En ese mismo momento que Alejandro Giammattei presentaba su informe al Congreso, cientos de estudiantes y ciudadanos protestaban y le pedían que renuncie.
El 14 de enero de este año, fue el primer aniversario del Gobierno conservador de Alejandro Giammattei, quien asumió como presidente de Guatemala en enero de 2020, dos meses antes de registrar el primer caso de contagio de la covid-19. La Constitución Política de la República de Guatemala (CPRG) ordena al presidente presentar informe ante el Congreso Nacional que esta vez, estaba medio vacío ante la ausencia del Vicepresidente Willy Castillo y de todos los diputados de oposición. En ese mismo momento que Giammattei presentaba informe, afuera del Hemiciclo hubo protestas encabezadas por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) de la Universidad de San Carlos (pública) y por estudiantes de la Universidad Rafael Landívar (privada/católica), acompañados por cientos de ciudadanos, activistas sociales y organizaciones de sociedad civil que reprobaron las acciones del Gobierno e insistieron en la renuncia de Giammattei.
El informe ha recibido críticas de académicos, analistas políticos, tanques de pensamiento y organizaciones no gubernamentales que perciben incapacidad para gobernar, aumento de corrupción e impunidad, desigualdad social, autoritarismo, intolerancia, racismo y discriminación, mientras la población padece incertidumbre, inseguridad alimentaria, vulneración de derechos humanos (DDHH), represión policial, desnutrición crónica infantil, incremento de femicidios, secuestro y violación de niñas y adultas, angustias por daños dejados por las tormentas Eta e Iota, aumento del desempleo, la pobreza, el hambre, miedo y angustias por la covid-19.
La crisis económica aflige a millones de familias guatemaltecas, el desempleo, bajos salarios y desdicha crecen, sin embargo, el presidente del Comité de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) organización cúpula empresarial y expresión de las élites, Nils Leporowski sostuvo que, “…se debe congelar el incremento al salario mínimo”. Fue lo que obedeció Giammattei al anunciar que este año no hay aumento debido a la pandemia, sabiendo que el actual salario mínimo no cubre ni el costo de la canasta básica de alimentos.
Por otra parte, la Coordinación de Organizaciones no Gubernamentales y Cooperativas (CONGCOOP) hicieron un balance del primer año del gobierno, identificando el acelerado desgaste político del Gobernante, atribuido a malas acciones y alianzas con sectores políticos comprometidos con la corrupción. La CONGCOOP señala: “Se evidencia el desgaste sustancial que ha sufrido a nivel político. Especialmente, producido por su actuar con respecto a la pandemia, a la falta de respuesta a los impactos provocados por las tormentas Eta e Iota que ha sufrido el país, además, por ser parte activa del pacto de corruptos”. Agregan que desde el inicio de este Gobierno se evidenció la tendencia de consolidar el sistema imperante, continuar con la estrategia del pacto de corruptos, alianza con una parte del Legislativo y el sector privado empresarial.
Según CONGCOOP, Gimmattei, “…ha actuado como el principal vocero del sector privado empresarial, trasladando una imagen de prepotencia, soberbia, autoritarismo, falta de liderazgo, falta de diálogos con los diferentes sectores del país, acompañado por un equipo de gobierno realmente incompetente”. Destacan el desmantelamiento de la institucionalidad, cerrando la Secretaría de la Paz (SEPAZ), la de Asuntos Agrarios (SAA), la Presidencial de la Mujer (SEPREM) y la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH). También denuncian ataques a la libertad de expresión, criminalización y judicialización de defensores de DDHH, los recursos naturales y medio ambiente. Así de mal está este país centroamericano.
Factor Méndez Doninelli es maestro e investigador, consultor en Derechos Humanos y métodos alternativos de resolución de conflictos.