La africanización del trabajo, violencia y devastación ambiental
En los últimos años, en América Latina se ha venido dando una expansión de los monocultivos forestales a grande escala, entre ellos el de palma africana. A medida que avanzan las plantaciones de palma, se multiplican los impactos ambientales, sociales y laborales.
En el marco de la XIV Conferencia Regional Latinoamericana de la UITA, Sirel conversó con Lizzie Díaz, integrante de la Secretaría Internacional del Movimiento Mundial Bosques Tropicales (WRM por sus siglas en inglés).
Notas relacionadas:
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-¿Qué está ocurriendo en América Latina con el monocultivo de palma africana?
-El problema principal es el modelo que se está implementando. Un modelo explotador que deforesta bosques, acapara tierra, desplaza comunidades, afecta la seguridad alimentaria de los países y genera conflictos sociales y violaciones a los derechos humanos.
Además, desgasta la tierra, contamina el ambiente por el uso intensivo de agrotóxicos y genera empleo precario, tercerizado y explotado. Cuando los trabajadores tratan de sindicalizarse, la represión y las artimañas para dividirlos son inmediatas.
Al final, el beneficio sigue siendo solo para las empresas y a los trabajadores queda la explotación y la violación de sus derechos laborales y sindicales. La palma nunca va a ser sustentable.
-¿Quiénes impulsan el monocultivo de palma?
-Son grandes empresas transnacionales o élites y grupos económicos locales, que gozan del respaldo absoluto de parte de los cuerpos represivos del Estado.
Esta situación da lugar a preocupantes procesos de militarización y a reiteradas formas de violación a los derechos humanos de las poblaciones de la zona, como es el caso del Bajo Aguán en Honduras, de Puerto Wilches en Colombia o en países de África y Asia.
-También se está usando el tema del cambio climático para justificar la falsa necesidad de este tipo de plantaciones…
-No deja de ser un maquillaje verde, En vez de atacar realmente la crisis climática, disminuir las emisiones y el consumo del parque automotriz, lo que hacen es mantener el nivel de emisiones en los países del Norte.
Se utiliza como una justificación para que las industrias del Norte puedan seguir contaminando y que sea el Sur que resuelva sus problemas mediante los monocultivos. Es absurdo y se trata del mismo modelo global, y si no lo atacamos a fondo no vamos a poder solventar la crisis que es climática, ambiental, alimentaria y social.
-¿Cuál es la importancia de abordar estos temas en el marco de la Conferencia Regional Latinoamericana de la UITA?
– La UITA y WRM vienen trabajando en conjunto desde hace muchos años, hasta hemos firmado un acuerdo de colaboración. Estas actividades fortalecen la lucha de cada organización, promueven y refuerzan los vínculos, así como generan nuevos contactos y sirven para estrechar lazos entre organizaciones ambientales, sociales y sindicales para que podamos enfrentar juntos a este modelo depredador.
Fuente: Rel-UITA