Categoría: Opinión
Lo ocurrido el 26 de junio en Bolivia aún no fue un golpe de Estado. Fue un putsch fallido dado por el comandante de las Fuerzas Armadas, Juan José Zúñiga, de manera improvisada, creyendo que sería apoyado por los demás golpistas. Pero Zúñiga se adelantó.
Incluso en las relaciones humanas mejor consensuadas, se hace necesario el ejercicio dialéctico y permanente de autocrítica. No es suficiente que el pensamiento sea “crítico”, es crucial que sea revolucionario, empezando por “mirar hacia adentro” porque también la ideología de la clase dominante ha sabido ser “crítica”, en el peor sentido, y con ello destructora de la conciencia y la organización, emancipadoras. Y es que, incluso, la más fundamentada de las críticas y autocríticas puede ser estéril si no contiene motores transformadores. Marx lo dijo con justeza: “No basta que tal idea clame por manifestarse: es necesario que la realidad misma clame por la idea”.
¿Por qué regresamos siempre al mismo punto de partida? / ¡Ah raza tenebrosa / avanzando hacia la peor de las desdichas / que va y viene sin remedio ni consuelo!… (Wang Tsan).
El delirio que se ha apoderado de los dirigentes israelíes los está llevando a la guerra con Líbano
El asalto de Hamás del 7 de octubre puede compararse a un terremoto que sacude un viejo edificio. Las grietas ya empezaban a aparecer, pero ahora son visibles en sus mismos cimientos.