La misteriosa desaparición de una narcoavioneta guardada en una instalación fortificada de las Fuerzas Armadas de Honduras, está siendo utilizada por el cubanoamericano Hugo LLorens, embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, para hacer campaña a favor de acuerdos firmados por el secretario de Estado Adjunto David T. Johnson en su reciente visita al paìs centroamericano. […]
La misteriosa desaparición de una narcoavioneta guardada en una instalación fortificada de las Fuerzas Armadas de Honduras, está siendo utilizada por el cubanoamericano Hugo LLorens, embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, para hacer campaña a favor de acuerdos firmados por el secretario de Estado Adjunto David T. Johnson en su reciente visita al paìs centroamericano. Estos convenios con el gobierno de Porfirio Lobo tienen como propósito central armar y entrenar a los cuerpos represivos de Honduras.
Fuentes hondureñas que desean, por razones obvias, conservar el anonimato, precisan que el incidente de la aeronave comporta varios elementos que vinculan al conspirador golpista Miguel Facussé Barjum, este mismo que organiza el asesinato de campesinos en las palmeras del Bajo Aguan, al norte del país.
Según estas mismas fuentes, el robo de la avioneta llego justo al momento oportuno para permitir al embajador Llorens reclamar que se fortalezcan las instalaciones militares y policiales de la empobrecida nación, justo después de la visita al país del secretario de Estado Adjunto para la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Justicia, David T. Johnson.
Johnson arribó el 21 de octubre a Tegucigalpa procedente de Guatemala y visitó, entre otras cosas, a una cárcel estatal que alojará a «los reclusos más peligrosos de Honduras» junto al ministro de Seguridad Oscar Alvarez, de siniestra fama.
Este miembro del gobierno de Porfirio Lobo es sobrino del general Gustavo Álvarez Martínez, ex jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras aliado a John Dimitri Negroponte cuando este agente de la CIA y criminal de guerra era embajador en Tegucigalpa y manejaba los planes macabros de la administración de Ronald Reagan contra el gobierno sandinista de Nicaragua. Álvarez Martínez se hizo famoso por las persecuciones a jóvenes, religiosos y militantes de izquierda que dirigió y por su absoluta sumisión a los norteamericanos.
La narconave que se encuentra en el medio del escándalo que recupera Llorens, es un bimotor Beechcraft, modelo King Air con matrícula mexicana XB-KSC y fue abandonado en 2008 en la rampa del aeropuerto de San Pedro Sula «Ramón Villeda Morales», propiedad de Facussé y su yerno Freddy Nasser Salem que, casualmente, poseen una avioneta del mismo modelo.
Los dos empresarios usan de piloto al Coronel de Aviación (retirado) Boanerges Torres, un ex comandante de la base aérea Armando Escalón, situada en este mismo aeropuerto de San Pedro Sula, de donde desapareció el Beechcraft robado.
Facussé Barjum y Nasser Salem son dueños del Grupo Terra, el concesionario exclusivo de los cuatro aeropuertos internacionales de Honduras.
Los dos negociantes, entre los más cercanos cómplices del líder golpista Roberto Micheletti, son ambos vinculados al mundo del narcotráfico. Los archivos revelan cómo, por esta característica, los príncipes de España Felipe y Letizia, fueron detenidos e indagados en 2004 en el aeropuerto de Miami al aterrizar en una avioneta que les había prestado Nasser Salem para que se trasladaran de las Bahamas a Florida. El lujoso bimotor fue robado cuando cinco hombres armados sorprendieron supuestamente a los vigías de turno que esposaron para luego apoderarse tranquilamente del avión.
El día del robo, la aeronave salió a las 3:00 de la madrugada. Se supone que fue preparada con antelación, después de dos años de ser guardada en este mismo almacén, algo inexplicable de otra forma en una base aérea que no tiene dinero ni para reparar los aviones que guarda en sus hangares.
En un reportaje sobre el robo, el diario EL LIBERTADOR (ellibertador.hn) señala como «la aeronave estaba estacionada desde el año 2008, por lo que lógicamente debió ser revisada y cargada de combustible». El periodico web recuerda que Honduras es una ruta predilecta de los narcotraficantes y que por sus cielos «pasan cientos de miles de toneladas de droga procedentes de naciones suramericanas».
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