El presidente constitucional de Honduras informó que el 90 por ciento de los tratados comerciales y de inversión son con los Estados Unidos, y que las medidas tomadas por el Gobierno norteamericano han sido suaves y tibias contra los golpistas.
Tras una rueda de prensa en medio de lo que es su visita a Perú, el mandatario señaló que «el señor Micheletti no lo eligió nadie, él ha establecido una dictadura militar, y en Honduras está prohibida la reelección. En mi gobierno no estuvo plateada esa posibilidad, es invento de ellos para justificar el golpe».
Explicó que lo que se quería era hacer un cambio en la política de ese país, con el fin de acabar con problemas como la pobreza.
Zelaya declaró que ha recibido un gran apoyo de parte de los Gobiernos Latinoamericanos, y que se están tomando las medias diplomáticas y económicas necesarias para ir apretando al gobierno de facto de Roberto Micheletti, hasta lograr su salida del poder.
«Estamos en una lucha contra un golpe de Estado. Estoy visitando varios países atendiendo invitaciones en defensa de la democracia», dijo Zelaya en declaraciones a periodistas en el aeropuerto internacional de Lima «Jorge Chávez».
Manuel Zelaya llegó a Perú, luego de una escala en Nicaragua, acompañado de su canciller, Patricia Rodas.
Zelaya, quien busca el respaldo regional para recuperar el poder en su país, señaló que después de visitar a Perú tiene «una invitación pendiente para ir a Washington».
Pese a la condena unánime de los Gobiernos americanos al golpe de Estado, la mayoría de países de la región sólo han anunciado acciones de carácter diplomático, muy pocos han sido los que incluyeron medidas económicas, comerciales o de otro tipo.
Perú es uno de los pocos países que todavía mantiene sus delegaciones diplomáticas en Honduras, por lo que aún se espera una posición firme ante el golpe de Estado por parte del primer mandatario de ese país, Alan García.
Tras sus breves declaraciones, el presidente depuesto abandonó el aeropuerto escoltado por varios vehículos de la Policía.
Zelaya fue derrocado del cargo por un golpe de Estado el pasado 28 de junio, tras lo cual el Gobierno fue asumido ilegalmente por Roberto Micheletti, quien para entonces era presidente del Congreso hondureño.
Actualmente, miembros de diversos movimientos sociales en Honduras dieron a conocer sus testimonios de abusos por parte de las autoridades policiales ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la cual, desde esta semana, se encuentra de visita en el país centroamericano para conocer sobre estos excesos.
Posición Peruana
La visita del presidente constitucional Manuel Zelaya fue considerada como «de trabajo» y «con honores restringidos» por el canciller peruano, José Antonio García Belaunde, quien llamó a seguir la hoja de ruta del Plan Arias y utilizar la OEA para el regreso de la democracia a Honduras.
Previo a la reunión de ambos dignatarios, el canciller peruano señaló que «todos los países gradúan las visitas, y no siempre se otorgan los mismos honores ni preeminencias. ‘La de Zelaya’ la llamaríamos una visita de trabajo. Va a haber honores pero muy restringidos y después sólo el encuentro con el presidente».
García Belaunde respalda el » Plan Arias» el cual considera como un » instrumentos para lograr una solución democrática en Honduras».
Lo ideal, según García Belaunde, es «aceptar el Plan Arias, llevar a cabo el proceso electoral que está pendiente en Honduras y hacer la transición del mando el próximo año».
El Plan Arias -planteado por el presidente costarricense Óscar Arias- prevé la restitución de Zelaya en el poder, la constitución de un gobierno de unidad nacional, amnistía para los delitos políticos y el adelanto en un mes de las elecciones generales del 29 de noviembre.
No obstante el gobierno de facto de Roberto Micheletti ha dejado claro que no aceptará la restitución del mandatario legítimo en el poder.