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Perú

Defender la «democracia» o construir dignidad popular

Fuentes: Rebelión

¿Se puede ser consecuentemente antineoliberal, sin cuestionar el régimen constitucional y legal que privatiza los recursos naturales entregándola en propiedad a los concesionarios?

La confrontación política se sigue desarrollando bajo la iniciativa y ofensiva de la derecha política, representante y dirigida por el imperialismo, es decir, las transnacionales y sus testaferros concesionarios de los recursos naturales renovables y no renovables, incluidos el espacio aéreo y el campo electromagnético, en el Perú.

Es necesario comprender que el núcleo central del modelo neoliberal es la privatización de los recursos naturales, y el régimen político, caótico e inestable, es su mejor sostén, es el clima ideal para que este modelo se mantenga; y mucho mejor aun si este caos lleva a algunos sectores populares, principalmente los partidarizados, a la defensa de esa democracia funcional al modelo privatizador.

En esta coyuntura, las dirigencias partidarias de izquierda solo atinan a llamar a la defensa de la democracia (algunas incluso a través de las centrales gremiales que controlan) a la convivencia y acatamiento del escenario planteado por la derecha al servicio del imperialismo (es necesario aclarar) todo en su afán de ser responsables y cautos para defender el andamiaje democrático que sostiene la entrega de nuestros recursos naturales a la voracidad de las transnacionales; Se limitan a mantener en sus pronunciamientos consignas que ya resultan vacías, sobre la convocatoria a una asamblea constituyente, a la lucha contra el neoliberalismo y por la soberanía popular, sin llegar a especificar que la nacionalización de los recursos naturales es lo mas objetivo que se puede plantear en este momento, y que junto con la construcción de un nuevo régimen político sostenga esa soberanía popular basada principalmente en la nacionalización de los recursos naturales, de todos: mineros, energéticos, biológicos, el espacio aéreo, el campo electromagnético, el mar, los ríos, los bosques, la tierra, etc.

¿Se puede ser consecuentemente antineoliberal, sin cuestionar el régimen constitucional y legal que privatiza los recursos naturales entregándola en propiedad a los concesionarios?

¿Se puede llamar, honestamente, a luchar por la soberanía popular, sin decir clara y coherentemente, que esta descansa principalmente en la nacionalización de los recursos naturales?

¿Es responsable y consciente, llamar a luchar por la convocatoria a una asamblea constituyente y una nueva constitución, sin dejar en claro ante el pueblo que esto significa un nuevo modelo económico basado en la soberanía popular sobre los recursos naturales, y la construcción de un nuevo estado o régimen político desde las bases del movimiento popular?

Sin embargo, el pueblo sale a las calles, el pueblo sale a luchar, levanta las banderas por: cierre del congreso, nuevas elecciones, referéndum, asamblea constituyente, que cambie todo, no a la derecha, etc. Y obliga a los partidos y gremios a sumarse a la lucha en las calles.

Orientar las luchas populares, dar un objetivo claro que permita no confundirse en coyunturas como esta, que la lucha popular no termine defendiendo la democracia de la cual es víctima, es de crucial importancia.

El objetivo concreto, que se esconde tras las consignas, el que los materializa y hace concreto y palpable, es el de la Nacionalización de los Recursos Naturales, y por un nuevo estado desde el movimiento popular y los pueblos originarios.

Si la gente que sale a las calles y lucha por las consignas del momento, comienza a plantearse este objetivo básico e inmediato, comienza a exigir un nuevo modelo económico basado en la, nacionalización de los recursos naturales como única forma de garantizar los derechos esenciales al trabajo, la salud, la educación, y un estado que garantice esa soberanía y los derechos fundamentales de las personas; pues, se estará dando pasos gigantescos hacia la construcción de la dignidad popular, hacia la auténtica soberanía nacional y popular e iremos al alcance de los pueblos hermanos que ya transitan por ese camino, hacia la liberación del continente y de la humanidad.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.