Flamin’ Hot: El sabor que cambió la historia, una película que se estrenó el mes pasado y hace poco se exhibió en el jardín sur de la Casa Blanca, es una pieza de propaganda diseñada para hacer que los mexicano-estadounidenses y los latinos, en general, se sientan bien consigo mismos. No hay nada inherentemente malo en crear una película que busque hacer que una persona o grupo se sientan bien (véase: el género de películas feel-good o películas que te hacen sentir bien). Incluso puede ser positivo verte reflejado en varios medios.
Categoría: Cultura
Un avezado periodista de ideas liberales produjo valiosos testimonios y relatos a propósito de aquello que llamamos “guerra civil española”. Su obra ha sido puesta “por las nubes” en los últimos años, quizás por razones menos estéticas que políticas.
Leyendo a Bifo (2015), podemos asociar la llegada del neoliberalismo con la desaparición de los héroes, individuales y colectivos. El autonomista italiano se atreve a datar en 1977 el momento en el cual “el mundo se desplazó desde la era de la civilización humana hacia una era desevolutiva o de descivilización” (Berardi, 2015: 11), proceso que se mostraría claramente en la UNESCO a partir de 1991.
Un prejuicio muy extendido afirma que la filosofía llegó a América de la mano de los europeos y niega a los pueblos que habitaban el continente hasta entonces cualquier relevancia en este sentido. Contra esta pretensión se rebeló hace ya más de medio siglo el ilustre pensador Miguel León Portilla (1926-2019) en obras emblemáticas como […]
Las regiones de España donde triunfó la sublevación de julio de 1936 sufrieron una sangrienta represión que se cebó en militantes de partidos y sindicatos, pero también en cualquiera que hubiera destacado por su oposición al fascismo o simplemente por su irreligiosidad.