones en Estados Unidos.
Irak será libre, habrá más paz en el mundo y Estados Unidos estará más seguro. Ha repetido el presidente Bush, entre los estruendos de las bombas por todo el planeta.
Se acabó la guerra. Dijo a bordo de un portaaviones y ya llevan muertos mil quinientos soldados y cerca de veinte mil heridos.
Y cada día las noticias del caos, las muertes y los combates en Irak siguen emanando mucho más que le petróleo que arde bajo los pies de los invasores yanquis.

Llama la atención que ahora no habrá más salvataje para los bancos. Precisamente a pocos días de que nos visitara una delegación del más alto nivel del Fondo Monetario Internacional.
Y que esta medida comience a aplicarse ante una institución bancaria cooperativa por lo menos en apariencia.
¿Y si una medida así favoreciera a la banca privada internacional?
¿Y si cerrara COFAC no aumentaría la debilidad del ahorro nacional con un Banco República casi testimonial y el otro Banco Hipotecario sin recursos genuinos?
¿Y si esta fuera otra de las exigencias del Fondo Monetario Internacional?

Marx describió magistralmente en su obra máxima El Capital los componentes del capital bancario.
Dice Marx que el capital bancario se halla formado por dinero constante o billetes, por títulos y valores. Estos pueden dividirse a su vez en dos partes valores comerciales letras de cambio de vencimientos y cuyo descuento constituye el verdadero negocio del banquero y valores públicos como los Títulos de la Deuda pública, los certificados del Tesoro, las acciones de todas las clases, en definitiva los valores que rinden un interés pero que se distinguen esencialmente de las letras de cambio. Entre ellos pueden incluirse también las hipotecas.
El capital formado por estos elementos materiales se divide a su vez en dos partes el capital de inversión del banquero mismo y los depósitos que forman el capital prestado.
De todas maneras el capital sea propio del banquero o prestado operará de la misma manera.

Ya no están en juego ni las elecciones ni otros destinos, cada uno ya esta en su lugar, donde debe estar y la paciencia sobra tanto que tenemos que pedir que quienes tienen en sus manos las decisiones del nuevo país no sean impacientes.
Sabido es que las principales medidas de un gobierno deben tomarse durante los primeros cien días.
Pero el cierre de COFAC, el punto final sobre el tema de los desaparecidos, la entrega del agua y la telefonía, la planta de celulosa, el envío de nuevas tropas a Haití nos demuestran quienes son los que no tienen paciencia.

«No tienen paciencia quienes piensan que es imposible eliminar el capitalismo y entonces tratan de mejorarlo. Y entonces llaman democratización del mercado, inventan pequeñas empresas fomentadas desde el Estado, la organización de consumidores que luchan contra los abusos de las grandes empresas. Para ellos solamente el Estado debe potenciarse en su capacidad reguladora, privatizamos los servicios públicos y después si no cumplen les ponemos multas. Tratan de evitar las grandes concentraciones de capital y mantienen algunas leyes laborales para que los trabajadores mantengan espacios de luchas por mejoras laborales».

Pero hay que tratar de sacar la cabeza del dogma por que el Estado Imperante no es la sociedad. El Estado es el representante de la sociedad capitalista. Es un estado clasista. Por tanto sus cambios no son la aplicación del control social es decir el control, de la sociedad que decide libremente su propio proceso laboral. Son formas de control aplicadas por la organización clasista del capital a la producción del capital. Por tanto debemos saber que las llamadas reformas sociales los planes sociales son promulgados en beneficio del capital».

Este es el comienzo de un gobierno que al asumir el pueblo festeja en sus calles y al día siguiente cierra un banco.
O no debería haber cerrado este banco un viernes o no deberíamos haber festejado un entierro que vendría al día siguiente.

En nuestro país la izquierda tradicional, esa izquierda de fósiles cavernícolas y necios trasnochados, siempre planteó la nacionalización de la banca.
¿No comenzará por ahí la reforma del sistema financiero?
¿No será por el lado de unirse al ALBA y el proyecto del presidente Chávez de crear un Banco de Fomento Latinoamericano y a la vez crear un Club de deudores con el cual negociar juntos el problema de la deuda externa?

¿HABRA QUE CERRAR COFAC?
LOS TRABAJADORES, ¿TAMBIÉN COINCIDEN CON ASTORI?
LOS DIRIGENTES DEL PROGRESISMO, ¿ESTÁN DE ACUERDO?
LOS AHORRISTAS, LOS PENSIONISTAS, LOS QUE COBRAN SU SUELDO EN ESE BANCO, ¿PIENSAN LO MISMO QUE ASTORI?
¿TODO EL PODER EJECUTIVO ESTÁ DE ACUERDO EN CERRAR ESTE BANCO COOPERATIVO?
¿SE PODRÁ CONOCER ENTONCES QUIENES RETIRARON EL DINERO ANTES DEL VIERNES?
¿HAN ESCUCHADO ALGÚN RICO QUEJARSE POR EL CIERRE?

¿Y NO PIENSAN USTEDES, APARTÁNDOSE POR UN MOMENTO DEL DOGMA, QUE EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL TAMBIÉN PUEDE EQUIVOCARSE?

5 de marzo de 2005