
La Unión Europea ha hecho del miedo a Rusia un instrumento para superar su propia crisis y para propiciar una nueva centralización del poder en torno a Bruselas, en torno a la creciente autonomización de la Comisión Europea.
La Unión Europea ha hecho del miedo a Rusia un instrumento para superar su propia crisis y para propiciar una nueva centralización del poder en torno a Bruselas, en torno a la creciente autonomización de la Comisión Europea.
Ni la democracia ni el capitalismo hicieron más ricos y desarrollados al Noroccidente. Lo hizo el imperialismo. La diferencia entre el capitalismo y la democracia radica en sus principios éticos, ideológicos y de valores sociales. Uno se define por su objetivo de distribución del poder (de la libertad y de los beneficios de las sociedades) y el otro por su contrario: por su concentración en una minoría progresivamente más pequeña y más poderosa.
En este artículo el autor interviene en el debate sobre la naturaleza del fascismo defendiendo la tesis clásica, con la que los gobiernos de Trump, Bolsonaro, Orban o Milei no deberían ser definidos como fascistas.