Primero, veamos el velo de lágrimas de hoy, y luego levantémoslo para revelar un futuro mejor posible. La alianza de defensa transatlántica se ha ido expandiendo y flexionando sus músculos. Rusia y China se sienten amenazados y están tratando de asegurar su influencia regional a cualquier precio. Los EE.UU. han comenzado a modernizar sus armas […]
Primero, veamos el velo de lágrimas de hoy, y luego levantémoslo para revelar un futuro mejor posible.
La alianza de defensa transatlántica se ha ido expandiendo y flexionando sus músculos. Rusia y China se sienten amenazados y están tratando de asegurar su influencia regional a cualquier precio. Los EE.UU. han comenzado a modernizar sus armas nucleares con costos estimados de hasta un billón de dólares. Afectadas por esta modernización también están las armas nucleares ubicadas en Alemania. La Guerra Fría está en boca de todos nuevamente, y un veloz «calentamiento climático» parece estar en proceso. EE.UU. está presionando a los países miembros de la OTAN para que aumenten su gasto militar al 2% de su PIB. En todo el mundo el gasto en armas se eleva actualmente a 1,7 billones de dólares. «El mundo está sobre armado y la paz carece de fondos suficientes», como expresó muy bien el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La paz no llega fácilmente
Eso no es todo. El desastre en el Medio Oriente es una tragedia sin fin que ha creado grandes movimientos de refugiados, gente que se ahoga en el mar Mediterráneo, fanatismos religiosos y el surgimiento de grupos terroristas. Turquía, miembro de la OTAN, recibe carta blanca, y el megalómano gobierno de Erdogan es sólo el comienzo. Los excesos de violencia dominan las noticias del día, trátese de un alboroto, unos ataques terroristas por parte de un solo autor o por redes terroristas tales como el EI, eso no importa mucho. Tal vez queda por añadir que el movimiento por la paz se está debilitando en todo el mundo y sólo puede soñar con movilizaciones internacionales, como aquella de 2003 en contra de la guerra de Irak.
Como tantas otras cosas en este mundo, la paz no llega fácilmente, y no se trata únicamente de la ausencia de conflictos militares. La paz es una superación creciente de la violencia en sus diversas formas de expresión, ya sea violencia física, violencia económica, opresión, discriminación, fanatismo, etc.
No hay paz sin reconciliación
No fue casualmente que el lema «Por una atmósfera de paz» fuera escogido para el Congreso Mundial que se realizará en Berlín, organizado por la Oficina Internacional de la Paz desde el 30 de septiembre al 02 de octubre. Luchar por la paz significa enfrentar la contaminación de la violencia en la sociedad y en el entorno personal, enfrentar y crear un ambiente de tolerancia y no violencia, extender la esperanza, ser útil, ser solidarios y estar unidos, defendernos unos a otros, acercarse a los demás, comunicarse abiertamente, hacer frente a los prejuicios y resolver los conflictos de manera no violenta. Entonces, y sólo entonces, tendrá sentido ir a las calles para impedir que nuestros políticos, encabezados por los intereses económicos del complejo militar-industrial, sigan dando vueltas a esta espiral de violencia que conduce a la humanidad hacia un desastre global.
Hagamos frente al desafío por la paz. Berlín parece ser el lugar correcto, y este Congreso por la Paz es la ocasión propicia para llamar a todo el mundo a hacer un símbolo de la paz en la víspera del Día Internacional de la No Violencia (el cumpleaños de Mahatma Gandhi), el 1 de octubre. Debería ser un símbolo humano para la Paz y la No Violencia, un acto de reconciliación individual. ¡Sin reconciliación no hay paz!
La búsqueda de la paz comienza en nuestro propio corazón y debe ser llevado hacia el mundo y a las calles. Y ojalá allí nos encontremos…
Fuente: http://www.pressenza.com/es/2016/08/1-de-octubre-en-berlin-hagamos-frente-al-reto-por-la-paz/