A fines de agosto fueron hallados en una quebrada de Salta, provincia del norte argentino situada a mas de mil kilómetros de la Capital Federal, los cadáveres de las estudiantes y científicas sociales francesas Cassandre Bouvier y Hourie Mounmi, ambas vinculadas al Instituto de Estudios sobre América Latina (IHEAL) de la Universidad de la Sorbona, […]
A fines de agosto fueron hallados en una quebrada de Salta, provincia del norte argentino situada a mas de mil kilómetros de la Capital Federal, los cadáveres de las estudiantes y científicas sociales francesas Cassandre Bouvier y Hourie Mounmi, ambas vinculadas al Instituto de Estudios sobre América Latina (IHEAL) de la Universidad de la Sorbona, al Centro de Estudios Avanzados sobre América Latina y al Centro de Investigación y Documentación sobre América Latina. Ambas fueron violadas, robadas y asesinadas a tiros, según se informó, cuando paseaban por una senda serrana.
Cassandre, estudiante avanzada del IHEAL y representante del Centro de estudiantes de esa institución, había presentado hacía poco tiempo un denominado Master 2 sobre La Revolución Española, basado en periódicos de la época y en diciembre del 2009 había producido la ponencia «La Diáspora Dominicana- Una Organización por Hacerse», en la que colaboró el Foro de Organizaciones de Solidaridad Internacional Procedentes de la Migración (FORIM) y fue auspiciada por DIAPODE-ENDA Europa-República Dominicana. En ella se ponía de relieve, entre otras cosas, la migración de mujeres dominicanas, fundamentalmente desde sur de ese país a Barcelona y los Estados Unidos, el tratamiento de prostitutas dado a estas migrantes en España, la trata de ellas y el asesinato xenófobo de la dominicana Lucrecia Pérez Martos llevado a cabo el 13 de noviembre de 1992, que dio origen a la UOMADE, organización que lucha hasta hoy contra las redes clandestinas de trata.
Hourie, por su parte, junto a Teresa Baratta y Natalia Borek había participado este año en un coloquio sobre Sociología Urbana del IHEAL mediante un trabajo vinculado con la distribución de población migrante en un barrio parisino. Ambas investigadoras, junto a Myriam Abouthaer, quien se salvó de ser violada, robada y asesinada en los bellos parajes de la quebrada salteña de San Lorenzo debido a que, según se informó, decidió no acompañar a sus compañeras debido a un compromiso que debía cumplir en Uruguay, habían participado como representantes de Haití, en su carácter de investigadoras y estudiantes del IHEAL, en el XXIX Modelo de la Asamblea General de la OEA (MOEA), que convocó a estudiantes universitarios de varios países y fue llevado a cabo en la Universidad Católica de El Salvador, capital del país del mismo nombre, del 18 al 21 de mayo, días antes de que se realizara allí la reunión de la OEA que trató el tema de «Seguridad Ciudadana», el mismo que fue tratado en la MOEA.
Como representantes de Haití en la MOEA, Bouthaker, Bouvier y Moummi adhirieron a la ponencia MECANISMOS DE COOPERACION E INTERCAMBIO DE INFORMACION ENTRE LOS ESTADOS PARA LA PREVENCION Y EL TRATAMIENTO DE LA VIOLENCIA JUVENIL, cuya propuesta, única del temario, resolvió «recomendar a los Estados miembros» que desarrollaran y fortalecieran «un sistema de educación integral para niñas, niños, adolescentes y padres, con el fin de disminuir y prevenir el índice delictivo juvenil» en el marco del fomento «de la educación gratuita, pública y obligatoria para todos los jóvenes del hemisferio, sin hacer distinción de género o condición social». En cuanto a la «seguridad», la ponencia hizo hincapié en el desarrollo de la cooperación entre los Estados miembros de la OEA «para que tengan conocimiento del fenómeno de las pandillas juveniles y puedan enfrentar este fenómeno a nivel local sin olvidar los problemas que traspasan las fronteras, tal como los tráficos de drogas, de armas o de personas», problemas que, como se sabe, involucran a bandas paramilitares y a los entes de EE.UU., que les venden armas a narcos y delincuentes organizados, tal como sucedió con la operación «rápido y furioso» en México.(ver, del autor, «Movidas de Piso», en Alainet.org).
Asimismo, en esa Ponencia se planteó la implementación del «Programa de Justicia Juvenil Restaurativa, como estrategia de prevención y reparación por los actos delictivos cometidos por niños, niñas y adolescentes», a fin de procurar «su inserción social» mediante su reeducación en un «medio abierto». O sea, todo lo contrario a los sostenedores la mano dura, que esgrimen aquellos que añoran las dictaduras militares que asolaron al subcontinente al servicio de los poderes más concentrados y salvajes y los explotadores locales e internacionales.
Otra ponencia en la que participaron Abouthaer, Bouvier y Mounmi representando a Haití, fue la de PROTECCION DE LOS DERECHOS DE LA NIÑEZ Y JUVENTUD MIGRANTE. En ella se advertía que «teniendo en cuenta que en el contexto de las migraciones hay grupos numerosos de personas expuestas a violaciones de derechos humanos por su condición de especial vulnerabilidad, en especial de los niños y niñas adolescentes», y se proponía «fortalecer los mecanismos de protección a nivel regional de los derechos de los niños, niñas y adolescentes(…) de manera que no exista ningún tipo de diferencia ya sea por raza, género o clase social, entre otros» y otras medidas destinadas a paliar la manipulación, abuso y trata de niños, niñas y adolescentes migrantes.
Horror en «la linda»
Al finalizar la reunión de la MOEA, y a la par que en El Salvador se daban cita los miembros de Fuerzas Especiales de las Fuerzas Armadas de 19 países del continente, coordinados por el Comando Sur de EE.UU. (SOUTHCOM) a fin de entrenarse para combatir la «delincuencia organizada»(ver Movidas de Piso, del autor, en sitio web ya citado mas arriba) las tres muchachas se allegaban a Buenos Aires para presentar y organizar un Coloquio denominado «El Orientalismo en América Latina ¿Una visión y un discurso propios?». En este evento, llevado a cabo en la Fundación Los Cedros, vinculada a El Líbano, organizado por Aboutaher con apoyo de Bouvier como miembros del IHEAL, auspiciado por el Grimaal (Grupo de Investigaciones sobre el Mundo Árabe y América latina), la Secretaría de Cultura de la Nación y la Federación de Entidades Árabes de la Argentina (FEAARAB), se trataron distintos temas vinculados a la temática del orientalismo en Nuestra América.
Durante el segundo día de exposiciones, se desarrolló una mesa coordinada por el conocido periodista argentino Pedro Brieguer, en la que distintos expositores hablaron sobre «Orientalismo invertido y protercermundismo en la cultura argentina y latinoamericana de la primera posguerra», «Orientalismos periféricos oblicuos: posibles diálogos entre la revista Contorno y las teorías poscoloniales contemporáneas» y «La utilización de recursos orientalistas en la proyección colonialista del imperialismo». Cabe destacar que Myriem Aboutaher, doctora en Ciencias Políticas del IHEAL- CREDA, quien realizó estudios postgrado en la UBA, la Universidad de Nueva York, la Universidad Laval de Québec, Canadá, y la Universidad Francesa de Egipto, única sobreviviente de ese terceto de investigadoras asesinadas de forma mafiosa, había presentado en el 2010 una Investigación de Campo sobre Trata de Mujeres, Políticas Públicas, las Américas, el sexo, la seguridad y otros ítems relacionados con el tema, denominada «Las Políticas Internacionales de lucha regional contra la trata de mujeres en las Américas. Para las mujeres hispanas en los EE.UU.».
En marzo del mismo año se publicó la síntesis de su trabajo «La Triple Frontera: La construcción de un espacio transnacional del pensamiento discursivo», realizado en el 2008, donde se cuestiona y se critica la actitud de los medios y organismos de gobierno de los EE.UU. en cuanto a relacionar la Triple Frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) con el terrorismo islámico y otros ítems caros al discurso belicista e intervencionista de EE.UU.
En la síntesis de su investigación, Aboutaher sostiene que «la región es vista (por EE.UU.) como un centro clave de entrenamiento de terroristas, poniéndola en un pie de igualdad con países como Afganistán o Pakistán», y que América del Norte puso gran énfasis en relacionarla con los atentados a las torres gemelas neoyorkinas del 11 de septiembre del 2001. Sin embargo, agrega la investigadora citada, «desde el 2003 el discurso de América del Norte igualando la TF a una central de financiación de grupos terroristas islámicos está siendo socavada. De hecho, este discurso ha generado críticas por parte de los movimientos sociales de la zona, al ver el comienzo de la intervención directa de los Estados Unidos en América del Sur. Otras publicaciones periodísticas a nivel regional, agencias de noticias alternativas, medios de comunicación independientes, organizaciones ambientales y foros sociales comenzaron a presentar argumentos en contra del discurso de EE.UU. Denuncian la demonización de la región por la administración y los medios de comunicación de EE.UU… Según ellos, la construcción de una amenaza terrorista en la región no es real, sino una cobertura para legitimar la presencia de EE.UU. en esta región para tomar el control de los recursos naturales. (…)
«Para ellos (los medios alternativos y organizaciones arriba citados) el discurso de EE.UU. es sólo un pretexto de la administración Bush para aumentar su presencia militar en la región en función de su verdadero objetivo: apoderarse del acuífero Guaraní, la reserva de agua mayor del mundo, compartida por los tres países que conforman la Triple Frontera». Aboutaher agrega en su paper, en una llamada, que los EE.UU. utilizan al Banco Mundial, la OEA, instituciones alemanas y holandesas y elementos académicos de estos países para estudiar las potencialidades del Acuífero Guaraní, habiéndose invertido hasta la fecha de publicación de su trabajo la friolera de 26.700.000 de dólares en estudios.
Como se ve, ni Aboutaher ni las otras investigadoras, a las que invitó a participar en la MOEA de El Salvador y luego en el coloquio de Orientalismo -Moumni, según se informó, se proponía investigar sobre la migración sirio-libanesa en Salta- eran turistas comunes, sino estudiosas y militantes antiimperialistas y de izquierda, que habían consagrado parte de sus estudios a investigar sobre los horrores del capitalismo: el crimen organizado, el narcotráfico, la trata de personas, el tráfico y manipulación de migrantes menores y mayores y la actitud de la derecha y el imperialismo en cuanto a la represión popular, caso Revolución Española, y nacional, caso Triple Frontera y otros.
De guatepeor a Guatemala
Según La Nación del 12 de septiembre, haciendo referencia al crimen de Cassandre y Hourie y citando a vecinos y habitantes del lugar donde fueron asesinadas, los «cholitos», miembros de la oligarquía salteña, fueron los autores intelectuales del asesinato.
«Ellos mismos le aseguraron (a Lasi, principal imputado) su defensa a través de dos costosos abogados, lo mandaron a que enfrentara los cargos, inculpara a dos supuestos enemigos conocidos de su familia, y diluyera así la responsabilidad de los verdaderos culpables» se consigna en el diario de los Mitre, insospechado de antioligárquico o izquierdista.
También se vierten en sus páginas las declaraciones de vecinos incrédulos en cuanto a la saña y perversidad de los participantes del hecho sangriento. Sin embargo, y a pesar de la incredulidad de los vecinos sobre la culpabilidad de todos los imputados, creemos que no son inocentes. Actuaron en banda, cual sicarios, al servicio de ilustres apellidos de la provincia vinculados al fascismo, la trata de personas y el narcotráfico, entre otras ricuritas.
El crimen, por sus características, fue típico de la mafia reaccionaria e impune que azota, como en otras partes, ese lugar del norte argentino. Nadie asesina, viola, y roba a dos chicas y las deja, según se informó, tiradas durante quince días al costado de un sendero que transitan cien personas al día, sabiendo que tarde o temprano serían hallados los cadáveres, si no es adrede.
Si los sicarios hubiesen querido ocultar su inmunda fechoría, hubieran enterrado los cuerpos, se hubiesen desecho de los elementos sustraídos, hubiesen tomado los recaudos que cualquier asesino y violador vulgar toma cuando agrede a una víctima para no ser descubierto.
Las operaciones en banda son típicas del sicariato, que actúa por encargo, con impunidad y deja al descubierto la bestialidad de sus crímenes para advertir a quien sea de cual será su destino si decide enfrentarse con los intereses de sus patrones, vinculados a la reacción local e internacional, y que defienden con g arras y dientes afilados, o meter sus narices donde según ellos no deberían hacerlo.
En todos los sentidos, el crimen de Cassandre y Hourie fue un crimen político, que trasciende la administración actual, aunque en él que se hallen implicados desde sus matadores hasta funcionarios, policías, agentes de inteligencia locales y extranjeros- la DEA actúa en el norte argentino como pancho por su casa-, empresarios de estirpe gauchesca y no tanto, los administradores del Hostel Del Cerro donde pararon las asesinadas en la ciudad de Salta- Rosa María Gómez, española, administradora del lugar, se hizo humo luego de declarar y se perdió en su país natal- la empresa Puma Expeditions, que regenteaba el ingreso a la quebrada de San Lorenzo y que siguió operando pese a las prohibiciones que cayeron sobre ella luego del asesinato de las chicas francesas y hasta seguramente los operadores turísticos que desde Buenos Aires insinuaron a las muchachas dirigirse hacia su último destino.
Aboutaher, quizá la más marcada para la bestialidad en este caso por su trayectoria investigativa y su temática, y que seguramente deba opinar algo con respecto al hecho de sangre que involucró a sus ex compañeras y amigas, pudo salvar su vida, intuyendo quizá lo que le esperaba en ese norte tan pintoresco en el asco y la bestialidad, donde operan bandas de forajidos al servicio del capitalismo más concentrado, salvaje y masacrador. Bandas como las que actúan en Guatemala y México, ex uniformados y en actividad, civiles, lúmpenes de toda laya al servicio del crimen y el delito, uno de cuyos mas conspicuos representantes, el ex general guatemalteco Otto Pérez Molina, ganó la primera vuelta en las elecciones presidenciales celebradas el domingo 11 del corriente. Ex director de Inteligencia militar, ex jefe e instructor de las Fuerzas Especiales (Kaibiles) de destacada actuación genocida (ver Movidas de Piso, del autor, ya citada), alumno destacado de la Escuela de las Américas, el ex «comandante Tito», financiado por la delincuencia organizada y el narcotráfico, hoy aspira desde la primera magistratura del país del quetzal a terminar con los mismos que lo auspician imponiendo la «mano dura» y la «democracia condicionada».
Como dije en un poema, Cassandre y Hourie estarán siempre entre nosotros.
Vale la pena luchar por la verdad de sus vidas y sus muertes.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.