Chevron Corp. expresó interés por explotar un yacimiento de petróleo situado entre Irak e Irán, lo que potencialmente puso a la firma norteamericana en riesgo de violar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Teherán, según comentarios en un mensaje diplomático filtrado a los medios informativos. En una reunión en marzo de 2009 y que […]
Chevron Corp. expresó interés por explotar un yacimiento de petróleo situado entre Irak e Irán, lo que potencialmente puso a la firma norteamericana en riesgo de violar las sanciones impuestas por Estados Unidos a Teherán, según comentarios en un mensaje diplomático filtrado a los medios informativos.
En una reunión en marzo de 2009 y que es descrita en el documento, el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki dijo a un funcionario de la embajada estadounidense que dialogaba con Chevron en torno al yacimiento situado entre ambos países.
Agregó que la empresa, la segunda mayor firma energética estadounidense, también contactó a los iraníes para hablar del proyecto, una versión que según aclara el documento la embajada no pudo confirmar.
Al-Maliki dijo que Irak estaba interesado en otorgar a Chevron el derecho a desarrollar el yacimiento no mencionado por nombre pero que deseaba el asesoramiento de la embajada sobre la «posibilidad política de dicho plan» debido a las sanciones estadounidenses contra Irán.
«Prefiere a Chevron para ese plan; empero, comentó que si las leyes estadounidenses impiden a Chevron realizar el proyecto, contactaría a una firma no estadounidense», dijo el mensaje fechado el 23 de marzo de 2009. Mencionó un encuentro encabezado por Patricia Butenis, en aquel entonces encargada de negocios de la embajada estadounidense en Bagdad.
Fue obtenido por WikiLeaks y difundido por primera vez en la edición del jueves del diario británico The Guardian.
Durante años Estados Unidos prohibió a las empresas energéticas estadounidenses hacer negocios con Irán debido a las sanciones impuestas a ese país farsi ante su programa nuclear.
En el mensaje, Butenis dijo a al-Maliki que «sería aplicable el derecho estadounidense en materia de sanciones, pero agregó que el gobierno revisa su política en Irán».
Chevron negó haber cometido irregularidad alguna.
«No hemos participado en discusiones mercantiles que sean, o que potencialmente podrían ser, una violación de las leyes estadounidenses. Cualquier indicación en sentido contrario es falsa», dijo el vocero de Chevron Lloyd Avram.