Finalmente se impuso la postura divisionista en la cúpula del PIT/CNT. Se impuso por mayoría ya que no se logró la unanimidad. Este solo hecho más todo el debate que ha generado ya está hablando de que es un paro que nace golpeado. No puede ser de otra manera ya que es una decisión verticalista […]
Finalmente se impuso la postura divisionista en la cúpula del PIT/CNT. Se impuso por mayoría ya que no se logró la unanimidad. Este solo hecho más todo el debate que ha generado ya está hablando de que es un paro que nace golpeado. No puede ser de otra manera ya que es una decisión verticalista que se le impone al movimiento sindical. Decisión basada en fundamentos poco claros. Una medida más bien partidaria y en beneficio del aparato partidario del FA. Está en sintonía con cierto pánico que viene marcando la labor preelectoral a partir de que no se ha comprobado entusiasmo como ellos mismos dicen y menos aún militancia. Se ponen en marcha, entonces, medidas como las «visitas a los Comités de Base» que parecen existir a pesar de todo, y el fracaso de esas visitas dada la escasísima concurrencia.
En ese marco una parte de la militancia FA en la cúpula sindical saca de la galera mágica una propuesta traída de los pelos como es el paro «para agitar» las conquistas que se han obtenido durante los gobiernos del FA. Sosteniendo -al mismo tiempo- que ni es una agitación partidaria ni preelectoral. Cuestión absurda que nadie se la ha creído y que lo único que ha generado es desprestigio para la Central y división entre sus miembros. Ha querido ser como una suerte de amenaza a la derecha pero ha quedado mal parada.
Los promotores sostienen que los partidos políticos «reflejan» a las clases sin especificar a que clases «refleja» el FA habida cuenta de que jámas Tabaré Vázquez y menos aún el «líder regional» de Obama, Presidente Mujica, han planteado ningún gobierno de clase, o de clase contra clase o argumentos parecidos. Han sido muy estrictos en indicar que han sido y serán gobiernos de «unidad nacional» que representarán a los intereses de todos es decir de todas las clases. Nadie se podrá olvidar la casi primera intervención de Mujica como Presidente, en el Hotel Conrad con los empresarios, y lo que allí sostuvo. Más bien ya marcó que los intereses fundamentales que se «reflejarían» en su gobierno serían los de los empresarios e inversores extranjeros y de las patronales todas. Los ex-presidentes también invitados y presentes aplaudieron conformes. Mujica propuso la «unidad nacional» como línea y así ha sido. Si no ha logrado comprometer a la derecha en sus proyectos es porque estos juegan al desgaste (que ya es evidente) y a no apuntalar la tal unidad nacional en la que ellos jamás han estado interesados.
Mujica ha actuado en función de los planes imperiales, en función de los intereses de las grandes corporaciones internacionales y de las patronales criollas y de los inversores (saqueadores en realidad) extranjeros. El mismo PIT/CNT hace saber que la mayoría de los asalariados tienen ingresos muy por debajo del mínimo necesario para subsistir, tal y como conviene a la tasa de rentabilidad que necesitan las inversiones extranjeras protegidas por el gobierno. La cúpula sindical pretende apuntar a que será la derecha la que va a atacar los intereses de los trabajadores y de esa forma avala las gestiones del FA y de Mujica en particular que ha desarrollado una consecuente línea antisindical de la cual incluso se ha ufanado en reportaje de la CNN, por ejemplo. En vez de mantener la postura de que la Central Sindical debe de tener independencia de clase y criticar, condenar o advertir sobre las injusticias del presente y acerca de las que se preparan en el futuro.
La derecha, se sabe, quiere quebrar y de ser posible reventar y destruir a los sindicatos. Lo ocultan pero se sabe. ¿Pero que ha dicho Bergara hace bien poco y que el propio PIT/CNT tuvo que condenar? Ha dicho qué se está programando (en el FA) el que los salarios no estén vinculados a la inflación lo que significa una rebaja permanente de los mismos, partiendo incluso de sus miserables niveles actuales. ¿Entonces? No corresponde argumentar que solo los partidos patronales son contrarios a los intereses de los trabajadores, se sabe, insistimos pero al no decir nada sobre lo que han sido un conjunto de ataques del gobierno FA a los intereses de los trabajadores, más los que se anuncian, de hecho se oculta una parte muy importante de la realidad. Pero… ¿hay algún partido que represente fielmente los intereses de los más, de los que producen y hacen marchar todo, que represente los intereses de los trabajadores? Se argumenta que se lograron conquistas bajo los gobiernos del FA. Suena como una dádiva de gente como Mujica, por ejemplo, que ha predicado permanentente contra los sindicatos, las huelgas, los paros y aún los reclamos. El FA, por composicición de su interna militante, ha hecho ciertas concesiones, algunas solamente, porque la mayoría no las ha concedido pese a conflictos prolongados fundamentalmente de los profesores, maestros, funcionarios públicos y trabajadores del estado así como Municipales. Lo que ha concedido les ha servido para presentar una paraíso de paz social a los inversores extranjeros.
La independencia de clase como organización natural de todos los trabajadores, más allá de pertenencia partidaria y de a quienes votan los individuos, tiene como fin representar los intereses de los trabajadores en todo momento y ante cualquier patronal incluída la del Estado. El embarcar a toda la Central en medidas de fuerza en función de la propaganda electoral de un partido es un factor de división y debilitamiento. Es lógico que los miembros de la cúpula tienen todo el derecho del mundo, como individuos, a pertenecer a partidos y agitar sus ideas. Pero muy otra cosa es forzar un paro tan luego, que de hecho apuntala la labor preelectoral de un partido. Es un paso muy peligroso en todo sentido y más que nada de futuro si otros partidos, por ejemplo de la derecha, pasan a gerenciar el aparato del estado, ya que se podrá repetir el proceso recurriendo a este antecedente y las divisiones serán un hecho tal cual lo ha buscado la derecha y las patronales desde que se logró conformar la CNT y más tarde el PIT/CNT. Podrán favorecer a los suyos y como en muchos otros países promover sindicatos dirigidos por el oficialismo que actuará como destacamento derechista al interior del movimiento de los trabajadores. La única alternativa de clase en esta cuestión es la independencia real, de clase, de todo partido, del estado y de las patronales.
Pertenencia a un partido es un derecho democrático, para el individuo, adscribir a todo el movimiento sindical a planes encima electorales y no de lucha por soluciones de fondo sino de lucha por los sillones para la burocracia partidaria, es realmente abrir una compuerta muy peligrosa para la necesaria unidad de clase. No haber tomado en cuenta la división que ya se generó a nivel de cúpula ha sido un grave error, da para pensar cual no será la división a nivel de base y la herida que ha quedado abierta. Una verdadera desgracia para la unidad de los trabajadores que la van a necesitar más que nunca, si es que viene un gobierno de la derecha, o si es que sigue el FA con los planes renovados de descargar los efectos de la inflación, por ejemplo, sobre los trabajadores, y ni que hablar si la crisis llega a estas costas. En vez de reforzar los instrumentos los acaban de debilitar y desgastar en un burdo intento electorero.