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“Fuerza es arriesgarlo todo por salvarlo todo”

Sobre el agotamiento del petróleo y el gas

Fuentes: From the Wilderness

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Mensaje de un especialista: Ali Samsam Bakhtiari, alto experto de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán, presenta una opinión honesta sobre el próximo impacto del pico del petróleo en su declaración en la discusión de panel de la III Conferencia Internacional de ASPO sobre el agotamiento del petróleo y el gas. (Berlín, Alemania, 27 de mayo de 2004.)

Señor presidente, señoras y señores:

El difunto conde Alexandre de Marenches, que falleció en 1995, fue una personalidad extremadamente notable, y también un cerebro remarcable. De 1970 a 1981, dirigió el Servicio Secreto francés. Un aristócrata genial, sentía pasión por la geografía y citaba libremente la observación del príncipe Otto von Bismarck:

«De todos los componentes de la historia, la geografía es el único que nunca cambia.»

En su central en la ‘Caserne des Tourelles’ en el este de Paris, de Marenches tenía en su oficina un mapa del mundo que cubría todo el piso. Había pedido a los diseñadores de su mapa, que colocaran al centro del mapa el Océano Pacífico porque creía, en los años 70, que era en el Pacífico «donde se decidiría el futuro del mundo».

Me pregunto, suponiendo que de Marenches siguiera en vida, si no hubiese pedido a los diseñadores de su mapa que hiciesen un cambio importante – que pusieran el Medio Oriente al centro de su nuevo mapa.

El Medio Oriente no es sólo la cuna de nuestra civilización actual, sino también la fuente original de las ciencias y las artes modernas. Además, es la raíz misma de las tres principales religiones monoteístas del mundo.

Pero olvidemos el glorioso pasado, y volvámonos a nuestro bastante lúgubre presente. Actualmente, no menos de un 90% de los titulares en las primeras planas del globo provienen de esta pequeña región que tiene sólo un 5% de la masa terrestre y cerca de un 5% de la población total del mundo.

Es la frontera de la Tercera Guerra Mundial, una guerra que ya influencia a cada individuo del Medio Oriente. Dudo seriamente que la actual guerra pueda ser confinada sólo a la región; va a desbordarla tarde o temprano y va a llegar a afectar las vidas de la mayoría de los ciudadanos del mundo – con la excepción, como de costumbre, de los súper-ricos y de los súper-pobres.

Esta guerra, que podemos ver todos los días en la televisión tiene una importancia tan trascendental para todos, que simplemente no encuentro palabras para expresar la enormidad de sus implicaciones finales – implicaciones que podrían llegar a desbaratar los planes de todo el globo. Porque como dijo sabiamente el gran Albert Einstein:

«El mundo es un sitio peligroso, no por los que hacen mal, sino por los que miran y no hacen nada.»

Ahora bien, pasemos de la geopolítica a los recursos energéticos – aunque los vínculos entre los dos aspectos se están haciendo tan intrincados que pronto será casi imposible distinguir entre los dos. En términos de energía, la importancia del Medio Oriente está claramente reforzada por sus vastas reservas de petróleo – reservas que eclipsan claramente las de otras regiones, como el Oil and Gas Journal nos lo recuerda todos los años.

Debería considerarse, sin embargo, que incluso las reservas de petróleo del Medio Oriente son limitadas. La abrupta caída de la producción de Omán de 2002-2003 fue sólo la primera advertencia; Siria acaba de iniciar su baja terminal del petróleo; incluso Yemen parece haber llegado al pico. Algunos argumentarán que estos son sólo productores menores. Correcto. Pero eso no quiere decir que no sucederá lo mismo algún día con los productores importantes. Incluso el mayor de todos los productores, Arabia Saudí, el «productor para todos los tiempos», que según dicen es insumergible, tiene sus límites.

En febrero de 2004, Mr. Matthews Simmons expresó sus dudas sobre el potencial petrolífero saudí: «Pensando lo impensable». Su caso, minuciosamente preparado, parecía verdaderamente convincente; también encajaba perfectamente con los principales resultados de simulación de mi propio modelo WOCAP. Además, la magistral tesis de Mr. Simmons parece ser aplicable (con menores variaciones) a otros productores del Medio Oriente. Y si estos productores, en lugar de continuar negando la realidad, no confrontan pronto los problemas existentes, podría terminar para el detrimento de todos – especialmente de los principales consumidores.

Mientras el suministro de petróleo pueda ajustarse a la demanda, el mundo no confronta un problema de importancia, ya que puede ser optimizado fácilmente a través del precio. Pero si algún día, y ese día puede no estar tan lejano, la demanda de petróleo persigue al suministro, la producción tendrá que ser optimizada – y cada barril de petróleo va a influir con su propio peso.

Ahora bien, para lograr una producción máxima, se necesitará la optimización de recursos. Lo mejor sería la cooperación entre los productores y las compañías petroleras (súper-importantes, importantes, independientes y todas las compañías de servicios de importancia) ya que estas últimas controlan la tecnología, el know-how y la pericia administrativa requeridos para realizar los proyectos necesarios – con, entre otros, los cruciales proyectos de recuperación secundaria (EOR). Pero para optimizar la producción, lo primero que se necesita es paz y seguridad, lo que nos lleva al punto de partida: la guerra en Irak.

Cuando digo cooperación en realidad quiero decir mutualidad – palabra acuñada por el gran erudito oriental, el difunto Sir H.A.R. Gibb – para implicar que los «dos lados deben tratar de comprender los puntos de vista del otro». Por cierto, la mutualidad está matizada de idealismo, y el ideal es elusivo en Medio Oriente.

Usualmente, allá, la alternativa es dictadores o títeres. Cualesquiera de estos son más fáciles de realizar que la mutualidad, y por ello son más tentadores para la potencia que se sea. Pero el único incentivo real de la mutualidad es el monto mínimo de la factura que las Potencias tendrán que pagar en última instancia en las secuelas – ya que Dios Todopoderoso es el contador más puntilloso e implacable de todos.

El Medio Oriente es de lejos la región más joven de la tierra. A diferencia de la mayoría de las otras regiones, sigue pasando por un crecimiento vertiginoso de la población. Al caminar por las calles de Teherán, sólo se ve jóvenes. Ahora bien, estos jóvenes, hombres y mujeres, necesitarán pan y trabajo – en lugar del panem et circenses romano, panem et laborenses. Para lograr este último, tienen un solo activo: sus reservas de petróleo crudo.

El Medio Oriente no es una región para pusilánimes. Es la región del mundo con la que es más difícil ponerse de acuerdo. Para tener éxito, creo que la palabra clave en el siglo XXI no será «flexibilidad» que implica una reacción a algún antecedente, sino más bien «agilidad» que tiene trasfondos de anticipación y suena más agresiva.

Finalmente, permítanme que concluya con tres citas de un alemán de genio, que desafortunadamente murió demasiado joven, a la edad de 46. Por supuesto, me refiero a Friedrich von Schiller, que escribió en Die Jungfrau von Orleans [La doncella de Orleans]:

Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens.

«Hasta los dioses luchan en vano contra la estupidez.»

Y, en su tragedia Fiesco:

«Fuerza es arriesgarlo todo por salvarlo todo, que a grandes males, grandes remedios.»

Finalmente, en su conferencia inaugural en su propia Universidad de Jena en 1789, dijo:

Die Weltgeschichte ist das Weltgericht.

«La historia universal es el tribunal del mundo»

Los dejo ahora con esos profundos pensamientos de Schiller. Y me quedo con la esperanza de que el difunto Conde de Marenches hubiese estado de acuerdo con algunas de mis observaciones de hoy.

Señor presidente, señoras y señores, gracias por su atención.