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¿De nuevo la Guerra fría?

Fuentes: Rebelión

La política exterior del imperialismo estadounidense se torna cada vez más agresiva como consecuencia de los grandes reveses económicos, geopolíticos y militares que viene experimentando en los últimos años. El mundo pluripolar es una realidad indetenible. Estados Unidos pierde liderazgo mundial y reacciona con particular agresividad contra quienes considera sus «potenciales competidores» en el nuevo […]

La política exterior del imperialismo estadounidense se torna cada vez más agresiva como consecuencia de los grandes reveses económicos, geopolíticos y militares que viene experimentando en los últimos años. El mundo pluripolar es una realidad indetenible. Estados Unidos pierde liderazgo mundial y reacciona con particular agresividad contra quienes considera sus «potenciales competidores» en el nuevo mundo multipolar. Cada día que transcurre el imperio en decadencia deja al descubierto su realismo político (acumular poder, por encima incluso de sus aliados) que imprime en su política exterior, pero que en el fondo pretende ocultar sus grandes debilidades y para ello se ha planteado la destrucción de la capacidad de resistencia de Rusia, China y cualquier fuerza emergente.

La profunda crisis capitalista, el endeudamiento impagable de EE.UU. (más de 60 billones de dólares entre deuda pública y privada), está provocado la destrucción de su clase media y el empobrecimiento general del pueblo estadounidense.

Por otro lado, las sanciones económicas a Rusia y la agresividad contra China no han traído los resultados esperados por Occidente. Pese a los daños que ha causado a la economía rusa en estos dos años de chantaje occidental, el país eslavo ha logrado mantenerse en pie de lucha. El líder ruso Vladimir Putin utilizó la fuerza del enemigo a su favor para desenmascarar las verdaderas razones que se ocultaban tras la supuesta «indignación» de Estados Unidos y la Unión Europea por la independencia y posterior reincorporación de Crimea al territorio de la Federación Rusa. El Presidente Putin logró unir al pueblo ruso bajo las banderas nacionalismo ruso y la dignidad nacional, rápidamente emprendió una campaña interna e internacional en aras de diversificar la economía rusa, dando impulso a la producción nacional y la sustitución de importaciones, así como al comercio internacional con nuevos actores.

Ante las amenazas expansionistas de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), el Estado ruso movilizó su poderío misilistico hasta las fronteras occidentales, al tiempo que profundizó las relaciones políticas y comerciales con los países Euroasiáticos pertenecientes al antiguo espacio soviético: Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Armenia y Kirguistán, creando la Unión Económica Euroasiática (UEE) entre los años 2014 y 2015 para cerrar la posibilidad de penetración occidental en esa estratégica región. La potencia rusa se atrevió a jugar nuevamente en el tablero internacional trazando las líneas rojas en el Medio Oriente cuando mostró parte de su poderío militar en Siria. Desde el 30 de septiembre de 2015, tras el inicio de los bombardeos rusos contra los grupos terroristas en Siria, a solicitud de su aliado árabe, el Presidente Bashar Al Assad, el mundo dejó de ser el mismo, las tensiones entre Rusia y Estados Unidos se agudizaron.

Por otro lado, la economía China, un poco afectada en los últimos años por el «desaceleramiento económico» a consecuencia de la crisis que afecta al capitalismo mundial, ya en 2014 había desplazado a Estados Unidos como la mayor economía mundial [1] y continúa su marcha conquistando nuevos mercados en todos los continentes.

Desde que el yuan (o renminbi, moneda del pueblo) se convirtiera, el 1 de diciembre de 2015, en miembro de pleno derecho del club de las grandes divisas del mundo [2], una moneda de reserva y transacción mundial, la hegemonía mundial estadounidense se vio seriamente lesionada.

El resurgimiento de Rusia como potencia militar que busca defender el derecho internacional y sus intereses geopolíticos en Eurasia y el Medio Oriente, pero también el reconocimiento internacional de China como primera potencia económica y financiera mundial dieron el empuje definitivo para que Estados Unidos vuelva a plantear lo que nadie duda se trata de una nueva Guerra Fría, puesto que sencillamente se resiste a perder su hegemonía. La ex primera potencia economía sigue siendo hoy la primera potencia militar mundial, cuyo gasto militar duplica al del resto de los países del mundo (41% gasto militar mundial). Estados Unidos solo cuenta con la fuerza militar para imponerse en el mundo. También es harto conocido que el sector militar-industrial estadounidense posee un enorme peso en la economía nacional y, por ende, influencia en el diseño de la política exterior de ese país, por lo tanto, no puede vivir sin inventarse «amenazas».

La guerra fría se creía terminada para siempre tras el colapso de la Unión Soviética en 1991. Muchos pensaron que la paz iba a reinar porque la supuesta «amenaza comunista» se había auto destruido y el capitalismo se convertía en la ideología dominante en Rusia, sin embargo el sueño duró poco. A decir del intelectual marxista Samir Amin, el empeño de Estados Unidos y Europa contra la Unión Soviética era porque esas potencias nunca aceptaron el reto que significaba competir contra un modelo de desarrollo económico y social «que era independiente del capitalismo / imperialismo dominante (…) Ahora que ese reto había desaparecido, el objetivo de Estados Unidos y Europa occidental es lograr el total sometimiento de Rusia, la destrucción de su capacidad de resistencia» [3] puesto que las potencias dominantes nunca aceptarán ningún tipo de un desarrollo independiente (sea socialista u otro) que compita con ellos, sino el sometimiento de todos de los países del mundo.

Rápidamente, Estados Unidos pudo sustituir la «amenaza comunista» por la nueva «amenaza terrorista», un poco menos significativa por cuanto se trataba de «luchar», esta vez, contra los mismos grupos fundamentalistas poco pertrechados (Al-Qaeda y otros) creados por los mismos servicios secretos occidentales para destruir a los aliados de la Unión Soviética en plena guerra fría, y que más adelante fueron convertidos en «enemigos» de Estados Unidos. De esta forma, los estrategas estadounidenses se construyeron una falsa imagen de protectores indispensable del mundo, por breve tiempo. Los cambios que describen la actualidad permiten a los halcones de la guerra justificar regreso a la tan ansiada guerra fría, puesto que nuevamente se trata de enfrentarse a grandes potencias militares y no simples bandidos con fusiles y lanza granadas.

Dos nuevas noticias confirman el retorno a la guerra fría

El medio «The Economist» señala que la administración Obama, que comenzó su gobierno con un premio Nobel de la Paz y con planes de «librarse» de armas nucleares, ahora ha manifestado que gastará un billón de dólares -unos 150% del presupuesto anual de defensa de Estados Unidos- en los próximos 30 años «para modernizar el arsenal de armas nucleares del país ante la amenaza que supone las nuevas capacidades convencionales rusas» [4].

Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter, ha presentado un proyecto de ley para solicitar un presupuesto estimado en unos 528.000 millones de dólares para el Pentágono de cara al año 2017, justificando que Rusia, China, Irán, Corea del Norte y la lucha contra el terrorismo figuran como las principales amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos. «Este presupuesto marca un importante punto de inflexión para el Departamento de Defensa. Con este presupuesto, tenemos una visión a largo plazo. Tenemos que hacerlo, porque así como estamos luchando en la actualidad, también tenemos que estar preparados para las luchas que pueden surgir dentro de 10, 20 o 30 años (…) China y Rusia, son los competidores más importantes en el ámbito militar» manifestó Carter [5].

Otra noticia del portal Breaking Defense, refiere que «Washington seguirá desafiando las reivindicaciones territoriales de Pekín en las aguas en disputa del Mar de la China Meridional, vamos a seguir hasta navegar libremente en el mar de la China Meridional como lo hacemos en todo el mundo» aseveró el jefe del Comando del Pacífico de EE.UU, Almirante Harry Harris.

¿Alguien puede dudar que el mundo experimenta una nueva guerra fría?

Fuentes

[1] FMI admite que China desplazó a Estados Unidos. http://www.elmundo.es/economia/2014/10/08/54354d27268e3ee9448b4581.html

[2] Yuan nueva moneda de reserva internacional.

http://elpais.com/m/economia/2015/11/30/actualidad/1448897386_816387.html

[3] Samir Amin: imperialismo contemporáneo. http://www.elviejotopo.com/articulo/el-imperialismo-contemporaneo/#sthash.c69kVWu7.dpuf

[4] Pánico en el alto mando militar estadounidense. http://actualidad.rt.com/actualidad/198202-eeuu-gastara-billon-dolares-misiles

[5] Declaraciones del Secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter. http://mundo.sputniknews.com/politica/20160202/1056334607/rusia-china-iran-pentagono.html#ixzz3zK4G6biydijo

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de las autoras mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.