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Luis Macas, ¿seguirá los pasos de Evo Morales?

Un salto cualitativo en Ecuador

Fuentes: APM

Por primera vez, se presentará en los comicios presidenciales un candidato surgido de las organizaciones Indígenas. La lucha contra el TLC y la histórica revalorización cultural de los pueblos originarios ya no puede ser ignorado. Ya no son reclamos localizados. Ya no se trata de pedir solo por derechos avasallados en más de quinientos años […]

Por primera vez, se presentará en los comicios presidenciales un candidato surgido de las organizaciones Indígenas. La lucha contra el TLC y la histórica revalorización cultural de los pueblos originarios ya no puede ser ignorado.

Ya no son reclamos localizados. Ya no se trata de pedir solo por derechos avasallados en más de quinientos años de explotación, ni se trata de protestar por la falta de luz, el gas o el agua. Ahora se trata de la organización política y comunitaria para lograr el poder político. Bolivia es un ejemplo, con Evo Morales. Ecuador, ¿lo será? El próximo 15 de octubre se llevarán a cabo en comicios presidenciales este país andino. Hasta el lunes, último día antes de se inicie la prohibición de publicar resultados de las encuestas, Rafael Correa, el aspirante presidencial de Alianza País (AP), había dejado el empate técnico con León Roldós de la coalición Red Etica y Democrática (RED) e Izquierda Democrática (ID) y alcanzaba el primer lugar con un 26 por ciento de apoyo. En este proceso electoral, ¿Qué lugar ocupan los movimientos indígenas?

Uno de los 13 candidatos oficiales para las elecciones, es el miembro Ecuarunari Luis Macas, actual presidente de la Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador (CONAIE). Es la primera vez que un indígena se postula como candidato a la Presidencia en Ecuador, un país donde la discriminación y exclusión a los nativos es extremadamente notoria. La CONAIE actúa en el escenario político nacional como máxima representante de las demandas indígenas; sus aspiraciones políticas, económicas y socioculturales. Una de las propuestas de este movimiento indígena es la recuperación y el control político del petróleo por parte del Estado. Según sostienen los representantes de esta organización, los recursos que genera el petróleo serían invertidos en educación, reactivación agrícola, combatir la pobreza y atender las políticas sociales. Por otra parte, desde hace ya unos meses, los diversos movimientos sociales e indígenas de este país, se vienen manifestando en contra de un posible tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, ya que es visto como una recolonización por parte del país norteamericano.

Durante los meses de marzo y abril, las organizaciones sociales y grupos indígenas de Ecuador llevaron a cabo varias manifestaciones, para oponerse al TLC con el país del norte. Gracias a la movilización social, y pese a la persistencia oficial, el acuerdo se postergó. Fue un triunfo para los movimientos populares del país En aquellas jornadas de marchas, los movimientos denunciaron ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las acciones de discriminación y racismo cometidas por las fuerzas policiales del país. El hecho de que luego de 27 años de vuelta a la democracia, las tribus tengan que sufrir estas represiones, hace pensar que aun falta mucho por hacer para lograr una verdadera libertad e igualdad de oportunidades.

Los indígenas también apuntan contra el Plan Colombia, ahora rebautizado «Plana Patriota» por el mandatario conservador Alvaro Uribe. Si bien los gobiernos que lo apoyan sostienen que este emprendimiento, llevado a cabo por Estados Unidos y sus aliados en Latinoamérica, va a combatir el narcotráfico y las drogas, «vemos que esto no surte ningún efecto y más bien lo que están haciendo es perseguir, desplazar a los compañeros indígenas y campesinos que viven en las fronteras» afirman desde el movimiento Ecuarunari. Otras organizaciones como el Consejo de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (Codenpe), muestran su coincidencia con esta postura. Esta organización indígena se propone como otra alternativa de los pueblos frente al neoliberalismo y «terrorismo del Imperio» norteamericano. El Codenpe apuesta en el ámbito nacional a proyectos de desarrollo como sistemas de riego, agua potable, mejoramiento vial de las comunidades, incentivo a la construcción de microempresas comunitarias, producción agrícola, capacitación en derechos colectivos, sociales y culturales.

En cuanto a la relación con su vecino Colombia, se propone condenar la masacre al pueblo indígena que se encuentra movilizado contra el TLC. Además, se muestran con una postura favorable hacia el presidente de Bolivia, Evo Morales, e incluso lo apoyan como posible candidato al premio Nóbel de la Paz. Según indican los últimos censos, al menos el 15 por ciento de la población ecuatoriana es indígena. A pesar de que cada posición defiende sus intereses, tanto el gobierno como los representantes indígenas reconocen que la situación en la que viven sus comunidades es preocupante. En estos momentos, hay un importante conflicto entre los pueblos indígenas y el Estado, porque los primeros se oponen firmemente a la explotación de los recursos naturales, mientras que el gobierno y algunas empresas trasnacionales sólo se interesan por obtener más dividendos. «No es accidental que la mayoría de los últimos recursos naturales estén en territorios indígenas. Después de destruir su medioambiente, los blancos vienen a tomar los últimos territorios que nos quedan, los que hemos protegido», sostuvo Luis Macas, presidente de CONAIE. Además, agregó que «las empresas nacionales y extranjeras buscan sólo el beneficio económico y aplican tecnologías tipo chatarra que están contaminando y destruyendo cientos de formas de vida únicas en el planeta. La explotación petrolera ya causó la extinción de las nacionalidades Tetete y Zaparo, manteniéndose el peligro para los demás pueblos indígenas».

Por su parte, la Unión de Campesinos e Indígenas del Cantón Panhua (UCICP), provincia de Cotopaxi, denunció públicamente los graves hechos que están sucediendo en sus territorios. La empresa privada PROASTRO proyecta tomar el agua de los ríos Angamarca y Sindis Piñanatu, a 14 kilómetros de distancia, para construir la represa hidroeléctrica en la comunidad Yanayaku, sin una consulta a las 29 pueblos indígenas que son beneficiarias de estas cuencas hídricas. Dadas estas circunstancias, el 2 y 3 de agosto último todas las comunidades de las dos provincias organizaron una toma pacífica del Municipio de Panhua para exigir el apoyo del alcalde Mito Rubén Carrillo Salazar y del sacerdote Hernán Moregon. Si bien llegaron a un acuerdo, al día siguiente los trabajadores de la empresa continuaron con su trabajo y las comunidades intentaron impedirlo. Sin embargo, varios dirigentes fueron detenidos y aún se está exigiendo que esta empresa abandone sus tareas y que el alcalde haga cumplir lo que prometió. Así como en Bolivia Evo Morales tuvo su oportunidad y hoy tiene gran apoyo no sólo en su país, sino en gran parte de América Latina, la candidatura de Macas se muestra como otro paso hacia la integración de la sociedad y la inclusión de los pueblos nativos en la estructura política. Como ya lo hizo Evo en su pueblo, Macas también afirmó que, de ganar las elecciones, nacionalizaría los recursos naturales para que sirvan al país, y se pueda transformar la estructura económica del mismo. A pesar de que Luis Macas no ocupa los primeros puestos entre los candidatos para las próximas elecciones, es un paso cualitativo de gran alcance el hecho de que se haya postulado, y pueda contar con el apoyo de gran parte de la sociedad ecuatoriana.

Ésta quizá sea la manera más eficaz para lograr que los reclamos que intentan reivindicar los pueblos indígenas puedan llegar a buen cauce, y al fin se corten las relaciones de dominación y explotación vigentes entre el Estado y estos pueblos excluidos.

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