Después de una larga gira por Europa, Cáceres fue galardonada con el premio Shalom para justicia y paz, uno de los más importantes para los derechos humanos en Alemania
Bertha Cáceres es coordinadora del Consejo cívico de organizaciones populares e indígenas de Honduras, Copinh. Durante casi todo el mes de junio recorrió varios países de Europa, invitada por organizaciones y movimientos sociales y populares locales, para dar a conocer la difícil situación que viven los pueblos indígenas de Honduras y la crisis de derechos humanos que se desencadenó en el país centroamericano a raíz del golpe de Estado de 2009.
También habló de la lucha incansable del Copinh y del pueblo lenca contra los proyectos de explotación de recursos naturales, impulsados por los sectores pudientes del país y el capital transnacional. Con ella hablamos para conocer los alcances de esta experiencia.
-Fue una gira bastante larga. ¿Cuál es tu evaluación?
-Fue una experiencia muy positiva. Recorrí tres países -Italia, Austria y Alemania- donde se organizaron varios encuentros con las poblaciones locales, con movimientos sociales y populares, con sectores ambientalistas, colectivos de solidaridad, organizaciones de mujeres, con gente que está en resistencia, como el Movimiento NO TAV en Italia, y hasta con parlamentarios y políticos locales.
Durante las actividades se dio a conocer la posición del Copinh y de los pueblos indígenas en relación a varios temas, como por ejemplo la situación de los derechos humanos en Honduras, la lucha contra los proyectos del «capitalismo verde», las falsas soluciones al cambio climático, el saqueo de nuestros recursos naturales, la implementación de megaproyectos hidroeléctricos y mineros, y de los monocultivos a gran escala.
Asimismo, hablamos del avance del proceso de dominación a través de la militarización del territorio, la creación de nuevas bases militares norteamericanas y la firma del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, otra forma de saqueo de nuestros territorios.
Hubo mucho debate, mucha discusión e intercambio de análisis, y ésto fue muy positivo.
-¿Qué importancia tiene haber podido intercambiar informaciones y experiencias con tantos sectores?
-Para nosotros es importante que se haya podido dar aún más visibilidad a nuestro trabajo, así como a las difíciles condiciones en que desarrollamos nuestra lucha. Estos últimos meses han sido muy complicados y hemos sufrido asesinatos, atentados, amenazas, detenciones ilegales. Poder responder a todo eso con más solidaridad internacional es vital para nuestra organización.
Además, hemos buscado volver a poner el tema de Honduras en la agenda de la solidaridad, porque ha bajado mucho la atención sobre lo que está pasando en nuestro país y en el resto de la región. Ya se ha demostrado que el golpe en Honduras fue un laboratorio para dar nuevos golpes de Estado en América Latina, como es el caso de Paraguay y los intentos fallidos en Ecuador y Bolivia. Lo advertimos en su momento cuando la Oea (Organización de Estados Americanos) volvió a reinsertar a Honduras, y los hechos nos dieron la razón.
-¿Se dio a conocer lo que ocurrió en mayo pasado en la Mosquitia hondureña?
-Por supuesto. Denunciamos con insistencia el asesinato de nuestros hermanos y hermanas indígenas a manos del operativo conjunto de agentes del FAST (Equipo de Apoyo Consultivo en el Extranjero) de la DEA (Drug Enforcement Administration) y del Equipo de Respuesta Táctica de la Policía Nacional de Honduras. En Europa había un desconocimiento total del hecho y de su vinculación directa con el avance del proyecto de militarización y dominación.
-Fuiste galardonada con el premio Shalom…
-Recibí el premio en la ciudad de Eichstätt, Alemania. Para mi fue un honor que comparto con todo el Copinh, porque fue una manera de valorar y reconocer la lucha histórica librada por nuestra organización. Mientras me entregaban el premio pensaba en los rostros de nuestros compañeros y compañeras. Pensaba en doña Pascualita, en don Jorgito, en todos los sacrificios que el Copinh ha hecho, en todos los compañeros asesinados, en la gente que nos ha enseñado a luchar.
-La memoria histórica…
-La fuerza del Copinh está en su memoria histórica, en el legado rebelde de Lempira, en un pueblo que por más de 500 años se ha mantenido firme pese a la agresión brutal y al genocidio sufrido. Nuestros logros más grandes son haber levantado la dignidad del pueblo lenca y haber sobrevivido. En este sentido es importante que todo esto sea reconocido, no solamente por la sociedad hondureña, sino también a nivel internacional.
-¿Cómo miras el futuro?
-Se acercan tiempos aún más difíciles. Debemos seguir fortaleciendo nuestra organización y articular la solidaridad.
Fuente: LINyM