Uno de nuestros deberes como universitarios es clarificar y alertar a nuestro entorno sobre problemas que afectan a la comunidad. La instalación de dos enormes plantas de celulosa en Fray Bentos, ENCE y BOTNIA, ésta última será la más grande del mundo, nos obliga a alertar a la población acerca de los graves peligros de […]
Uno de nuestros deberes como universitarios es clarificar y alertar a nuestro entorno sobre problemas que afectan a la comunidad.
La instalación de dos enormes plantas de celulosa en Fray Bentos, ENCE y BOTNIA, ésta última será la más grande del mundo, nos obliga a alertar a la población acerca de los graves peligros de contaminación de agua, tierra y aire. No en balde se las llama las «fábricas de la muerte».
Es aún mayor nuestra responsabilidad en demostrar con argumentos la peligrosidad de estas fábricas, dado que al frente del Ministerio que debería cuidar el medio ambiente están dos reconocidos arquitectos (MVOTMA).
Para emitir juicios sobre esta problemática es necesario informarse lo más posible acerca de las argumentaciones, para ello incluímos al final de esta nota, parte del abundante material escrito sobre el tema (sitios de internet).
Uno de estos materiales es una carta pública firmada por 65 biólogos y bioquímicos de nuestra Universidad de la República (UDELAR), dirigida al Presidente de la República, donde indican claramente que estas plantas contaminan mucho, a diferencia del gobierno que opina lo contrario sin fundamento. (ver: www.guayubira.org )
Para el blanqueo de la pasta de celulosa para papel, se utilizan a nivel mundial 3 componen-tes químicos que ordenados de mayor a menor contaminación son: cloro elemental, dióxido de cloro y oxígeno. Hoy en día, «TECNOLOGÍA DE PUNTA» significa utilizar oxígeno y método de circuito cerrado (Alemania) donde se recicla y no hay efluentes tóxicos.
Decir que las plantas que utilizan dióxido de cloro (Botnia y Ence) no contaminan y que utilizan «tecnología de punta» es faltar a la verdad, como lo hacen el viceministro del Mvotma, el Presidente de la República, sus ministros y parlamentarios, y los principales líderes de la oposición política.
Los efluentes de dióxido de cloro, contienen altas dosis de dioxinas y furanos, catalogados a nivel mundial como los peores tóxicos, que provocan ceguera, asfixia, enfermedades de la piel, malformaciones infantiles y 30 casos de cancer por año para el volumen de Botnia y Ence, además de liquidar la flora y fauna.
El gobierno, en lugar de reconocer a tiempo que se ha equivocado, se empecina y desata una campaña sin fundamentos, con alta dosis de «chauvinismo» que le hace mucho mal a nuestra histórica hermandad con el pueblo argentino y a la buena imagen y aprecio que se tiene en toda América Latina de los uruguayos.
Todas las plantas que existen diseminadas en el gran territorio de Argentina, juntas, producen la mitad de celulosa que la que producirán Botnia y Ence juntas.
Desde el punto de vista económico, estas dos plantas no aportan casi nada a la economía del Uruguay, se les regala territorio como «zona franca», tienen puerto libre propio y no pagan ningún impuesto. La propia empresa Botnia reconoce que sólo empleará 300 personas en su fábrica (ver: www.metsabotnia.com), con grave peligro para la vida y salud de esos trabajadores.
Sería bueno que el gobierno no se enojara con sus críticos y que recibiera al Ing.Quím . Stolkin y a las organizaciones ecologistas como Guayubirá y Movides, entre otras, y al grupo de los bioquímicos firmantes de la carta aludida antes, que le demostrarán científicamente que estas fábricas son las más contaminantes del mundo.
Sería bueno que el gobierno escuchara los testimonios de los pobladores de la Ría de Pontevedra (Galicia, España), que han sufrido 40 años y luchado contra las enfermedades y muerte por cáncer provocadas por la planta de Ence, similar a la que traen para acá, que tal vez sea la misma.
Es bueno saber que los países centrales derrochan 250 quilos de papel por persona y por año en promedio. Los países latinoamericanos incluido Uruguay, utilizan hoy día 25 quilos de papel por persona y por año, la décima parte. A ese despilfarro contribuirán estas dos plantas de celulosa.
Se ha dicho, el Ministro de Agricultura incluído, que se usa mucho papel con las computadoras. No es cierto, cualquiera sabe que los archivos comprimidos (pdf, disquetes,etc), diarios digitales y sitios y archivos de internet y de las computadoras, no usan papel. Se imprime cuando no hay más remedio. Esta tecnología ahorra mucho papel.
Nos preocupa que nuestra Universidad de la República se ha quedado muda acerca de este grave problema. Sería necesario y democrático discutir entre todos los uruguayos, si estamos de acuerdo en transformarnos de país productor de alimentos en país monoproduc-tor de troncos de eucaliptus y que en 30 años nuestra tierra sea un desierto de paisaje lunar.
¿O es que no hemos visto y oído en «National Geographic» y otros documentales por televisión cuáles son los efectos de estas plantas en todo el mundo, y porqué los echan de Europa? ¿Es de buenos que vienen acá? No seamos tan tontos que nos resultará caro.
¿Qué quedará del «URUGUAY NATURAL» después de instaladas estas fábricas?
Esta carta pública está abierta para aquellos que estén de acuerdo y deseen adherir con su firma en : [email protected]
Saludan solidariamente: Arq. Roberto Sasiaín, Lic. Cristina Carrera, Arq. Raúl Rodríguez
Algunos documentos: www.guayubira.org.uy , www.metsabotnia.com ,www.uruguay.indymedia.org , www.rebelion.org , www.radio36.com.uy , www.mro.nuevaradio.org para informe ing.Stolkin , www.pagina12.com.ar , www.montevideo.com.uy , www.revistagong.cl