Europa arde por todos los costados este verano, pero Bruselas solo tiene ojos para el invierno. La UE, que depende del gas para mantener a flote una industria que sufre y para calentar hogares e infraestructuras básicas, teme al frío. Los números son los que son: En 2021 Europa consumió 604 millardos de metros cúbicos (bcm) de gas (un 15% del consumo mundial) y produjo 223 bcm (un 5%). La dependencia es descomunal.