Hoy la preocupación de la izquierda uruguaya es encontrar el modo de superar el riesgo de la restauración conservadora que se amenaza desde el intento de imposición en el Frente Amplio de la reelección del expresidente Tabaré Vázquez (TV), quien apelando al chovinismo y la manipulación, ha sido uno de los escollos más activos para […]
Hoy la preocupación de la izquierda uruguaya es encontrar el modo de superar el riesgo de la restauración conservadora que se amenaza desde el intento de imposición en el Frente Amplio de la reelección del expresidente Tabaré Vázquez (TV), quien apelando al chovinismo y la manipulación, ha sido uno de los escollos más activos para el proceso de integración latinoamericana, al bregar para que Uruguay mantuviera relaciones más íntimas con Washington y el Fondo Monetario Internacional.
La reelección de TV, además de antidemocrática, es culturalmente autoritaria, ya que refuerza los roles jerárquicos y potencia la división entre bases y líderes, facilita la burocratización e infunde la superioridad imaginaria del «dirigente profesional y experimentado», organiza la red de cooptación y resguarda a sus usufructuarios suprimiendo todo análisis de costo y beneficio.
La figura de Tabaré Vázquez (TV) ha ido perdiendo apoyo por sus denodados intentos de firmar un TLC con Estados Unidos -bombardeando la integración latinoamericana-, por su veto a las leyes aprobadas por los legisladores frenteamplistas, por su abierto apoyo a las políticas neoliberales que comparte con Danilo Astori, e incluso por la frase «Mujica a veces dice estupideces», durante la campaña para las internas de 2009.
A eso hay que agregar que TV reconoció que propició una posible guerra con Argentina, llamando nada menos (¡un presidente del FA!) que a George Bush, integró una comisión asesora del FMI, estampó su firma para el plebiscito contrario a la legalización del aborto y participó en la votación del 23 de junio de 2013, junto a los líderes de la derecha nacional… Y perdió sistemáticamente, al oponerse a la opinión de los frenteamplistas.
Durante su mandato impulsó, al igual que su antecesor conservador Jorge Batlle, un Tratado de Libre Comercio con EEUU, convencido -junto a alguno de sus ministros- de que Washington negociaría un formato especial para Uruguay «por su importancia geopolítica», incluso en materia de propiedad intelectual. En enero de 2006 el ministro de Finanzas Danilo Astori lo anunció al semanario Búsqueda. No olvidemos que poco antes, los presidentes de la región habían desechado el ALCA en la histórica cumbre de Mar del Plata.
Dos años atrás, Vázquez se ganó hoy una lluvia de críticas en su país y en Argentina por haber dicho que durante el conflicto bilateral por la papelera Botnia-UPM en Uruguay llegó a evaluar la posibilidad de una guerra y pidió apoyo al entonces presidente de EE.UU., George W. Bush. «Hay que recordar que los piqueteros dijeron que vendrían a manifestar a Uruguay, que hubo quien dijo que iba a venir con dinamita, amenazaron con ocupar la planta de Botnia, los militantes de Greenpeace manifestaron en el río y tiraron al agua a un oficial de Prefectura, entre otros hechos», sostuvo.
«Con esto Tabaré Vázquez demuestra que es un hombre parroquial, doméstico, suburbano, sin conocimientos en derecho internacional ni en política internacional. Además, no tiene palabra», aseguró el excanciller argentino Rafael Bielsa.
El Plan Cardales fue presentado en su primera etapa a fines de agosto de 2009 como una suerte de «continuación» del plan Ceibal. Pretendía que unos 800.000 uruguayos accedieran internet, telefonía fija y televisión por cable a través del sistema «triple play», que favorecía a operadores privados (sobre todo trasnacionales), fue uno de los varios puntos de fricción entre la pasada y la actual administración frenteamplista.
A instancias de Sindicato de las Telecomunicaciones (Sutel), el PIT CNT evaluó la interposición de recursos legales contra la iniciativa del ex presidente, al que acusó de querer abrir a las multinacionales el mercado de telefonía fija, exclusivo de Antel como fue establecido por una consulta popular en 1992. Luego de muchas idas y venidas, su aplicación fue suspendida.
El presidente de Sutel, Gabriel Molina, señaló que la banda ancha fija es exclusiva de Antel y que Vázquez realizó una interpretación particular de la ley al querer habilitar a privados. Y dijo que el ex presidente quiso por la vía de un decreto desconocer la voluntad popular, «borrando con el codo lo que alguna vez escribió con la mano».
«Así como está, el Mercosur no sirve», dijo TV, en abril de 2006 en Asunción, mientras presiona ahora para que Uruguay se incline hacia la Alianza del Pacífico, para asegurar una cada vez mayor dependencia de Washington.
Vázquez se opuso a la designación de N éstor Kirchner en la secretaría de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), supuestamente debido al deterioro en las relaciones entre los gobiernos de Uruguay y Argentina mientras ambos eran presidentes como consecuencia del enfrentamiento por la instalación de la planta de celulosa de UPM (ex Botnia), lo que paralizó por un año la puesta en marcha del proceso integrador.
Culminada la primera etapa de las actuaciones dirigidas a la investigación de las desapariciones forzadas ocurridas en Uruguay, el Poder Ejecutivo decretó en diciembre de 2006 la decisión de avanzar hacia el «Nunca Más» o Punto Final. Vázquez se ha mostrado firme en no anular la Ley de Caducidad, mediante la cual se estableció que los delitos cometidos por militares, policías y civiles durante la dictadura quedaran amnistiados argumentando que fue el pueblo quién la votó en 1985 y no la derogó en 1989.
La adhesión en las urnas al recurso de referéndum contra la ley que legalizó el aborto fue un rotundo fracaso, ya que logró una aprobación de no más del 10% de los votantes. Uno de los hechos más llamativos de la votación fue que TV votó contra una ley del Frente Amplio y de sucesor José Mujica … y nuevamente perdió.
Vázquez, siendo presidente, ya había vetado algunos de los artículos de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en 2008 (Ley de Salud Sexual y Reproductiva que despenaliza el aborto en ciertas circunstancias) y ha justificado en todo momento desde el punto de vista filosófico, médico y legal su rechazo al aborto voluntario. El Frente Amplio poseía una mayoría absoluta en las Cámaras, sus legisladores -y solamente ellos, en este caso ninguno de la oposición- aprobaron la ley, que el Presidente vetó ¿A quién vetó? A su propio partido.
Entre sus aspectos negativos (de la candidatura de TV) , deberá agregarse la reproducción del caudillismo y el paternalismo que a la vez estimula la creencia en los dirigentes insustituibles facilitando la perpetuación y la concentración de poder, señala Emilio Cafassi en La República.
Añade que la candidatura del septuagenario TV, quien al asumir la presidencia desmovilizó las bases del FA, refuerza los roles jerárquicos y potencia la división señalada entre bases y líderes, facilita la burocratización e infunde la superioridad imaginaria del «dirigente profesional y experimentado», organiza la red de cooptación y resguarda a sus usufructuarios suprimiendo o disuadiendo todo análisis de costo y beneficio.
A redoblar la esperanza
La precandidatura a la presidencia de la politóloga Constanza Moreira, es síntoma la imperiosa necesidad de renovación y rectificación del programa y medidas actuales de gobierno frenteamplista, y también del modelo de organización y su mecánica de funcionamiento. La histórica unidad en la amplia diversidad ideológica que caracterizó al FA parecía encaminarse a la unanimidad, borrando toda diferencia en materia de oferta electoral.
«Es evidente la consolidación de una capa dirigencial autonomizada que encuentra intereses y argumentos en común produciendo una gran desideologización y pasteurizan el debate. Sin embargo, no debería ser extraño que este fenómeno sociológico se vuelva a expresar en la historia, aún al interior de una izquierda -lo que lo hace más triste aún- cuando el régimen político, la democracia liberal fiduciaria, sigue gozando de impunidad teórica y consecuente supervivencia acrítica en su interior», señala Cafassi..
En julio, el portal Causa Abierta publicó un despectivo editorial titulado «Constanza Moreira ni pica», remitiéndose a una encuesta de Factum que le adjudicaba a la senadora menos del dos por ciento de intención de voto. A mediados de octubre, la «intención» era de 24,94%, según el portal montevideo.com.uy. Enseguida, equipos Mori dio a conocer una encuesta en la cual Tabaré obtendría un 81% de los votos y Constanza un 23, para un total de 104%…(¿será a causa de la inflación?). Agregaba que el 53% del electorado no conoce a Moreira. Y, entonces, ¿de dónde sacaron esas cifras?
Los frenteamplistas sin cargo público relevante se están cansando de los contubernios y acuerdos espurios. Si casi la totalidad de los grupos apoya a un candidato ¿cómo es posible que el otro tenga un 25% de voluntad de voto, incluso cuando la mitad de la población ni siquiera la conoce?
Aún si se probara que con esta alternativa reeleccionista se garantizara excluyentemente el acceso a un tercer gobierno (tal como sin mayores fundamentos estadísticos se sostuvo) además de interrogarnos por las causas de tal polarización, evidentemente mediática, resultaría indispensable un debate acerca de los institutos que contengan o morigeren estas tendencias. La idea se repite una y otra vez, sin sustento teórico ni real, en los medios comerciales cartelizados, pero lo cierto es que de acuerdo a estas mismas encuestas, el Frente Amplio ganaría las elecciones tanto con Tabaré como con Constanza o con el Toto Paniagua, incluso si toda la oposición fuera unida.
Lo que se trataba con esta manipulación mediático-política es ir al Congreso del Frente Amplio con el planteo de aprobar solo la candidatura de Tabaré para las internas del año que viene. O sea, sepultar la democracia interna en pos del «consenso democrático» de algunas cúpulas. Lo más probable es que los grupos que lleven adelante este planteo, van a perder militantes (si los tuvieran), adherentes y, sobre todo votos. Un importante sector de la militancia se sentiría frustrado al perder el derecho de presentar otra opción y podría convertir su voto en un silencioso grito de protesta (el voto en blanco, que ya marcó presencia en Montevideo).
La candidatura de TV, publicitada como garantía de triunfo del FA de la mano de un dinosaurio político, parece ir perdiendo terreno. Muchos frenteamplistas se preguntan, asimismo, qué diferencia puede haber entre votar a TV o un candidato de los partidos tradicionales, si Vázquez ha traicionado permanentemente los principios que hicieron posible hace más de cuatro décadas, el surgimiento del Frente Amplio.
Raúl Armendáriz Amaral. Politólogo
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.