Recomiendo:
0

El desembarco del Comando Sur en Uruguay

Una ayudita para los amigos

Fuentes: Brecha

El gobierno tiene «gran interés» en que se instale en Uruguay una «escuela» de misiones de paz donde se entrenen militares de todo el mundo, según el subsecretario de Defensa, José Bayardi, y para ello hay tratativas con el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos. Además reconoció que los militares estadounidenses financiarán, con algo […]

El gobierno tiene «gran interés» en que se instale en Uruguay una «escuela» de misiones de paz donde se entrenen militares de todo el mundo, según el subsecretario de Defensa, José Bayardi, y para ello hay tratativas con el Comando Sur del Ejército de Estados Unidos. Además reconoció que los militares estadounidenses financiarán, con algo más de un millón de dólares, la construcción de una gran policlínica en Santa Catalina, varios centros educativos, y capacitarán a sus pares uruguayos para combatir emergencias y posibles desastres naturales.

«No es el Comando Sur del Departamento de Defensa de Estados Unidos el que busca instalar en Uruguay una escuela para entrenar militares para las misiones de paz. Es el gobierno uruguayo el que tiene un gran interés en que esto se logre», aseguró Bayardi.

El subsecretario de Defensa regresó hace pocos días de Washington de un seminario organizado por el Centro de Estudios Hemisféricos para la Defensa, que depende del Comando Sur. Bayardi fue acompañado por el ex ministro de Defensa Yamandú Fau, el director del Servicio de Inspección General de la comuna capitalina Ricardo Prato, y los legisladores blancos Carlos Moreira, Gustavo Penadés y Javier García.

En el encuentro, el jefe del Comando Sur, el general Bantz J Craddock, volvió a insistir en su vieja idea de montar una escuela para las misiones de paz en Uruguay. El general comparó el resultado de las misiones de paz con las «operaciones de estabilidad» que Estados Unidos pretende implementar en países donde la guerra prácticamente concluyó.

Es por eso que el gobierno de George W Bush invitará a Uruguay a sumarse a estas «operaciones de estabilidad» que apuntan a la reconstrucción de países devastados por la guerra, comenzando por el apuntalamiento de las instituciones políticas y judiciales.

En la reunión, de carácter informal, Bayardi coincidió con Craddock en que sería bueno para Uruguay que se instalara una escuela que entrene fuerzas multinacionales de paz. «El problema es que Argentina y Chile también quieren que se haga en su territorio, por eso cuando todos los involucrados lleguen a un acuerdo la escuela deberá ser de carácter internacional para militares de otros países de la región y el mundo», explicó Bayardi.

Craddock había lanzado esta idea en oportunidad de otro seminario que se realizó en Miami, en diciembre de 2005, al que concurrió una delegación uruguaya integrada por Fau, el director general del Ministerio del Interior Jorge Jouroff, el senador blanco Gustavo Penadés y José Wainer (entonces designado director general del Ministerio de Defensa). En aquel entonces los participantes de la reunión negaron que hubiera planes de crear en territorio uruguayo un centro de instrucción militar dedicado exclusivamente a las misiones de paz (véase BRECHA, 23-XII-05).

Unos meses antes, en junio de 2005, el general estadounidense visitó oficialmente Uruguay y le planteó su idea a varios jerarcas de gobierno y a los comandantes en jefe de las tres fuerzas.

En todas las oportunidades Craddock recibió una excelente receptividad de parte de sus pares y políticos uruguayos, quienes están convencidos de que es necesario capitalizar la experiencia que tienen los soldados uruguayos en misiones de paz, explicó Bayardi.

El subsecretario admitió un relacionamiento fluido entre las Fuerzas Armadas uruguayas y las de Estados Unidos. A esto se suma el buen momento por el que pasan las relaciones diplomáticas entre las administraciones de Tabaré Vázquez y Bush, cosa que quedó registrada con la visita del mandatario uruguayo a Estados Unidos, donde se avanzó en la posibilidad de firmar un tratado de libre comercio entre los dos países.

«Nación amiga»

El Comando Sur considera a Uruguay una «nación amiga» y, por tanto, le brindará «asistencia humanitaria» que se traduce en una inversión inicial de 1,2 millones de dólares para llevar adelante varios emprendimientos.

El Comando Sur y el Departamento de Defensa estadounidenses colaboran desde hace tiempo con el Ejército uruguayo y otras instituciones públicas y sociales. Pero esta vez los «programas de asistencia» son mucho más ambiciosos. Y polémicos.

La primera noticia de la «cooperación» militar norteña durante este gobierno surgió públicamente de una inquietud del diputado quincista Daniel García Pintos. A mediados de este mes, el legislador se mostró preocupado por la construcción de una policlínica en la zona de Santa Catalina con fondos del Comando Sur.

Primero le envió una nota al presidente de la Comisión de Defensa de Diputados, Javier García (Partido Nacional), y luego cursó un pedido de informes al Ministerio de Defensa para conocer «desde cuándo el Comando Sur está en nuestro país», y por qué «esta ayuda que brindan los militares estadounidenses no fue notificada al Parlamento».

Esto motivó una rápida respuesta de Bayardi, quien explicó que aún no se informó oficialmente a los legisladores porque «todavía no se firmó nada», aunque reconoció que existen tratativas.

Lo cierto es que con fondos del Comando Sur se construirá una gran policlínica en un predio de la Armada nacional ubicado en Burdeos y Victor Hugo, en el corazón de Santa Catalina. El costo de esta policlínica, que brindará asistencia médica y odontológica, oscilará entre los 330 y 350 mil dólares.

El centro de salud se hará en el mismo predio donde la Armada está terminando de construir 100 viviendas para el personal subalterno de la fuerza de mar. Inicialmente estaba proyectado construir 400 viviendas para los subalternos y sus familias, pero debido a la crisis de 2002 la Armada se contentó con iniciar las obras, en junio de 2003, de sólo 100 soluciones habitacionales.

En ese mismo predio la Armada cedió a la ANEP un espacio para que se construya una escuela de tiempo completo (para unos 300 alumnos) y un local donde funcionará una UTU con cursos de bachillerato tecnológico. En el convenio que tiene la Armada uruguaya con el Comando Sur se prevé que tanto la policlínica como los dos centros educativos sean utilizados por el personal militar y sus familiares, pero también por todos los vecinos de la zona.

El director general de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Tabaré González, aclaró que existe «un acuerdo entre la Armada y ASSE por el cual se podrá instalar, bajo nuestra operativa, una policlínica en Santa Catalina» (AM Libre, viernes 16).

El director de ASSE reconoció que, a su vez, «la Armada tiene un convenio con el Comando Sur por el cual éste colaborará con la Armada para la edificación y equipamiento de ese centro». González explicó que «el día que la obra esté concretada, será entregada a ASSE y nosotros, de acuerdo a lo definido, operaremos los servicios sin intromisión de nadie».

Los vecinos de la zona no están muy contentos con la idea. Es que desde casi 15 años funciona en Santa Catalina una policlínica de Salud Pública administrada, en parte, con los recursos que obtiene una comisión de salud barrial. Además existe una policlínica odontológica instalada «a puro pulmón» por un puñado de vecinos que está prácticamente terminada. Sólo falta una pequeña inyección de dinero para ponerla en marcha, explicó el ex dirigente tupamaro Jorge Zabalza, propietario de una carnicería y habitante de la zona.

«¿Por qué justo ahora tienen que construir una gran policlínica con fondos del Departamento de Defensa cuando poniendo un poquito de plata las que aquí funcionan andarían de maravillas?», se preguntó Zabalza, quien ve con preocupación la excesiva militarización de su barrio (véase recuadro).

Para Zabalza está claro que «este gobierno está haciendo los deberes al haber votado la participación de Uruguay en la Operación Unitas, al enviar cada vez más misiones de paz al Congo y Haití y al estudiar la posibilidad de firmar un TLC con Estados Unidos». En su opinión, «las relaciones entre las Fuerzas Armadas y el gobierno progresista son impecables y eso ayuda» para que el Comando Sur «cumpla su viejo sueño de tener un centro de entrenamiento militar en Uruguay».

El director de ASSE asegura, en cambio, que no existen misterios detrás de esta donación estadounidense, ya que en ese predio hay viviendas para funcionarios navales y la «pequeña policlínica» existente se verá reforzada con este nuevo emprendimiento, sobre todo en una «zona con un crecimiento demográfico importante, con decenas de miles de habitantes». González enfatizó que tanto los servicios de salud como los educativos serán abiertos a todos los vecinos «y no exclusivos para nadie».

«Asistencia humanitaria»

Los «planes de asistencia humanitaria» del Comando Sur para Uruguay incluyen mucho más que la construcción de un centro de salud y dos locales educativos. Está previsto que a «naciones amigas» como Uruguay se les brinde capacitación para prevenir y mitigar posibles desastres naturales.

Por eso, los militares estadounidenses prevén destinar unos 300 mil dólares a la construcción de dos centros especializados en la prevención de desastres y otros 90 mil a entrenamiento castrense para dar una eficaz respuesta a cualquier emergencia, como desastres naturales, confirmó Bayardi. Además, en apoyo de estas tareas, el Comando Sur destinará otros 500 mil dólares que servirán para construir un almacén de materiales de apoyo en Montevideo. El subsecretario explicó que esta ayuda será recibida y administrada por el Sistema Nacional de Emergencias, que depende directamente de Presidencia de la República.

Zabalza, en tanto, recordó que todo el Frente Amplio -con excepción del socialista Guillermo Chifflet que renunció a su banca de diputado a raíz de este episodio- votó la participación de Uruguay en la Operación Unitas.

Precisamente, las maniobras de la Unitas se iniciaron en 1959 por las fuerzas navales del Comando Sur como ejercicios militares defensivos ante una eventual agresión de la ex Unión Soviética. En 2000 la estrategia cambió y comenzaron a implementarse, en América del Sur, la Operación Unitas Pacífico y la Operación Unitas Atlántico por separado, alternando cada año el país «anfitrión».

Por todo esto Zabalza cree que «aquí se está cocinando algo muy feo a nivel militar», y recordó que «sugestivamente» en el debate sobre defensa nacional «todo el mundo ha evitado referirse a Estados Unidos, el principal agresor de países a nivel mundial».

Del otro lado del mostrador, el diputado García Pintos dijo que su partido quiere saber «de qué manera nos ata con Estados Unidos esta serie de compromisos que se mantenían en absoluto secreto». El legislador colorado recordó que cada vez que salen tropas uruguayas del país a una misión o cada vez que ingresan militares a territorio uruguayo se debe votar una ley avalando estos movimientos y que, por la información que él tiene en su poder, existen indicios de la presencia de efectivos del Comando Sur en Uruguay.

Bayardi rechazó de plano esta versión, a la que luego se sumó el Foro Batllista: «No hay ni hubo intervención de militares estadounidenses», dijo el subsecretario de Defensa. Fuentes políticas consultadas dijeron que las afirmaciones de Bayardi son correctas porque no ha existido injerencia del Comando Sur, aunque admitieron que hubo varios contactos informales con la Armada nacional.

En un intento por restar trascendencia a la presencia militar estadounidense, las fuentes dijeron que en breve se llamará a licitación a empresas uruguayas para comenzar el emprendimiento y que la idea es que la mano de obra sea, en su mayoría, de vecinos de la zona.

«Si todo esto hubiera sido llevado adelante por el gobierno de Jorge Batlle el Frente Amplio hubiera puesto el grito en el cielo: ¡el oprobioso imperio nos quiere invadir!, hubieran gritado. Pero como se hace en un gobierno de izquierda está bien», ironizó García Pintos. Otras donaciones militares estadounidenses

2 de diciembre de 2002. El Comando Sur dona equipamiento y suministros médicos al Ministerio de Salud Pública por 550 mil dólares.

7 de enero de 2003. El Comando Sur dona varios suministros médicos al Hospital Militar por valor de 2 mil dólares.

18 de febrero de 2003. La Fuerza Aérea de Estados Unidos y la Universidad de Minnesota entregan al msp y a la Universidad de la República insumos médicos, sillas de ruedas y aparatos ortopédicos por unos 10 mil dólares.

20 de febrero de 2003. El Comando Sur dona al hospital de Florida equipamiento e insumos médicos por 25 mil dólares.

9 de abril de 2003. El Departamento de Defensa de Estados Unidos, junto con varias iglesias y empresas privadas de ese país, donan al msp equipamiento médico por 4 millones de dólares.

3 de junio de 2003. El Comando Sur entrega al hospital de Paysandú una ambulancia totalmente equipada por un valor total de 50 mil dólares.

17 de julio de 2003. El Comando Sur entrega a los hospitales Pereira Rossell, Clínicas, Pasteur, Florida y Maldonado equipos y materiales de medicina por un valor de un millón de pesos.