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Cada vez más cerca del Armagedón

Fuentes: Rebelión

Desde 1945, al comenzar cada año, el Boletín de Científicos Atómicos hace pública su evaluación de lo cerca (o lejos) que hemos estado de destruir nuestra civilización mediante la tecnología que hemos desarrollado [1]. Lo hace a través de su «reloj del fin del mundo» en el que la medianoche representaría ese final y los […]

Desde 1945, al comenzar cada año, el Boletín de Científicos Atómicos hace pública su evaluación de lo cerca (o lejos) que hemos estado de destruir nuestra civilización mediante la tecnología que hemos desarrollado [1]. Lo hace a través de su «reloj del fin del mundo» en el que la medianoche representaría ese final y los minutos que quedan para llegar a ella nos indicarían lo cerca o lejos que estamos. Tienen en consideración el cambio climático, las emergentes biotecnologías y cibertecnologías pero, sobre todo y principalmente, analizan la posibilidad de un enfrentamiento con armas nucleares.

A principios de este año publicaron su informe sobre 2017 y, según los más importantes científicos en la materia, estuvimos a 2 minutos de la medianoche [2]. Es lo más cerca que ha estado la civilización humana del desastre de su extinción. Tan solo una vez, en 1953, en el apogeo de la Guerra Fría, habíamos estado a esta misma distancia. Tendremos que esperar hasta el año que viene para saber cuánto nos han acercado los sucesos que estas últimas semanas se han vivido en Siria pero es indudable que hemos superado la barrera de los 2 minutos que nunca antes se había superado y es muy probable que hayamos estado a segundos de la medianoche.

El ataque ilegal sobre Siria podría haber sido la chispa

Sin autorización alguna de la ONU y violando la legislación internacional, así como las distintas nacionales, el pasado 13 de abril los EE.UU., Gran Bretaña y Francia lanzaron un ataque con misiles sobre Siria. Después de varios días amenazando una represalia mayor, los EE.UU. pactaron con Rusia que fuese un ataque muy limitado [3]. Únicamente fueron alcanzados tres objetivos sin importancia [4]. No se produjeron bajas civiles ni militares sirias y ningún destacamento ruso se vio afectado. Se podría decir que fue una boutade.

Pero podría haber sido muy diferente. No fue sino hasta el último momento que Trump se decidiera por este ataque limitado. Hasta entonces, el presidente norteamericano quería que se llevase a cabo un ataque a gran escala que incluyese objetivos rusos e iraníes. Tal y como recogía el Wall Street Journal [5]:

«Mientras el Sr. Trump presionaba a su equipo para que considerasen ataques sobre objetivos rusos e iraníes en Siria si fuesen necesarios para alcanzar las capacidades militares del régimen de Assad, el Sr. Mattis (secretario de Defensa) le hizo cambiar de opinión, aseguran fuentes cercanas a la toma de decisiones. La embajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, se había unido al Sr. Trump en la demanda de una respuesta más contundente, mientras el Sr. Mattis advertía de los riesgos de que un ataque más amplio desencadenase una respuesta peligrosa de Moscú y Teherán,…»

De haberse llevado a cabo las pretensiones iniciales del presidente estadounidense, en estos momentos estaríamos ante una situación bien distinta. Rusia había anunciado que cualquier ataque contra su personal militar en el país sería respondido lo cual hubiese conducido aun enfrentamiento militar muy serio entre las dos mayores potencias nucleares del planeta. De ahí a la guerra nuclear, hay un solo paso.

El presidente Trump forma el gabinete de guerra más radical de la historia de los EE.UU.

Esta ha sido la primera decisión que ha tomado el equipo de Seguridad Nacional recientemente formado por Trump tras la incorporación de John Bolton como nuevo asesor de Seguridad Nacional. Según el mismo artículo arriba mencionado, Bolton evitó un enfrentamiento directo con el general Mattis en su primera semana en el cargo y, ante las importantes consecuencias que acarrearía un ataque a mayor escala (la primera de ellas, una mayor implicación de los EE.UU. en la guerra de Siria), «podría haber decidido que era más inteligente ceder inicialmente esta decisión al jefe del Pentágono» [6].

Pero, en adelante, es muy posible que este equipo de Seguridad Nacional se escore hacia posicionamientos más duros y militaristas. John Bolton es uno de los políticos más radicalmente belicistas que existen en Washington [7]. Estuvo implicado en la elaboración de toda la serie de mentiras, engaños y presiones sobre organismos internacionales que llevaron a la guerra de Irak y fue, sigue siendo, uno de sus mayores defensores. Desde entonces no ha hecho sino abogar por más guerras. Quiere ir a la guerra contra Irán, contra Corea del Norte e, incluso, contra Rusia [8]. Quiere hacerle la guerra a todo el mundo. En febrero de este mismo año escribió un artículo de opinión en el que abogaba por un ataque nuclear preventivo contra Corea del Norte [9]. Y, anteriormente, había escrito otro con el sugestivo título de «Para detener la bomba de Irán, hay que bombardear Irán» [10].

De su parte va a tener tanto a la embajadora ante la Naciones Unidas como al nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo, y la nueva directora de la CIA, Gina Haspel. Estos dos últimos cargos no estuvieron presentes en las deliberaciones del nuevo grupo de Seguridad Nacional por estar pendientes de que sus cargos sean confirmados por el senado norteamericano pero ambos son considerados «halcones» belicistas. Tras su incorporación al equipo de Seguridad Nacional, el general Mattis quedaría como el miembro más moderado del grupo.

De cómo el general Mattis recibió su apodo

Es un hecho muy significativo que el general James «Perro Loco» Mattis sea el elemento más moderado del equipo que va a decidir la política bélica de los EE.UU. Adquirió su llamativo apodo siendo el general al mando del sitio a Fallujah y de su asalto final en 2004 durante la guerra de Irak. Esta batalla se considera la más destructiva que han librado los EE.UU. desde la guerra de Vietnam. También donde más crímenes de guerra han cometido [11].

En marzo de 2004, cuatro contratistas de Blackwater fueron muertos en una emboscada de la insurgencia iraquí, que tenía Fallujah como su bastión más importante. Sus restos fueron quemados y arrastrados por la ciudad hasta que, finalmente, fueron colgados de uno de los puentes que dan entrada a la ciudad. Las imágenes recorrieron el mundo entero. Como venganza, el ejército estadounidense decidió tomar Fallujah. Tras un primer asalto que se suspendió por las numerosas denuncias sobre la situación humanitaria de la población civil, se mantuvo en estado de sitio a esa misma población civil durante 6 meses hasta que, en octubre, se decidió el segundo y definitivo asalto. El periodista inglés George Monbiot lo definió como «un crimen de guerra inmerso en un crimen de guerra dentro de otro crimen de guerra» [13].

Antes del asalto a Fallujah se procedió a la evacuación de la población civil pero se negó la salida a todos los hombres que tuviesen «edad para combatir». Muchas mujeres y niños optaron por permanecer con sus familiares y se calcula que quedaron en la ciudad entre 30.000 y 50.000 civiles. El ejército estadounidense procedió a tomar la ciudad como si solo hubiera fuerzas insurgentes. Arrasaron completamente la ciudad y cometieron toda clase de atrocidades. Se asaltaron hospitales, reporteros y fotógrafos fueron objetivo de las fuerzas asaltantes, hubo noticias de francotiradores disparando a mujeres, a niños o a familias enteras con banderas blancas intentando escapar [14].

Se utilizaron bombas termobáricas, con un poder de destrucción equivalente a las más pequeñas bombas nucleares, como arma de asalto para la toma de edificios [15]. El propio ejército norteamericano reconoció haber utilizado fosforo blanco contra combatientes enemigos [16]. Aunque, según un informe de la Red de Monitoreo de Derechos Humanos en Irak, no fue el único armamento prohibido empleado ya que también habrían bombardeado con napalm [17]. Se emplearon tantas bombas recubiertas de uranio empobrecido que el incremento en mortalidad infantil, cancer y leucemia en los años posteriores fue mayor que el que se produjo en Hiroshima y Nagasaki [18]. Se estima que un 70% de la ciudad fue destruido contándose por miles los muertos aunque, a día de hoy, se desconoce todavía la cifra exacta. Y, sin embargo, relativamente pocos insurgentes fueron hallados entre esos muertos. La mayoría había huido de la ciudad bastante antes de que se produjera el asalto [19].

Dos meses después de haber conquistado Fallujah, el responsable de esta carnicería, el general Mattis «Perro Loco», declaró que:

«En realidad es bastante divertido luchar contra ellos. Es una tremenda fiesta. Es divertido disparar a cierta gente. Yo estaré siempre ahí, con mis soldados. Me gusta luchar» [20].

¿Que se puede esperar de este gabinete de guerra?

Aunque esta vez el presidente optó por seguir la línea más moderada y no atacar objetivos rusos, nada asegura que en el caso de una nueva crisis entre las dos superpotencias nucleares se vaya a mantener esta moderación. En primer lugar, el general Mattis, que esta vez ha defendido evitar el enfrentamiento con Rusia, podría cambiar de estrategia. Pese a ser el componente más moderado del equipo de Seguridad Nacional siempre ha sido considerado como un «halcón» belicista, incluso, dentro del propio ejército estadounidense y su historial así lo demuestra. Y, en el caso de que mantuviese la línea moderada, esta vez se tendría que enfrentar con la totalidad de los restantes componentes del grupo. Todos ellos defensores de aumentar las hostilidades contra Rusia.

El mismo presidente Trump, que es quien tiene la última palabra, es partidario de adoptar una postura más dura e intransigente con Rusia sin miedo a una posible escalada bélica entre los dos ejércitos más potentes del mundo. Siendo ésta la postura del comandante en jefe del ejército estadounidense, el presidente Trump, y la postura de la aplastante mayoría de su gabinete de guerra, antes o después acabará imponiéndose. Y ese puede ser el comienzo del final.

El presidente Trump y su gabinete de guerra, de la misma manera que todos los presidentes anteriores, han ignorado de manera deliberada las consecuencias que podría tener un enfrentamiento bélico con Rusia y su más que posible escalada hasta llegar a un conflicto nuclear. Desde que fuera descubierto y anunciado a principios de los 80′, el concepto del «invierno nuclear» ha sido continuamente ignorado por los dirigentes norteamericanos y, por tanto, omitido en todas las estrategias planteadas [21].

El invierno nuclear que puede acabar con la humanidad

En el año 2007 se realizaron una serie de estudios que, aplicando las nuevas técnicas de modelización climática, pretendían verificar los resultados que sin estas técnicas se habían conseguido en los años 80′ y que originaron el concepto mismo de «invierno nuclear». Los resultados no pudieron ser más estremecedores. No solo se confirmaban los resultados obtenidos sino que su efecto se amplificaba [22].

En el caso de un enfrentamiento nuclear entre Rusia y los EE.UU. en el que se utilizasen los arsenales de ambos países, además de los cientos de millones de muertos que se producirían directamente, la nube de hollín y polvo que se generaría como consecuencia de las explosiones nucleares se extendería por los 5 continentes. Esta nube llegaría hasta la estratosfera permaneciendo allí por años, según los modelos climáticos, y provocaría un descenso de las temperaturas en todo el planeta al reflejar los rayos solares. El descenso global de la temperatura superficial sería de 7-8ºC durante varios años, de manera que a los 10 años se mantendría un descenso de 4ºC. Para hacerse una idea de la magnitud de este descenso, cabe señalar que durante la última glaciación hace 18.000 años, se produjo un enfriamiento medio de unos 5ºC.

Pero es que, además, los modelos climáticos indican que el descenso en la superficie terrestre sería mucho mayor que el de la superficie marina, llegándose a alcanzar descensos de 20ºC en el interior de América del Norte y de 30ºC en gran parte de Eurasia, incluyendo todas las regiones agrícolas. Como resultado de este enfriamiento se reduciría la evapotranspiración lo que acarrearía un descenso del 45% en las precipitaciones globales. Este descenso de las precipitaciones tampoco sería homogéneo siendo las áreas monzónicas las más afectadas.

Si en 1986 se preveía que como consecuencia del invierno nuclear no habría producción agrícola durante un año provocando la muerte por inanición de la mayoría de la población [23], los nuevos resultados indican que el periodo sin producción agrícola se extendería varios años. Esto significaría el fin de la humanidad, al menos, tal y como la conocemos.

 

Notas:

1. https://thebulletin.org/overview

2. https://thebulletin.org/timeline  

https://thebulletin.org/sites/default/files/2018%20Doomsday%20Clock%20Statement.pdf

3. Marko Marjanović, «Out With a Whimper: Trump Blinks, Delivers Limited Strikes», Russia Insider, 14 Abr 2018.

https://russia-insider.com/en/out-whimper-trump-blinks-delivers-limited-strikes/ri23132

4. Según los portavoces militares norteamericanos y franceses estos 3 objetivos alcanzados estaban relacionados con la producción de armas químicas y, concretamente, uno de ellos sería un almacén de sarín situado en las afueras de Homs. Es falso. Si hubiesen destruido un almacén de sarín, que es un agente nervioso, éste se habría liberado provocando, cuando menos, una situación de alarma pero muy posiblemente una catástrofe en la adyacente ciudad de Homs de unos 200.000 habitantes.

Scott Ritter, «A Shocking Lack of Intelligence in Our Missile Strike on Syria», Truthdig, 20 Abr 2018.

https://www.truthdig.com/articles/a-shocking-lack-of-intelligence-in-our-missile-strike-on-syria/

5. Gordon Lubold and Dion Nissenbaum, «Trump Bowed to Pentagon Restraint on Syria Strikes», The Wall Street Journal, 16 Abr 2018.

https://www.wsj.com/articles/trump-bowed-to-pentagon-restraint-on-syria-strikes-1523837509

6. ibid.

7. Un muy buen relato sobre John Bolton, algo nada habitual en castellano, realizado por un paisano:

Alvaro Guzmán Bastida, «John Bolton y el fin del mundo», CTXT, 11 Abr 2018.

https://ctxt.es/es/20180411/Politica/18938/john-bolton-trump-seguridad-nacional-corea-rusia-iran-iraq.htm

8. Gregory Krieg, «John Bolton on: bombing Iran, North Korea, Russia and the Iraq War», CNN, 23 Mar 2018.

https://edition.cnn.com/2018/03/23/politics/what-john-bolton-said-iraq-iran-north-korea/index.html

9. John Bolton, «The Legal Case for Striking North Korea First», The Wall Street Journal, 28 Feb 2018.

https://www.wsj.com/articles/the-legal-case-for-striking-north-korea-first-1519862374

10. John Bolton, «To Stop Iran’s Bomb, Bomb Iran», The New York Times, 26 Mar 2015.

https://www.nytimes.com/2015/03/26/opinion/to-stop-irans-bomb-bomb-iran.html

11. David Macilwain, «Remembering Fallujah: The War Crimes Committed under Command of Jim Molan and Jim Mattis», American Herald Tribune, 8 Feb 2018.

12.https://ahtribune.com/world/asia-pacific/2130-jim-molan.html

13. George Monbiot, «Behind the phosphorus clouds are war crimes within war crimes», The Guardian, 22 Nov 2005.

https://www.theguardian.com/world/2005/nov/22/usa.iraq1

14. Chris Doran, «Is Australian General Jim Molan a War Criminal?», Homepage Daily, 14 Ene 2014.

http://www.homepagedaily.com/is-australian-general-jim-molan-a-war-criminal/

15. Estas armas «forman una nube de gases volátiles o explosivos finamente pulverizados. Esta nube es entonces prendida y la subsiguiente bola de fuego consume todo el oxígeno del área. La falta de oxígeno crea una enorme sobrepresión… el personal atrapado por la nube es literalmente aplastado hasta la muerte. Fuera del área de la nube, la onda expansiva viaja a 3.000 metros por segundo,… como resultado, una explosión termobárica puede tener el efecto de un bomba nuclear táctica sin la radiación residual».

Ibid. https://www.theguardian.com/world/2005/nov/22/usa.iraq1

16. Aunque no está considerado como un arma química, el uso de fosforo blanco está prohibido por la legislación internacional contra objetivos que estén en la proximidad de población civil o sus propiedades. Está clasificado como arma incendiaria aunque numerosas organizaciones han pedido su prohibición total debido a los terribles efectos que produce. Se adhiere a la piel y no deja de quemarse hasta que se queda sin oxígeno llegando en la mayoría de los casos a quemar la carne hasta alcanzar los huesos.

En Fallujah se utilizó fosforo blanco en combinación con otros explosivos en lo que los soldados llamaban «shake’n bake» (agitar y hornear) contra los insurgentes. Así lo reconoció el teniente coronel Barry Venable a la BBC.

«U.S. official admits phosphorus used as weapon in Iraq», Canadian Broadcasting Corporation, 16 Nov 2005.

http://www.cbc.ca/news/world/u-s-official-admits-phosphorus-used-as-weapon-in-iraq-1.557818

En el documental «Fallujah, the hidden massacre» se recogen también testimonios de ello.

https://en.wikipedia.org/wiki/Fallujah,_The_Hidden_Massacre

17. Dan Kovalik, «The Unending Punishment of Fallujah, Iraq», The Huffington Post, 13 Abr 2016.

https://www.huffingtonpost.com/dan-kovalik/the-unending-punishment-of-fallujah_b_9679638.html

El informe del grupo de supervisión de DD.HH.

http://www.informationclearinghouse.info/pdf/war_crimes_iraq_101006.pdf

18. Patrick Cockburn, «Toxic legacy of US assault on Fallujah ‘worse than Hiroshima'», The Independent, 23 Jul 2010.

https://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/toxic-legacy-of-us-assault-on-fallujah-worse-than-hiroshima-2034065.HTML

El estudio publicado por la International Journal of Environmental Research and Public Health:

http://www.mdpi.com/1660-4601/7/7/2828

19. ibid.

http://www.homepagedaily.com/is-australian-general-jim-molan-a-war-criminal/

20. «General: It’s ‘fun to shoot some people», CNN International, 4 Feb 2005.

http://edition.cnn.com/2005/US/02/03/general.shoot/

21. Steven Starr, «Turning a Blind Eye Towards Armageddon-U.S. Leaders Reject Nuclear Winter Studies», Federation of American Scientists, 9 Ene 2017.

https://fas.org/2017/01/turning-a-blind-eye-towards-armageddon-u-s-leaders-reject-nuclear-winter-studies/

22. Alan Robock, Luke Oman, and Georgiy L. Stenchikov, «Nuclear winter revisited with a modern climate model and current nuclear arsenals: Still catastrophic consequences», Journal of Geophysical Research, Vol 112, D13107, 6 Jul 2007.

http://climate.envsci.rutgers.edu/pdf/RobockNW2006JD008235.pdf

23. Harwell, M.A. and Hutchinson, T.C. (Eds), «The environmental consequences of nuclear war (SCOPE 28), Vol. 2: Ecological, agricultural, and human effects», Estados Unidos, 1986.

https://www.osti.gov/biblio/5642180-environmental-consequences-nuclear-war-scope-vol-ecological-agricultural-human-effects  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.