El Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado que sigue luchando por la restitución de Zelaya y por la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, ha decido no reconocer las elecciones del 29 de noviembre, esté o no esté Zelaya restituido en el poder ya que considera que 20 días es muy poco […]
El Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado que sigue luchando por la restitución de Zelaya y por la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, ha decido no reconocer las elecciones del 29 de noviembre, esté o no esté Zelaya restituido en el poder ya que considera que 20 días es muy poco tiempo para desmontar el fraude que están organizando los golpistas para, según la resistencia organizada, «asegurar que uno de los representantes de la oligarquía golpista sea impuesto para darle continuidad a su proyecto antidemocrático y represor».
El Frente se ha referido a las elecciones de esta manera en su último comunicado, «unas elecciones impulsadas por un régimen de facto que reprime y atropella los derechos humanos y políticos de los ciudadanos y ciudadanas, serían sólo una forma de validación de la dictadura de la oligarquía a nivel nacional e internacional, y un método para asegurar la continuación de un sistema que margina y explota a los sectores populares para garantizar los privilegios de unos pocos».
Todas las organizaciones políticas, sindicales y sociales que integran el Frente se han pronunciado en contra de reconocer estas elecciones, excepto el partido de izquierda Unificación Democrática, que se espera que lo haga durante esta semana, siguiendo el ejemplo de la candidatura presidencial independiente del izquierdista Carlos H. Reyes.
Debido a las últimas declaraciones de los EEUU en las que afirman que reconocerán las elecciones con o sin Zelaya, el Frente denuncia «la actitud cómplice del gobierno de los Estados Unidos, que maniobró para dilatar la crisis y ahora muestra su verdadera intención de validar el régimen golpista y asegurar que el siguiente gobierno sea dócil a los intereses de las compañías transnacionales y su proyecto de control regional. Por ello, consideramos correcta la decisión del Presidente Manuel Zelaya de declarar fracasado el Acuerdo de Tegucigalpa que forma parte de la estrategia norteamericana de dilatar su restitución para validar el proceso electoral».
El resultado de estas elecciones fraudulentas no sería reconocido por ninguna de las instituciones democráticas internacionales como la ONU, SICA o el ALBA, aunque algunos países integrantes de estas como EEUU, Israel, Panamá, México, Colombia o Perú si podrían hacerlo.
Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article11066