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Italia

Llega la huelga virtual

Fuentes: Diagonal

Como explicó el sociólogo del trabajo Luciano Gallino en Il Manifesto: «Ahora hay que tener miedo. Lo de la limitación del derecho de huelga es un camino que sabemos dónde empieza pero no dónde acaba. El Gobierno empieza con los transportes, luego pasará a todos los servicios públicos y finalmente, por coherencia, la avalancha atropellará […]

Como explicó el sociólogo del trabajo Luciano Gallino en Il Manifesto: «Ahora hay que tener miedo. Lo de la limitación del derecho de huelga es un camino que sabemos dónde empieza pero no dónde acaba. El Gobierno empieza con los transportes, luego pasará a todos los servicios públicos y finalmente, por coherencia, la avalancha atropellará al sector privado». Por orden. A finales de febrero el Gobierno Berlusconi aprobó una ley sobre el control de las huelgas en transportes. El ministro de Estado Social, Sacconi, inspirador de la maniobra, introdujo la huelga virtual, por la que los trabajadores estarán de servicio sin sueldo.

Éste será transferido a una caja de beneficencia, junto a una cantidad puesta por la empresa. Gallino explica que «en realidad, en el texto de la Ley Delega no aparece la palabra transporte». Se pretende impedir las formas de lucha que limiten la circulación, como los bloqueos de carreteras, y aclara «la prohibición de formas de protesta o abstención del trabajo en cualquier actividad o sector productivo que, por duración y modalidad de actuación, puedan ser lesivas del derecho a la movilidad y a la libertad de circulación». Los campos de aplicación de este recorte son ilimitados, desde una empresa de cátering a una de mantenimiento.

Mientras las centrales CISL y UIL se han declarado a favor, Epifani, secretario general de CGIL, habló de «cambio autoritario» y llamó a una movilización nacional el 4 de abril. Cremaschi, secretario adjunto de los metalúrgicos de CGIL, fue más explícito: «El Gobierno quiere golpear el derecho de huelga porque sabe que en los próximos meses habrá más conflictos sociales debido a la crisis y a su manejo erróneo e injusto. Controlar la libertad, imponer de forma autoritaria las decisiones y reprimir el desacuerdo son características típicas de las sociedades antidemocráticas y, en nuestra historia, es la característica auténtica del fascismo».

Los sindicatos de base denunciaron el afán «de querer hacer callar a los trabajadores, mientras celebran los delitos en el sector de transporte -Fs, Tirrenia, Alitalia- con miles de excedentes y despidos y el consecuente agravamiento de la calidad del servicio y de los costes/hora». Los sindicatos de base convocaron una huelga general para el 23 de abril. Las siglas del sindicalismo de base Cub/RdB, Cobas y SdL firmaron el Pacto de Base al final de una gran asamblea nacional que se produjo en Roma el 7 de febrero. Leonardi, coordinador de RdB, reconoció que «la crisis ha venido a unirnos», pero también contribuyó el «formidable éxito de la huelga general de octubre», que unió a millones de trabajadores y la impresionante manifestación de Roma con que concluyó esa jornada. Además de plantear una plataforma y la coordinación a nivel confederal y de sector, el pacto promociona la movilización del 28 de marzo, cuando estarán en Roma los ministros económicos del G-14 para debatir sobre amortiguadores sociales frente a la crisis.

http://www.diagonalperiodico.net/spip.php?article7489