Una vez más, como en otros países y cada 4 o 5 años, se celebrarán elecciones generales en el Perú, el cercano 11 de abril.
En las últimas semanas, la fiebre electoral ha superado, en gran medida en los medios masivos de comunicación, al COVID-19 que enluta al país desde hace más de un año. Con ciertos cambios de nombre, las agrupaciones políticas, también con algunos nuevos rostros, son las mismas de las últimas 2 contiendas electorales.
Una característica central que une a todos los grupos políticos y sus candidatos, en el aspecto socio-económico, es la defensa del sistema capitalista. Nadie cuestiona la raíz del mismo, que es causa de todos los problemas fundamentales del pueblo. Sus divergencias son, básicamente, en torno al ‟modelo” económico a seguir. Con diferencias más o diferencias menos, unos defienden el libre mercado o la libre empresa y los otros, también con diferencias, defienden la regulación del mercado a través de la participación estatal.
Lo último se traduce, en el plano político–social, en el modelo socialdemócrata, capitalismo con rostro humano, Estado de bienestar. Mientras que el primero significa el modelo neoliberal, capitalismo salvaje, capitalismo sin corazón.
Los seguidores de las ideas de La escuela de Manchester (Adam Smith), en su versión neoliberal (Milton Friedman), cruzan espadas contra los seguidores de las tesis sistematizadas por John Maynard Keynes. Que esta polémica se repita en una aldea del llamado Sur Global debe hacernos entender, una vez más, que el sistema capitalista, sus reflexiones teóricas, es un fenómeno mundial.
LOS 12 APÓSTOLES Y SUS CANDIDATOS
La gran burguesía peruana, expresada en las 2 últimas décadas en los llamados “12 apóstoles” por el sociólogo Francisco Durand, llega a estas elecciones enfrentada en 2 sectores. La fracción tradicional, 2 vinculada aún a la vieja oligarquía, tiene en el Grupo El comercio-La república su portavoz. Sus candidatos favoritos son Johnny Lescano y George Forsyth. Mientras que la nueva gran burguesía, la emprendedora, la burguesía lumpen, tiene en la cadena Willax sus voceros. Éstos tienen, también, sus 2 candidatos favoritos. Rafael López-Aliaga y Keiko Fujimori. Entre estos 4 personajes o candidatos, salvo algún hecho excepcional que rompa la lógica política-social, se decidirá la segunda vuelta electoral y el futuro Presidente del país. En conclusión, ¡más de lo mismo!
Si utilizáramos una figura del mundo futbolístico, se podría decir que los 4 nombrados, exponentes de las 2 fracciones de la gran burguesía neoliberal, juegan en su estadio, con su público, con su árbitro, con su balón y con sus comentaristas. Los demás se reducen a invitados de cortesía para legitimar el proceso electoral, al nuevo Gobierno, y de paso, al sistema en su conjunto.
En el caso de los 3 candidatos llamados o autotitulados de ‟izquierda”, seguidores de las ideas keynesianas, se tienen que contentar con no desaparecer del mapa político oficial. Verónica Mendoza, expresión de la burguesía “nacional” ilustrada, progresista, siendo una figura que se vende bien en el mercado electoral, teniendo apoyo de académicos e intelectuales, no tiene recursos económicos suficientes para competir con los antes nombrados, además carece de pueblo. Pedro Castillo, el más radical, que expresa a los sectores sociales marginados de la sociedad peruana, podría considerarse un triunfador si es que pasa la valla electoral. Marco Arana ha desaparecido en la intención de voto.
DEL TERRUQUEO EN CAMPANA
En el Perú actual, consecuencia de la guerra de los 20 años, el término ‟terror” se transformó en el adjetivo o sustantivo ‟terruco” y, éste, en el verbo ‟terruquear”. Es el último peruanismo que la Real Academia de la Lengua tendrá que asimilar. Al ‟terruqueo”, muy pocos son inmunes. La gran burguesía tradicional terruquea a la lumpen burguesía. La lumpen burguesía terruquea a los “caviares”. Éstos terruquean a los izquierdistas críticos. Finalmente estos últimos 3 terruquean a los que fueron senderistas o simpatizaron con la subversión. Con los senderistas, la cadena del terruqueo termina. Es por ello que no llama la atención que López-Aliaga terruquee a Sagasti. Fujimori terruquee a Lescano. Lescano hace lo mismo con Mendoza. Los mendocistas terriquean a Castillo. Los de Castillo, a lo que queda de Sendero.
De igual manera, en medio del fuego cruzado del mutuo terruqueo, no faltan las acusaciones de los portavoces de la gran burguesía, en sus 2 fracciones, de imputar a los izquierdistas de que si éstos llegan al Gobierno amnistiarán a Abimael Guzmán. Lo cierto es que, después de 40 años de haberse iniciado la guerra subversiva y 20 años de su derrota, el fantasma de Sendero Luminoso sigue cabalgando, a campo travieso, en la vida política peruana.
Hipotéticamente, si alguno de los izquierdistas, socialdemócratas, ganara el Gobierno, tendría 3 opciones. Ecuador y Chile son buenas experiencias. 1.- Administrar el sistema con reformas tibias, como hicieron los Gobiernos encabezados por Michel Bachelet y Rafael Correa. 2.- Dar un giro hacia el otro modelo, al estilo Lenin Moreno. 3.- Si se atreven a hacer algunas reformas, con cierta profundad, la experiencia de Salvador Allende es aún fresca.
EL PODER ORIENTA LA ELECCIÓN
Historiadamente en el Perú, han existido 4 instituciones que tienen marcado peso específico en la vida política electoral. El poder económico, en las últimas décadas, organizado en la COFIEP. El poder de la Iglesia católica. El poder de las FFAA. El poder de la embajada de EEUU. Desde hace medio siglo, se agregó el poder mediático, quinto poder.
En las últimas décadas, la Iglesia católica ha perdido influencia en la población por 3 motivos: A.- El predominio del sistema capitalista en desmedro de la semifeudalidad. B.- Los problemas internos que se expresan en sus escándalos de pedofilia. C.- La presencia creciente de las iglesias evangélicas. La COFIEP está dividida, unos apoyan a los representes de la vieja gran burguesía con pasado oligárquico y otros, a la nueva gran burguesía emprendedora, lumpen. El candidato preferido 4 de las FFAA, hasta algunas semanas atrás, fue Forsyth. Pero, para ellos, cualquier candidato que luche contra el fantasma de la subversión senderista será bienvenido. La embajada estadounidense apoyará al ganador, no importa el modelo económico que aplique, a condición que no permita la mayor penetración del capital e influencia del imperialismo chino en el país.
¿QUE HACER?
La situación política y social en el mundo, en América Latina, en el Perú, es aún verde para que cuaje en los hechos una alternativa que cuestione el sistema capitalista en su conjunto y que proponga un nuevo sistema como alternativa. En el último caso, la derrota en la guerra de los 20 años es una carga aún pesada en la conciencia-vida de los revolucionarios, que no les permite politizar, organizar, movilizar al pueblo en función de una transformación de fondo.
No obstante lo anotado, es misión de los que nos reclamamos de la izquierda antisistema (anarquistas, libertarios, alternativos, socialistas, comunistas, progresistas) nadar en contra de la corriente que impone el orden y trabajar, seguramente a mediano o largo plazo, en búsqueda de una solución que apunta hacia el cambio del sistema y, no sólo a los modelos al interior de él.
Julio Roldán nació en el Perú. Es sociólogo y Dr. en Filosofía. Es autor de varios libros. Él vive en condición de exiliado político en Alemania.