El canciller alemán, Olaf Scholz, ha destituido a su ministro de Finanzas, Christian Lindner, y el país se encamina hacia las elecciones. Los problemas económicos estarán en el centro de la campaña, pero las propuestas para romper con la austeridad brillan por su ausencia.
Categoría: Economía
“En los últimos 30 años, la cuota de China en el PIB mundial, en cuanto a paridad de poder adquisitivo, ha pasado del 6% a casi el 20%, mientras que nosotros, los europeos, pasamos del 21% al 14% y Estados Unidos del 20% al 15%; se trata de un cambio drástico en el panorama económico”.
La historia de las elecciones de 2024 resultó ser notablemente sencilla. En un entorno político en el que la mayoría del electorado pensaba que el país avanzaba en la dirección equivocada, en el que percibía que la economía era deficiente y en el que la mayoría afirmaba que la inflación les había causado graves dificultades, los votantes decidieron echar al partido en el poder que representaba la vicepresidenta Kamala Harris.
KUALA LUMPUR – A pesar de la anterior convergencia de ingresos entre las naciones, muchos países y personas con los ingresos más bajos se están quedando aún más atrás. Peor aún, el número de pobres y hambrientos ha vuelto a aumentar después de disminuir durante décadas.
Algunos fenómenos sociales recientes han trastornado la mente de mucha gente en el campo político de izquierda. Es que hace mucho que habíamos aprendido a comprender que la economía representaba el factor social más relevante para determinar el curso de las transformaciones sociales. Sin embargo, estamos viendo que suceden ciertas cosas que amenazan con colapsar esta idea que hemos estado cultivando durante mucho tiempo.
Las condiciones relativas a política de vivienda que la dirección de Podemos sometió a referéndum de sus bases para apoyar los Presupuestos Generales de Estado y que han sido aprobadas masivamente me parecen una gran equivocación.
Nacimos aquí, donde las masas idolatran a los idiotas y los convierten en héroes ricos (Charles Bukowski)
Parece abrirse un mundo distópico, un mundo en el que el planeta pasa factura en forma de riadas, inundaciones, incendios, desequilibrios demográficos, todo por la acción humana con sus consecuencias letales sobre el clima. Un proceso largo, acumulativo, devastador. En poco tiempo.