
Un sistema de cámaras térmicas que le observa sin que lo sepa, drones que sobrevuelan manifestaciones, algoritmos que crean perfiles biométricos completos. No es el argumento de una distopía futurista, sino la realidad cotidiana en las calles catalanas. El proyecto Justice, Equity and Technology Project, de la LSE, señala las dificultades para obtener información sobre esta vigilancia tecnológica.