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Honduras

Calles, negociaciones y urnas o los desafíos políticos del Frente Nacional de Resistencia

Fuentes: Rebelión

El régimen de facto de Roberto Micheletti Baín no pudo con el toque de queda, tras la llegada al país del presidente constitucional José Manuel Zelaya Rosales el 21 de septiembre a la embajada de Brasil en Honduras, contener la resistencia del pueblo hondureño. El régimen de facto fue desafiado y enfrentado en los barrios, […]

El régimen de facto de Roberto Micheletti Baín no pudo con el toque de queda, tras la llegada al país del presidente constitucional José Manuel Zelaya Rosales el 21 de septiembre a la embajada de Brasil en Honduras, contener la resistencia del pueblo hondureño. El régimen de facto fue desafiado y enfrentado en los barrios, colonias y comunidades de Tegucigalpa; así como en otras ciudades y municipios del territorio nacional. Las fuerzas populares construyeron barricadas y generaron una situación pre-insurreccional.

Zelaya Rosales inició, el 24 de septiembre, el diálogo con representantes de la Iglesia Católica y los candidatos golpistas de los partidos Nacional (Porfirio Lobo Sosa), Liberal (Elvin Ernesto Santos Ordóñez), Demócrata Cristiano de Honduras (Felícito Ávila) e Innovación y Unidad-Social Demócrata (Bernard Martínez). En un primer acercamiento, estos candidatos presidenciales del bloque golpista no han sido claros sobre la restitución del presidente constitucional Zelaya Rosales y la consiguiente salida del usurpador de Casa de Gobierno, Micheletti Baín. Para el día de hoy (25 de septiembre) se tiene prevista la reunión de Zelaya con los candidatos que han estado en el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado, César Ham del partido Unificación Democrática y Carlos H. Reyes, Candidatura Independiente.

El inicio de estos diálogos del presidente Zelaya presenta desafíos políticos estratégicos para el Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado. Entre estos desafíos se pueden identificar:

1. No abandonar las calles. Las calles han constituido no sólo el principal escenario de batalla contra el golpe de Estado, sino también de lucha por una democracia participativa, popular e incluyente. Las movilizaciones y la resistencia deberán continuar en todo el territorio nacional hasta que Zelaya esté en Casa de Gobierno y se hayan firmado los acuerdos políticos correspondientes.

2. Ser parte central en la mesa de diálogo y negociación. El factor determinante para evitar la consolidación del régimen golpista y estar a las puertas de restaurar el orden constitucional ha sido la movilización y resistencia del pueblo hondureño bajo la conducción del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado. Así que el Frente Nacional de Resistencia debe ser un actor central en el proceso de diálogo y negociación. No se puede permitir que negocie únicamente el presidente Zelaya con los candidatos presidenciales y los sectores golpistas.

3. Movilización y diálogo con una agenda propia. El Frente Nacional de Resistencia tiene el desafío, en este momento, de presentar su propia agenda de diálogo y negociación. Además de la restitución de Zelaya debe plantear puntos de negociación como: a) La inscripción del Frente Nacional de Resistencia de cara a las próximas elecciones, para que bajo la forma de alianza aglutine la participación del partido Unificación Democrática, la Candidatura Independiente de Carlos H. Reyes e incluya a toda la diversidad de sectores sociales y políticos que actualmente conforman la Resistencia. Es decir, la participación electoral de una amplia alianza democrática y progresista; y b) La convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente.

En conclusión, el Frente Nacional de Resistencia enfrenta el desafío de articular la lucha política en las calles, en la mesa de diálogo-negociación y en las urnas.