Siempre, desde chiquito, me he preguntado por qué cambiamos de año si nuestra vida sigue siendo la misma. ¿Acaso se terminó la desigualdad y la injusticia y no pagaremos la deuda externa odiosa? ¿Acaso se acabó la explotación neoliberal y ahora defendemos al planeta y al clima? ¿O será que terminó la pandemia y los confinamientos? ¡Qué va!