Aparece con no pocas novedades. En Chile, la Corte Suprema ha autorizado el juicio contra Pinochet. Tres décadas tardó la justicia en llegar. Peor hubiera sido que no llegara nunca.En Iraq, las elecciones crujen al empuje de la resistencia armada. EEUU responde enviando más soldados. Gastando más dinero. El resultado, de tan previsible, hace gratuito […]
Aparece con no pocas novedades. En Chile, la Corte Suprema ha autorizado el juicio contra Pinochet. Tres décadas tardó la justicia en llegar. Peor hubiera sido que no llegara nunca.
En Iraq, las elecciones crujen al empuje de la resistencia armada. EEUU responde enviando más soldados. Gastando más dinero. El resultado, de tan previsible, hace gratuito escribirlo.
La Unión Europea busca afianzarse sobre un tratado que llaman Constitución. Lleva gazapo y sabe a show político. Mientras Europa siga atada a la OTAN no pasará de pantomima.
China empuja con vigor palpitante. Sus millonarias inversiones van a cambiar el rostro de Latinoamérica. Ya ha cambiado al mundo. Centroamérica, el patrio trasero, se queda fuera.
La hecatombe del Índico ha puesto a prueba la solidaridad mundial. Hasta hoy es grandiosa. Los problemas llegarán con el olvido. O con otro desastre. Lo saben bien los países pobres.
Más que dar peces, enseñar a pescar. Cambiar el infame orden mundial que es la calamidad mayor. 150.000 muertos dejó el tsunami. 5 millones de niños mueren de hambre cada año.
Año intenso, según sus inicios. Deseemos cosas buenas. La libertad de Iraq. La condena del ex tirano. La derrota de los agresores. La restitución de la ley internacional… Buenas cosas.