Hace diez años murió Celia Hart, pero ya desde mucho antes había visto con claridad el derrape derechista del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) dirigido por Daniel Ortega. Las opiniones de Celia sirven para probar la impostura de quienes pretenden apoyar los crímenes masivos contra la juventud nicaragüense que, desde abril de 2018, viene […]
Hace diez años murió Celia Hart, pero ya desde mucho antes había visto con claridad el derrape derechista del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) dirigido por Daniel Ortega. Las opiniones de Celia sirven para probar la impostura de quienes pretenden apoyar los crímenes masivos contra la juventud nicaragüense que, desde abril de 2018, viene cometiendo el gobierno Ortega-Murillo, en nombre de una supuesta «revolución» que hace tiempo fue traicionada.
Desde la reelección de 2006, Celia denunció que la dirección sandinista había desteñido la bandera rojinegra, cambiando el rojo por el rosa, con sus pactos con la derecha. Toda esta crítica la hacía teniendo en un lugar especial de su corazón a la Revolución Nicaragüense de 1979, que ella y su madre, Haydée Santamaría, habían apoyado entusiastamente.
«…la dirección del FSLN sin sacar las cuentas necesarias, apeló por cuatro veces a las urnas. Cada vez se despintaba más el rojo de su bandera. Ahora creen que por fin ganaron la batalla./Sucede que han volteado tanto a la derecha, que ya es un partido electoral y que aquella organización revolucionaria que nos hizo vibrar en los 80, es uno más de los partidos electorales que nos andan sobrando en nuestra región./Los sandinistas y sus seguidores, entre los que me cuento, debemos denunciar a viva voz que nos han expropiado el nombre y se lo han colocado a un partido que ha considerado oportuno la unidad con los enemigos para vencer» (18/11/2006).
En sus últimos dos años de vida Celia dedicó al menos tres artículos a Nicaragua: «Elecciones rosa en Nicaragua«, publicado en Rebelión el 18 de noviembre de 2006; «¿Se han descompuesto los tinteros de la izquierda?«, publicado en Kaos en la Red el 28 de junio de 2008; y «En solidaridad con Ernesto Cardenal«, publicado el 28 de agosto de 2008 en Kaos en la Red.
El primero es una crítica feroz a la forma en que el FSLN gana las elecciones de 2006, sus pactos con la derecha y la cúpula reaccionaria de la Iglesia Católica, encabezada por el obispo Obando, así como los coqueteos con Estados Unidos. Buena parte del artículo es un contrapunto con declaraciones de Tomás Borge al diario Clarín de Argentina.
El segundo artículo, está dedicado a la ilegalización del partido opositor MRS, la cual respalda pese a su desconfianza en la dirección danielista; el último es un comunicado de apoyo al poeta frente a un juicio y multa que se la había impuesto en Managua y una condena a la persecución que había montado en su contra el gobierno del FSLN.
Además de estos artículos, Celia Hart se solidarizó con las denuncias de las feministas nicaragüenses contra la violación de Zoliamérica Narváez por su padrastro Daniel Ortega. La suma de estas opiniones le costó a Celia que el gobierno nicaragüense le negara la visa de entrada al país centroamericano en julio de 2008, y que el embajador nica fuera personalmente a quejarse a instancias directivas del Partido Comunista Cubano, pese a que Celia había sido expulsada de ese partido cuando asumió públicamente su compromiso con el trotskismo.
En «Elecciones rosa en Nicaragua«, cita a Daniel Ortega y le responde:
«Demos gracias Dios que nos da fortaleza, que nos da fuerza de espíritu, para seguir luchando por el Trabajo, por la Paz, por la Reconciliación» (5), dijo Daniel Ortega en el discurso en que cerraba su campaña. Es esa la Unidad, la Unidad incompatible, fatua y banal de los grupos humanos que se encuentran en lados opuestos de la barra y entre los que nunca podrá haber unidad. ¡Ni Jesús al que tanto se empeñan en proclamar ahora, confió en esa unidad! Recordad nada más aquel ojo de aguja por donde aquellos camellos no podían transitar de la cita bíblica.»
Luego sigue con las declaraciones de Tomás Borge a Clarín:
«Escuchemos lo que le dijo Tomás Borge, comandante fundador del FSLN a un periodista del Clarín:
¿Cómo no vamos a querer tener buenas relaciones con ellos (Estados Unidos) ? Un país económicamente fuerte, que si quisiera podría ser de gran ayuda para Nicaragua y para sacar a este país de la pobreza. Si nos ayudan, estamos dispuestos a abrazar al gobierno de Estados Unidos, con el corazón abierto».
Corazón abierto a los Estados Unidos de Norteamérica que asesinó a la revolución nicaragüense ¿Qué es lo que ha cambiado en ese gobierno que no sea para peor?
A la pregunta de a qué Borge llama izquierda, responde:
«Trabajar por los pobres, pero sin pelearnos con los ricos, porque eso es posible. Ser antiimperialistas, como lo somos, y buscar cómo salir del atraso. Y también ser decentes, apegados a una ética y a principios morales».
Pero al colmo se llega cuando Tomas Borge pide disculpas por la revolución nicaragüense:
«Mire, ojalá vuelva una parte de la Revolución, aquella de la salud para todos, la alfabetización, el descenso de la mortalidad infantil y materna. Fuimos un país muy digno y lo dejamos en claro ante quienes querían dictaminar qué debíamos hacer. Pero fuimos arrogantes y espero que no regresen los males de una reforma agraria arbitraria, la nacionalización del comercio interior o las arbitrariedades que se dieron con las expropiaciones, por ejemplo y los recortes a las libertades públicas y de expresión».
No me entero todavía como harán justicia social con mecanismos de propiedad sobre los medios de producción en uno de los tres países más pobres de la región.
Tan es así que el líder del Partido Nacional Liberal Ricardo Castillo Quant militante del otrora partido de Anastasio Somoza expresó con sinceridad pasmosa:
«Los sandinistas han pedido perdón al pueblo de Nicaragua y debemos apreciar que lo que pasó ya no tiene remedio, pero hay que hacer esfuerzo de dejar el pasado y comenzar de nuevo».
Continúa Celia preguntándose cómo manejará Ortega su respeto al TLC con Estados Unidos y su pertenencia al ALBA impulsado por Hugo Chávez, y su nueva intimidad con el archirreaccionario obispo Miguel Obando:
«No sólo esto, como citan muchos analistas, Daniel Ortega intenta mantener TLC firmado con los Estados Unidos (CAFTA), a pesar de iniciar colaboraciones con el ALBA, liderada con la Venezuela bolivariana y Cuba socialista. ¿Como logrará hacer compatibles ambos proyectos?, sólo Dios lo sabe, porque ambos proyectos, a decir del Presidente Chávez, son diametralmente opuestos y excluyentes. Daniel Ortega se ha aliado burdamente a Arnoldo Alemán, el político más corrupto que haya conocido Nicaragua, más aun, su vicepresidente es uno de los contra que con el apoyo de Ronald Regan y la CIA asesinaron a cientos de jóvenes sandinistas que trataban de salvar la revolución de Sandino.
Y como broche dorado para el nuevo traje del mal llamado sandinismo, los que otrora levantaban la bandera rojinegra, se codean con la iglesia de la derecha que coadyuvó a destrozar la revolución. Nuevos aliados de Ortega son el Arzobispo de Managua Leopoldo Brenes y el Cardenal Miguel Obando, que tanto daño hicieron a la verdadera religión, allá en otros lejanos tiempos, cuando la teología de la liberación era quien representaba a Dios y a los pobres en Nicaragua .»
Celia fustiga a Borge y su «autocrítica» en Clarín que en realidad es la confesión de una traición a los principios con que Carlos Fonseca fundó el FSLN. También denuncia la ilegalización del aborto terapéutico por los diputados danielistas para quedar bien con la derecha católica:
«Tomás Borge por su parte en esa lamentable entrevista el 8 de Noviembre en el Clarín. a una pregunta sobre la concepción que tenía sobre la izquierda dijo que la revolución sandinista no fue de izquierda:
«No, aquello no era izquierda, fuimos insensatos, arrogantes, burócratas y fuimos una frustración por los errores que cometimos. Ahora somos una izquierda realista, lúcida, fieles a los intereses de los pobres».
Al buen entendedor… basta con esto. La Nicaragua revolucionaria por la que dieron la vida tantos hombres y mujeres, inspirados en el ejemplo de Carlos Fonseca Amador, todos ellos, fueron insensatos y burócratas. ¡Válgame Dios!
Ni siquiera es esto lo más vergonzoso: Esta reconciliación con la derecha de la iglesia católica es un bofetón a los verdaderos creyentes.
Hace pocas semanas los «danielistas» votaron en el Congreso la anulación de la ley que permitía abortos terapéuticos. Una ley que estuvo presente incluso en los gobiernos más trogloditas. Ahora se deroga a expensas de lo que fue una revolución. ¿Cómo explicar que en eso consiste la política, como se cansan los «políticos» de decirme?
La señora Murillo, esposa y jefe de campaña de la cosa esa que se llama: Unidad Nicaragua Triunfa , que venció en las elecciones del pasado día 5 de Noviembre, ha confesado que:
«Nosotros, precisamente porque tenemos fe, tenemos religión; porque somos creyentes, porque amamos a Dios sobre todas las cosas, es que hemos sido capaces de sobrellevar tantas tormentas, ¡sin inmutarnos! únicamente, aprendiendo de cada dificultad, lo que el Señor ha querido enviarnos como lección, como aprendizaje. Por eso también defendemos, y coincidimos plenamente con la Iglesia y las Iglesias, que el aborto es algo que afecta, fundamentalmente a las mujeres, porque ¡jamás nos reponemos del dolor y el trauma que nos deja un aborto! Cuando las personas tienen o han tenido que recurrir a eso, jamás se reponen».
No sé dónde estaba escondido Dios frente a tantos niños hambrientos y desvalidos, no acabo de entender cuál aprendizaje extrajeron en estos 16 años que no fuese la alianza con los asesinos de los pobres.»
Y sigue Celia opinando sobre la señora Rosario Murillo y la ley antiaborto:
«Por otra parte constituye un asesinato en serie penalizar el aborto terapéutico, mas cuando eso se hace para ganar unos votos, se convierte en una criminal ironía.
¡No señora Murillo! ¡De lo que no nos reponemos las mujeres es de no decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras prioridades! ¡De lo que no nos reponemos es que una niña de 12 o 13 años sea violada y deba parir aunque no esté en condiciones de cuidarse siquiera a sí misma! ¡La que no se repondrá nunca es la vida de la joven que murió sin asistencia médica por un embarazo que requería bajo las más elementales normas éticas de ser interrumpido frente a los ojos de los galenos, que no sé si a la sazón puedan dormir en paz! La joven y el bebé murieron sin piedad. Hipócrates sin dudas les cobrará a esos médicos no haberla salvado.
Los ricos no tienen problemas. Viajan a los Estados Unidos o a Europa y abortan o componen el embarazo Esa derogación es contra las mujeres pobres.
Los movimientos feministas de Nicaragua y de América Latina deberemos luchar contra la derogación del derecho al aborto. El colmo que se haga eso en nombre de la revolución espiritual».
Por último, Celia es consciente de que van a cuestionar su opinión sobre Daniel Ortega citando a Fidel Castro, y responde:
«Para terminar no se me olvida lo que mis críticos van a reprocharme sin dudas: Que el Comandante Fidel dio su apoyo a Daniel Ortega.
Lo sé; y me he tardado tanto en escribir pensando en eso. No sólo por la devoción que le tengo, mucho más en estas circunstancias concretas en que se encuentra su salud, mas en las noches de insomnio, debatiéndome en este dilema, volví a pensar que una cosa es el Presidente de Estado Fidel Castro, al que por supuesto le alegra que un gobierno neoliberal sea derrotado en la región, sean cual sean las circunstancias; y otro es mi Comandante de verde olivo, que a diferencia de Daniel Ortega nunca se ha cambiado su traje, a ése que sufre por cada niño o mujer que muere en el mundo; que abre la puerta de nuestros escasos recursos para los pobres, a ése para el cual la política es la verdad y nos ha enseñado a ser honestos… a ése es al que le debo entera lealtad.
Sí, al Comandante en Jefe le estoy siendo fiel, aunque muchos me griten lo contrario, aunque él mismo pueda recriminar estas líneas «.
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