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Denuncia del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel

«Con sofismas EE.UU. busca apoderarse del acuífero guaraní en la triple frontera de Brasil, Argentina y Paraguay»

Fuentes: Cronicón

Desde hace más de dos años viene alertando sobre las verdaderas intenciones de la militarización de América Latina por parte de Washington. Considera que detrás de esto se esconde el interés de Estados Unidos de controlar las grandes riquezas del continente. ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL, Premio Nobel de la Paz 1980, denunció que ahora el Departamento […]

Desde hace más de dos años viene alertando sobre las verdaderas intenciones de la militarización de América Latina por parte de Washington. Considera que detrás de esto se esconde el interés de Estados Unidos de controlar las grandes riquezas del continente.

ADOLFO PÉREZ ESQUIVEL, Premio Nobel de la Paz 1980, denunció que ahora el Departamento de Estado y el Pentágono quieren militarizar la Triple Frontera de Brasil, Argentina y Paraguay porque tienen interés en desarrollar un proyecto de infraestructura financiado por el Banco Mundial y que será ejecutado por las transnacionales norteamericanas en la zona del acuífero Guaraní, que constituye la reserva de agua dulce más importante del mundo.

Pérez Esquivel es un artista plástico argentino que a partir de la década de los 70 comenzó una lucha sin cuartel para denunciar las atrocidades y la política de represión de la dictaduras militares que no únicamente asolaron a su país sino al resto de naciones del cono sur.

A partir de entonces fundó el Servicio de Paz y Justicia que le permitió poner en evidencia ante la comunidad internacional los desafueros de la bota militar y emprender una ardua lucha en pro de la defensa de los derechos humanos.

Desde que obtuvo el Nobel de Paz ejerce una magistratura moral por todo el mundo y continúa liderando la causa del no pago de la deuda externa por parte de los países del llamado Tercer Mundo.

Considera que la integración regional es la única posibilidad para hacer frente a la deuda, así como a los tratado de libre comercio que se constituyen en la antesala del ALCA que impulsa Estados Unidos, como un intento de recolonización de Latinoamérica, de cuyos recursos Washington intenta adueñarse

No obstante, Pérez Esquivel señaló que debe negociarse con Estados Unidos porque tiene mercados significativos, pero lo importante, agregó, es «hacerlo desde una posición de independencia, sin sometimiento».

CRONICÓN sostuvo el siguiente diálogo con Pérez Esquivel.

Usted hace dos años durante las Jornadas Continentales contra el ALCA realizadas en Quito, alertó sobre los ejercicios militares en el sur de América Latina. Hoy esa amenaza se cierne sobre la Triple Frontera que comparten Brasil, Argentina y Paraguay. ¿Qué tiene que decir al respecto?

Muy recientemente estuve en la Triple Frontera, tuvimos un encuentro internacional para denunciar justamente ese proceso de militarización porque lo que están buscando es adueñarse del acuífero guaraní que es la gran reserva de agua en esta región latinoamericana para poder ejecutar un proyecto del Banco Mundial. Las grandes transnacionales quieren apropiarse de una de las más importantes reservas de agua potable en el mundo. Por eso es que Estados Unidos quiere levantar un sofisma señalando que se han detectado en la Triple Frontera células del terrorismo islámico, incluso le ponen nombre, como si el Islam fuese el terrorista. Esto nos preocupa. Nosotros logramos frenar las maniobras militares en la provincia de Mendoza en Argentina pero las tropas ahora están en Ecuador, haciendo ejercicios hasta el día 29 de julio mientras se desarrollaba el Foro Social de las Américas.

¿Cómo observa el incremento de operaciones militares en Colombia con la nueva fase del Plan Colombia denominado Plan Patriota?

Esto es peligroso para todo el continente, creo que se está errando el camino porque el conflicto armado colombiano no se resuelve con más violencia sino a través del diálogo, la negociación política y el apoyo internacional. Este es el peor camino que ha utilizado Uribe para solucionar un problema que no va a resolverse a través de las armas.

¿Cuál es su percepción sobre las incidencias del Plan Colombia en Ecuador?

Ecuador hace ya varios años está involucrado en el Plan Colombia con la base militar de Manta. Pero, además, Estados Unidos está hundiendo barcos ecuatorianos en su propio mar territorial. Es un avasallamiento permanente a las autonomías y a las soberanías nacionales. ¿Entonces, cuál es la soberanía? ¿Cuál es el derecho del pueblo ecuatoriano? Lo sorprendente es que no hay ningún tipo de reacción de parte del gobierno. ¿Qué está haciendo el presidente Lucio Gutiérrez? ¿Qué está pasando con esto? Van a esperar que los invadan los marines y porqué involucrar a Ecuador en un conflicto regional, con qué derecho, quiénes van a ser las víctimas. Yo creo que es esto lo que hay que cambiar. Si hablamos de soberanía y de democracia tenemos que pensar desde otra perspectiva. Claro que esa violación de soberanía Estados Unidos lo está haciendo con Irak, los está haciendo con Afganistán, lo hizo con Panamá y con Haití, y quiero señalar que yo no hablo como un antinorteamericano. Yo tengo grandes amigos en Estados Unidos, respeto y quiero a muchos sectores de este país. Sin embargo creo que lo aconsejable es negociar con Washington pero desde una posición de independencia, soberanía y dignidad, no de sometimiento porque esto no es digno para los pueblos.

¿Usted es pesimista en cuanto a la intromisión cada vez mayor de Washington en los asuntos de Latinoamérica y en el mundo?

Yo soy optimista por naturaleza, sino no estaría trabajando en todo esto. Lo que sí miro con preocupación es este avance de la militarización continental pero estamos haciendo un esfuerzo en todas partes de América Latina para evitar este incremento de presencia de tropas norteamericanas. En esto hay que reclamarle a los gobiernos un cambio de políticas y de conductas. Lamentablemente estas democracias no sirven porque son formales no reales, no son participativas. Cuando llegan al poder los gobernantes hacen lo que quieren no lo que deben y por eso es que está como está el continente, debemos cambiar este estado de cosas.

Varios sectores liderados por usted vienen abogando por una reestructuración de la ONU…

Así es, porque fíjese lo que está pasando con Naciones Unidas, es un desastre. Naciones Unidas ha estado totalmente marginada del mundo. Hoy el que decide que es lo que debe hacer este organismo es Estados Unidos, entonces dejó de ser Naciones Unidas para convertirse en Naciones Desunidas. Es urgente, por lo tanto, hacer una gran reforma para democratizarla porque hoy es un organismo totalitario, unipolar, sometido por completo a Washington.

¿Si gana Kerry las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos habrá un cambio de estilo respecto de la visión guerrerista del gobierno de Washington?

Una cosa es cambiar el estilo y otra cambiar el fondo. No va a haber cambios en las políticas de Estados Unidos porque son políticas de hegemonía, pero si gana Kerry no habrá tanta brutalidad como con Bush. Hay que recordar que fue Bill Clinton el que dio la orden para invadir muchos lugares y además fue el autor del Plan Colombia. No son mejores unos que otros, a lo mejor si los demócratas regresan a la Casa Blanca van a ser menos brutales en el sentido de que en vez de cortarte la cabeza de un golpe, te cortan primero los dedos y así continuarán con el resto de los otros miembros del cuerpo.

¿Qué lección deja al mundo la invasión por parte de Estados Unidos a Irak?

En primer lugar hay que señalar que Estados Unidos no tenía ningún derecho para invadir Irak. Yo estuve en Irak doce días antes de la guerra y pude ver lo que ya estaba sufriendo ese pueblo. Esa invasión no fue más sino para apropiarse los recursos petroleros de ese país y masacrar a un pueblo, esto es indigno y sin embargo las Naciones Unidas no condena a Estados Unidos, pero lo tenemos que condenar los pueblos.

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