El FMI prevé un crecimiento del Producto Interno Bruto del 11% para el Paraguay en el 2013, superando inclusive a la gigante China. En momentos que Europa y Estados Unidos están al borde de la quiebra por la crisis capitalista, éste país en el 2010 experimentó un crecimiento económico record del 15,4%, el mayor del […]
El FMI prevé un crecimiento del Producto Interno Bruto del 11% para el Paraguay en el 2013, superando inclusive a la gigante China. En momentos que Europa y Estados Unidos están al borde de la quiebra por la crisis capitalista, éste país en el 2010 experimentó un crecimiento económico record del 15,4%, el mayor del mundo.
Hace unos días, la FAO publicó un informe afirmando que el 25 % de la población paraguaya pasa hambre, campesinos e indígenas en su mayoría, los expulsados del campo por el agronegocio. Paraguay ostenta el privilegio de ser el cuarto país mayor exportador de soja en el mundo, sólo superado por Estados Unidos, Brasil y Argentina, y es el sexto exportador de carne. Tiene 15 millones de animales vacunos y 6 millones de habitantes, y sin embargo su población agoniza en la indigencia. Los agroexportadores locales se ufanan de alimentar anualmente a 60 millones en el mundo, pero uno de cada cuatro paraguayos sufre hambre.
El gran crecimiento económico de este pequeño país se debe sin dudas a los agroexportadores, la miseria de los paraguayos también. Paraguay es probablemente el país más desigual y de más contradicciones en el mundo, el 2% de su población es propietaria del 82% de las tierras, y unas 300 mil familias campesinas no tienen un lugar donde cultivar. Posee la hidroeléctrica con la mayor producción energética mundial pero importa petróleo de países árabes. Tiene las tierras más fértiles del continente y un cuarto de su población no puede cubrir sus necesidades básicas de alimentación. Su superficie es de 406.752 k², y es 10 veces más grande que Holanda, y su población es tres veces inferior a ese país, pero uno de sus mayores problemas sigue siendo la injusta distribución de la tierra. Una sola persona, el brasileño Tranquilo Favero, llamado el «Rey de la Soja», posee más de 2 millones de hectáreas, y sus dominios son casi igual a la superficie de Bélgica.
Esta nación de economía agrícola, que históricamente se caracterizó por una mayoría campesina, se está quedando sin campesinos. Las elites gobernantes ya están festejando el crecimiento económico del 11%, pero según la FAO, las proyecciones no son muy alentadoras y la miseria seguirá aumentando. El próximo año el Paraguay ostentará de nuevo el título de campeón en crecimiento económico, y también el de campeón en producción de miseria.
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