La prensa estadounidense destacó ayer la «inminente» victoria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el regreso de Daniel Ortega, pese a que aún no se conocen los resultados definitivos de los comicios. Sin embargo, la más que probable victoria del sandinismo es interpretada como una derrota para EEUU, así lo asegura Cuba, y […]
La prensa estadounidense destacó ayer la «inminente» victoria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el regreso de Daniel Ortega, pese a que aún no se conocen los resultados definitivos de los comicios. Sin embargo, la más que probable victoria del sandinismo es interpretada como una derrota para EEUU, así lo asegura Cuba, y el surgimiento de un nuevo miembro en el frente bolivariano. Dieciséis años después, el sandinismo está de vuelta.
El regreso al poder del FSLNen Nicaragua supone un verdadero revés para Estados Unidos y, según estiman los analistas, el reforzamiento de la vía bolivariana en el continente. Probablemente George W. Bush apenas habrá podido dedicar unos minutos a Nicaragua estos días, enfrascado como está en los delicados asuntos domésticos, pero seguramente recuerde cómo hace veinte años los republicanos, en tiempo de Ronald Reagan, perdieron el control del Senado en unas elecciones similares a las celebradas ayer en EEUU, y al día siguiente saltaba el escándalo denominado ‘Irangate’, que hizo su siniestra parada en Nicaragua. Veinte años después, Bush es testigo del renacimiento sandinista y, probablemente, del imparable declinar republicano en Estados Unidos. «Los pueblos se levantan de nuevo» en América Latina, dijo ayer el presidente venezolano, Hugo Chávez, refiriéndose al probable triunfo del Frente Sandinista.
En opinión del vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, la virtual victoria de Daniel Ortega es un triunfo para América Latina y una derrota para Estados Unidos «que se empeñó, que se inmiscuyó en los problemas internos de Nicaragua», refiriéndose a la escandola intromisión del embajador de EEUU en Managua, Paul Trivelli, en la campaña electoral
«Esta es una victoria de gran trascendencia para Nicaragua, para América Latina, y constituye una derrota de la política» del Gobierno de Bush en Centroamérica, insistió.
Para Lage, con lo que hasta este momento se ha computado de los datos de la votación, «únicamente un espectacular fraude» explicaría que Ortega perdiera la presidencia.
Lage señaló que la victoria sandinista confirma los cambios que están teniendo lugar en la región «a favor de las fuerzas más progresistas» y de las que rechazan el neoliberalismo, las políticas del FMI y las que «enterraron» el ALCA, que impulsa EEUU.
En opinión de Larry Birns, miembro de un consejo de asuntos del hemisferio, con sede en Washington, dependerá de EEUU, que «deberá hacer prueba de su madurez en nombre de sus propios intereses» el que «Managua entre en la órbita venezolana». En cualquier caso, Birns opina que no es posible volver a un clima de guerra fría como en el pasado, al tiempo que recordaba la dependencia económica de Nicaragua con Estados Unidos.
Entretanto, los principales diarios de EEUU destacaron ayer en primera página el «inminente» triunfo sandinista.
«Izquierdista se encamina hacia la victoria en Nicaragua», decía «The New York Times», que añadía que si «el ex marxista» Ortega «gana en una contienda de cinco candidatos presidenciales, sería una derrota para la administración Bush, que fuertemente se opuso a su elección y trabajó duro para unir a las fracciones contra él con poco éxito».
También en primera, «The Washington Post» señalando que la «némesis» del fallecido Reagan «parece haber regresado» a la primera magistratura nicaragüense.
La UE destaca la «transparencia» de las elecciones nicaragüenses
MANAGUA
La delegación de observadores de la Unión Europea (UE) en Nicaragua valoró ayer de forma positiva la «transparencia» y la «adecuada administración» del proceso electoral vivido en el país, pero recomendó una significativa reforma para mejorar el marco legal y fortalecer la capacidad institucional y la independencia de las instituciones electorales.
En el informe de la delegación europea se expone que los comicios estuvieron caracterizados por el ambiente de calma, destacando especialmente la actitud de los votantes, que «demostraron con su comportamiento el proceso democrático».
Sin embargo, advirtió del sistema bipartidista existente en Nicaragua, lo que, según señaló, no facilita la participación de fuerzas políticas emergentes, y advirtió de que duda de que el Consejo Supremo Electoral (CDE) sea un organismo totalmente independiente debido a su politización por parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Partido Liberal Constitucional (PLC).
Por otro lado, la delegación de la UE hace hincapié en la cadena de insultos que se dedicaron los dos candidatos favoritos, Daniel Ortega (FSLN) y Eduardo Montealegre (Alianza Liberal Nicaragüense), durante la campaña, por lo que agrega que hubo una falta de discusión política antes de la jornada electoral.
No obstante, reconoce el clima de tranquilidad que se vivió en el país centroamericano en la campaña, «en una atmósfera de respeto a las libertades de expresión, asociación y reunión».