
Los políticos, elegidos o designados, son administradores públicos con responsabilidad de estado en todos sus niveles. Son también representantes de la gente del lugar, territorio o país en el que ejercen cargos. En el mundo occidental hoy, sin embargo, los políticos no actúan generalmente como deberían, y muchos han regresado a su más denigrante procedencia, que es histórica, a un servilismo absoluto a los ricos y sus instituciones y al imperialismo.