Jaime Richart | 

Dice Karl Marx que la política es una mera superestructura cambiante de lo económico. Si aceptamos este aserto, los políticos de las democracias occidentales de partidos son meros rehenes de los poderes que manejan la economía y especialmente la financiera. Luego los políticos y los gobernantes no pueden pasar de ser meros consentidores o muñecos en manos de las fábricas de armas, de los Laboratorios, de la Banca, de las grandes corporaciones, de los grandes lobbys y de todo cuanto sin responsabilidad directa, maniobra para que los gobernantes se plieguen a sus intereses y a su ideología.

Rodolfo Bueno | 

China, Estados Unidos y Rusia son los centros de poder de un mundo cada vez más volátil, que vive un periodo de inestabilidad peligrosa en el que crece sin parar el riesgo de que estalle la Tercera Guerra Mundial.

Por más entusiasmados que se muestren sus vendedores, no aceptemos esa “Inteligencia Artificial” de mercado como si fuese un logro tecnológico inocente. Más parece una emboscada para comerciar con el “big data” (y su saqueo de información) que, en la práctica, ha sido mayormente manipulación de datos para los negocios de la dictadura tecnológica imperial. No aplaudas la ingeniería burguesa para la alienación. Lo inteligente sería democratizarla. Del uso mercantil de la “Inteligencia Artificial” podemos esperar todas las canalladas (y peores) que el capitalismo nos impone y nuestra tarea científica es desarrollar una Semiótica para la Revolución de la Conciencia, armada con métodos y praxis emancipadas y emancipadoras. Aquí no omitiremos el tejido militar subyacente en todo desarrollo de coloniaje tecnológico.

Marta Lois | 

En su etapa como presidente de la Xunta, el líder del PP fue un precursor de la contrarreforma feminista de la que ahora hace bandera la extrema derecha, con decisiones organizativas, legislativas, económicas y de propagación del discurso machista.

Imperfecto del régimen borbónico del 78. Una cosa es la democracia y otra… un sistema electoral antidemocrático en el que siempre «gana la banca»

Desde el colapso de la URSS y la “muerte del socialismo” como proyecto social enfrentado al capitalismo en crisis, el debate en la izquierda está enrarecido por una ideología, el identitarismo sea nacional, de género o racial con una visión fragmentaria de la sociedad. Alrededor de estas subdivisiones se construyen proyectos sociales que introducen divisiones sectarias, pues parten de la negación del todo social como superior a las partes que lo componen, convirtiéndolo en una suma aritmética sin una conexión interna.

Antonio Lorca Siero | 

Mirando por su propio negocio, en su día, los capitalistas modernos resucitaron un sucedáneo de la democracia al que se aplicó el calificativo de representativa, actualizando así el sistema de gobernabilidad en los países agremiados por el interés del dinero, permitiendo que con él terciara simbólicamente la ciudadanía a través del voto.

Lisandro Prieto Femenía | 

El sufrimiento del otro no puede dejarme indiferente. Sería una especie de enfermedad no curada, la manifestación de una incapacidad para superar la enfermedad. Para decirlo de manera más precisa, este sufrimiento, este clamor, nos desafía y nos llama. El sufrimiento del otro nos exige, nos interpela. Nos pide que respondamos, que no permanezcamos pasivos, que no nos acomodemos en la indiferencia. El sufrimiento del otro es una llamada a la responsabilidad. Enfrentarlo es tomar conciencia de nuestra humanidad compartida y actuar en consecuencia»

Emmanuel Levinas, «Humanismo del otro hombre»