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Analizan logros de Venezuela, subsidios agrícolas y las "mentiras" de Bush sobre Irak

Cumbre alternativa inicia debate contra las políticas del G-8

Fuentes: La Jornada

Una campaña de sindicalistas colombianos contra la multinacional Coca Cola, la experiencia del gobierno del presidente Hugo Chávez en Venezuela, los subsidios de las potencias económicas a sus agricultores, la formación del Estado palestino y las «documentadas mentiras» del presidente estadunidense George W. Bush y el primer ministro británico Tony Blair sobre armas de destrucción […]

Una campaña de sindicalistas colombianos contra la multinacional Coca Cola, la experiencia del gobierno del presidente Hugo Chávez en Venezuela, los subsidios de las potencias económicas a sus agricultores, la formación del Estado palestino y las «documentadas mentiras» del presidente estadunidense George W. Bush y el primer ministro británico Tony Blair sobre armas de destrucción masiva en Irak, fueron los temas que abordó ayer aquí la «Cumbre Alternativa» al Grupo de los Ocho (G-8).

Unas 5 mil personas asistieron en la Universidad de Edimburgo a la primera serie de debates de la reunión alternativa al encuentro anual de los dirigentes de los siete países más industrializados del mundo -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón- más Rusia.

En uno de los foros fue expuesto el boicot que emprendió en julio de 2003 el sindicato colombiano de trabajadores de alimentos y bebidas (Sinaltrainal), con el respaldo del Foro Social Mundial, para protestar por la alianza de la compañía con grupos paramilitares para deshacerse de sindicalistas que laboran en las plantas de Coca Cola en Colombia, particularmente en Antioquia y Carepa.

La Cumbre Alternativa es la primera de una serie de actividades que organizaciones no gubernamentales de todo el mundo realizarán en Edimburgo con motivo de la cumbre del G-8 en Gleneagles, 70 kilómetros al norte de la capital escocesa.

De acuerdo con el diario inglés The Guardian, la policía en Edimburgo teme que una manifestación anticapitalista y anarquista programada para la tarde de este lunes se convierta en «un magneto» que atraiga a opositores que intenten causar disturbios, como ha sucedido durante los encuentros del llamado club de países ricos.

«Carnaval del pleno gozo»

La protesta del lunes fue denominada «Carnaval del pleno gozo» y fue convocada por una asociación de grupos opositores británicos, llamada Dissent (Disidente).

El sitio del encuentro es la zona oeste del centro de la ciudad y la policía teme que los manifestantes traten de llegar hasta las puertas de empresas bancarias y de seguros en el «distrito financiero» de Edimburgo.

«Nuestro problema es que no tenemos una idea de cuál será la forma de protesta», expresó un portavoz de la policía local.

La institución no ha dado un dato de cuántas personas esperan para el «carnaval», pero reportes de la prensa inglesa indican que en sitios públicos de Edimburgo y la localidad próxima de Stirling están «llenas de miles de manifestantes anticapitalistas».

Para este lunes, entre 5 mil y 10 mil personas intentarán bloquear el mayor conjunto militar en Escocia, situado en la localidad de Faslane, que sirve además de base para los submarinos nucleares británicos Trident.

«Sabemos que 50 autobuses vienen en camino. Hemos tenido antes bloqueos de un millar de personas, pero esta vez habrá mucho más», anunció a The Guardian el portavoz de la base.

La cumbre del G-8 se realizará del 6 al 8 de julio en un lujoso hotel de Gleneagles. La prensa británica señaló que para el miércoles, la mayor preocupación de las autoridades será tratar de impedir la llegada de los manifestantes hasta el sitio del encuentro, que está rodeado por una valla de seguridad.

La presencia de George W. Bush en Europa ha generado preparativos especiales de protesta, particularmente en Copenague, Dinamarca, donde se tiene prevista una visita oficial el martes por la tarde. El mandatario pasará la noche en la residencia real ubicada en el castillo Fredensborg, acompañado de su esposa Laura.

Unas 50 organizaciones anunciaron la realización de manifestaciones ese día con la consigna «Paren a Bush», y calcularon que unas 20 mil personas saldrán a las calles de la capital danesa, convocadas por agrupaciones juveniles, partidos políticos de izquierda y asociaciones de musulmanes. La marcha concluirá en el barrio hippie de la ciudad, conocido como Christiania.

La policía de Copenague dio a conocer que vigilará la marcha en combinación con el ejército y los servicios secretos del gobierno danés.

Respecto a los temas que la cumbre del G-8 discutirá en Escocia, Alemania, Francia y Rusia expresaron hoy su confianza en que los mandatarios aprobarán un acuerdo que reconozca el impacto de las actividades humanas en el calentamiento global, a pesar de las reticencias mostradas en días recientes por los negociadores estadunidenses de la declaración final.

Las afirmaciones de confianza fueron hechas por los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Francia, Jacques Chirac, y por el canciller federal alemán, Gerhard Schroeder, quienes tuvieron este domingo un encuentro formal en el balneario de Svetlogorsk, un enclave ruso situado entre Polonia y Lituania, sobre el mar Báltico.

Washington se ha negado a ratificar el Protocolo de Kyoto, que propone reducir las emisiones de dióxido de carbono para frenar el llamado efecto invernadero.

Las declaraciones de Chirac coinciden con notas de la prensa inglesa de este domingo, según las cuales Bush hizo concesiones sobre el tema para evitar su aislamiento en la cumbre de Escocia.

The Sunday Times y The Observer dijeron que negociadores estadunidenses han dado señales a los británicos de que Bush reconocerá el calentamiento de la Tierra, para evitar que Siete de los Ocho aprueben la declaración final sin él.

Sin embargo, en declaraciones a la televisión británica -cuya transmisión está programada para este lunes por la noche-, Bush dejó abierta la duda de cuál será su posición sobre el cambio climatológico, al señalar que eso puede tener consecuencias en la economía de su país y que en última instancia su decisión cuidará lo que sea «mejor para los estadunidenses».

Por otra parte, el papa Benedicto XVI reiteró su llamado al G-8 a que adopte medidas concretas para «erradicar la pobreza y ayudar a un verdadero desarrollo de Africa»