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Honduras

Alba Ochoa: «Al salir de prisión mi compromiso es mayor con la Resistencia al golpe de Estado»

Fuentes: El Clarín de Chile

La actriz de teatro Alba Ochoa (1957) vivió 4 horas en un limbo jurídico, luego de ser arrestada no se tenían noticias del centro de reclusión al que sería remitida. Mediante la gestión de las Organizaciones Defensoras de Derechos Humanos se hizo pública la historia de las agresiones sufridas y la detención ilegal del pasado 12 de agosto. En entrevista con Clarín.cl habla de su trayectoria en las tablas del Teatro Memorias y otros temas de interés sobre la realidad hondureña.

MC.- Alba, ¿cuál fue el motivo de tu viaje relámpago a El Salvador?

AO.- Nos invitaron de parte de la Fundación Friedrich Ebert para asistir a un foro con el título: Las Izquierdas haciendo gobierno.

MC.- ¿Qué percepción tienen en El Salvador sobre el golpe de Estado en Honduras?

AO.- Están preocupados, con los grupos que pude hablar de las repercusiones que pueden traer para Honduras y el resto de Centroamérica. En el caso de El Salvador inician un gobierno con un Frente de Izquierda y piensan esto mismo -del golpe de Estado- puede resultar en su país; por lo tanto no es problema exclusivo de los hondureños, sino de todos los latinoamericanos.

MC.- En el plano personal, ¿cómo sobrevives al golpe instaurado el 28 de junio y de qué forma viviste el limbo jurídico de tu detención ilegal?

AO.- El 12 de agosto cuando fui detenida, cambió mi percepción sobre lo que es el golpe de Estado en Honduras, antes tenía una participación continua, iba a las marchas, yo apoyaba las actividades que se hacen desde la Resistencia, pero a partir del 12 de agosto mi compromiso es mayor, sufrir la represión carne propia me ha puesto en una situación diferente, no sólo por lo que me pasó a mí, sino a todos mis compañeros que fuimos arrestados y a los nuevos que caen en la misma prisión y represión que nosotros. Hemos organizado el Comité de Perseguidos y Presos Políticos, estamos desarrollando algunas actividades para los que todavía retienen en la cárcel el régimen de facto, para los que vivimos con medidas sustitutivas (libertad condicional), de apoyarnos internamente y denunciar las violaciones que comete la dictadura.

MC.- Entiendo la desconfianza en las autoridades locales, suena sicótico exigir Justicia a los tribunales de una dictadura, sin embargo ustedes para no evadir el procedimiento, ¿han denunciado los crímenes antes las autoridades de facto?

AO.- Es lo que estamos haciendo en este momento, hemos ido a interponer la denuncia ante el Ministerio Público, ante los Fiscales y al Departamento de Asuntos Internos de la Policía toda la represión y golpes que nos dieron los uniformados, tratamos de cumplir ante las autoridades con las denuncias a nivel local, porque así procede. Como vos decís Mario, es difícil tener confianza en estas autoridades cuando hemos pasado por un Juicio con tantas irregularidades, viciado completamente, donde la Fiscalía y la policía estaban coludidas; cuando el Juez, aún sin contar con las pruebas contundentes, nos niega la libertad definitiva, nos deja con Auto de Prisión y a otros con Libertad Condicional, sin embargo cumplimos para ver sin queda algún resquicio dentro de este sistema corrupto.

MC.- ¿Paralelamente han denunciado las violaciones ante las Organizaciones Defensoras de los Derechos Humanos?

AO.- Paralelamente a las denuncias ante las autoridades de facto, también estamos denunciando ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), siempre venimos aquí con los compañeros para que se documente nuestro caso y ante las delegaciones internacionales que han hecho visitas oficiales, por ejemplo ante la Comisión Interamericana de DDHH de la OEA; el domingo arribó el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU. Por supuesto denunciamos las violaciones ante los medios de comunicación, para que la prensa se dé cuenta y compare con las palabras del gobernante de facto, dice que: «no hay muertos, que no existen presos políticos que aquí todo esta normal» (sic), pero Micheletti se contradice cuando emite un decreto de Estado de Sitio, cuando implanta el Toque de queda, si todo fuera normal, no tendría necesidad de invocar esos mecanismos.

MC.- ¿La prensa local ha recibido sus denuncias y brindado espacios correspondientes?

AO.- Cuando todavía estaban al aire Radio Globo y Canal 36 sí, pero ahorita estamos mudos, a nivel nacional estamos mudos. Los únicos que tienen voz y medios en este momento son los golpistas; cuando fuimos detenidos la prensa local nos presentaba como vándalos, como delincuentes, a pesar de que no éramos juzgados y las pruebas de la fiscalía no son contundentes ni fehacientes la prensa ya nos había juzgado, sin que los Jueces emitieran el veredicto la prensa ya había dictado la condena; estamos ante una prensa al servicio de los golpistas y como vos decís nos vemos obligados a buscar el apoyo de la prensa internacional, teleSUR ha jugado un papel relevante, enlazando con otras cadenas de la prensa española, y con los compañeros periodistas de México, Chile, Argentina que desarrollan un papel muy importante comunicando lo que pasa en Honduras.

MC.- Eres actriz de teatro, al parecer, después del golpe, ustedes desempolvaron las obras emblemáticas para denunciar a las dictaduras latinoamericanas, por ejemplo «El Generalito» ¿Cómo han improvisado la puesta en escena de viejos libretos?

AO.- Nuestra Asociación Cultural Memorias vive una tercera época, somos un grupo que ha vivido varios procesos desde 1976 haciendo un trabajo artístico en el país; iniciamos con lo que llamamos Teatro Obrero del Pueblo Unido (TOPU) que era un grupo de teatro político-callejero y realizábamos obras de creación colectiva abordando temas políticos de actualidad, como el problema agrario, el sindical, las violaciones a los DDHH y el conflicto armado con El Salvador. Después pasamos a la década de 1989, donde el teatro toma otra dimensión más profesional, porque los integrantes de la compañía al principio éramos estudiantes, incluso compañeros analfabetas que participaban en el teatro, pero con el Grupo de Teatro Rascaniguas ya somos profesionales, egresados de la escuela de música y la preocupación no es exclusivamente del contenido, sino también es importante la forma; en el TOPU el contenido era lo importante, era un teatro panfletario, pero hicimos un balance entre la forma y el contenido, lo presentamos en salas, se trabajaba con mayor infraestructura, montamos obras con un contenido político social: El canto del fantoche lusitano (obra que analiza al sistema capitalista, tomando como escenario con la revolución en Angola); El extensionista…

MC.- De Felipe Santander, Premio Casa de las Américas…

AO.- Sí, es la obra de un dramaturgo mexicano, la presentamos con organizaciones campesinas; todavía queda en la memoria el trabajo en escena de Rascaniguas. En la década de 1990 vino un bajón, entramos en otra etapa y era más puntual, al año se presentaba una obra. La Asociación Memorias se inició a mediados de los 90 con una perspectiva ambiental, desarrollamos un trabajo con escuelas, en los barrios, sobre el tema de la basura y el medio ambiente, también se hizo una obra muy importante: Enemigo del pueblo, en honor de Janeth Kawas una ambientalista que fue asesinada por proteger la Zona de Punta Sal y la obra de teatro se presenta muy acorde a la situación que ella había vivido; Memorias montó a Henrik Ibsen, Lope de Vega (Fuente Ovejuna), Molière (Tartufo), Aristófanes (Lisístrata), además del teatro clásico montamos Los monólogos de la vagina (Eve Ensler). Así llegamos a la actualidad, el 27 de junio presentamos La posada de Mirandolina (obra del teatro italiano, sobre el silgo XVIII) esa noche nos despedimos del auditorio «nos vemos mañana en La Cuarta Urna», haciendo un llamamiento a participar, porque habían tantos rumores del golpe de Estado y nos despertamos con la noticia del secuestro del Presidente Zelaya, no lo podíamos creer y fuimos a Casa Presidencial ahí pernoctamos hasta que nos reprimieron; a partir de ese momento nos dimos cuenta que debíamos cambiar la dinámica de nuestro trabajo y después del desalojo comenzaron las marchas de la Resistencia y nosotros regresamos al teatro callejo, el teatro de sala quedó en un segundo término, ahora vamos a los barrios y plazas, adaptando elementos de lo hecho en el año 1976 con el TOPU, así nació El gran golpe y El Generalito (del dramaturgo chileno Jorge Díaz). Ayer nos presentamos en el barrio Villanueva y hoy día en la Villa Olímpica, el teatro nos ayudará en la organización popular.

MC.- Con el Decreto de Suspensión de Garantías Individuales, ¿han sufrido algún boicot al presentar las obras callejeras?

AO.- Lo hemos sufrido desde el 10 de septiembre (día del niño) queríamos presentar en el Parque Central de Tegucigalpa, la obra El Generalito, ahí la municipalidad nos impidió ese día porque según ellos ya estaba apartada la Plaza, nosotros dijimos que al día siguiente y tampoco; nos asomamos al Parque y no había nada, lo pasamos a la semana siguiente, gestionamos el permiso, pero como era una actividad con niños nos dio miedo sufrir una represión, 10 días tramitando un permiso, al final pudimos desarrollar la actividad. Ayer en el barrio Villanueva, igual, pedimos permiso, pero oh sorpresa nos cortaron la luz eléctrica, pero como este teatro lo adaptamos para presentarlo en las calles, entonces no necesitamos tanta tecnología, así que con una grabadora con baterías nos basta y da la casualidad que terminada la obra regresa la luz al barrio.

MC.- ¿Cuántas actrices y actores integran la compañía Memorias?

AO.- Es variable, alrededor de 7 actores, pero aumenta de acuerdo a las necesidades de cada obra de teatro.

MC.- ¿Y de la familia Ochoa?

AO.- En 1976 éramos 3 hermanos los que participamos en el Teatro Obrero -Lourdes, Tito y yo-, mi hermana Blanca Estela ingresa después -era muy pequeña para el año 76-, somos 5 hermanos: Tito estudió teatro de forma profesional, junto a Lourdes; Blanca Estela estudió en Bellas Artes y Cine en Cuba; está Gabriel Hernández, un sobrino que estudia teatro en Costa Rica; y los hijos de Blanca y Tito tienen una afinidad por el teatro, es una cuestión familiar. Mi trabajo es la gestión y producción de Memorias; Tito en la dirección y Blanca Estela es la diseñadora conceptual.

MC.- Tito Ochoa vivió en Praga y Bogotá, ¿vos viviste el exilio?

AO.- No, ni quisiera, el exilio debe ser la muerte; incluso con la situación que viví el 12 de agosto mis hermanos me dijeron que por seguridad saliera del país, pero por el momento no lo veo posible.

MC.- Finalmente, ¿miras en el futuro cercano una salida a la crisis hondureña?

AO.- No se mira una salida pronta, el gobierno de facto no tiene palabra, se burla de la comunidad internacional, se burla del pueblo hondureño, con su discurso dice una cosa y hace exactamente lo contrario, nos están llevando a donde los golpistas quieren: las elecciones, para que se puedan validar. Todo lo que hacen es para dilatar las cosas, juegan con el pueblo; sin embargo ya tomamos conciencia de eso y vamos a una Asamblea Nacional Constituyente, sabemos que no será este año, pero trabajamos y nos organizamos en función de lograr una Asamblea Constituyente.

Fuente: http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=18722&Itemid=2729