Como en un deja vu neoliberal,la historia se vuelve a repetir. Ciclos de veinte años que vuelven a suceder en una rueda porfiada de crisis y más crisis. En 1982 fue la crisis de “la tablita”. En 2002 la crisis bancaria. El 2022 asoma en el horizonte potenciado por la irresuelta crisis mundial de 2008 y la pandemia actual.
Mientras, el gobierno de coalición de derechas presidido por Luis Lacalle Pou navega a contracorriente de la realidad, con un presupuesto con más recursos para la seguridad y menos para la salud y la educación.
Brevísimo recorrido de los ciclos:
La crisis de 1982 fue llamada como la de “la tablita”. El instrumento de «la tablita» consistía en un cronograma en el que se establecía la futura cotización del dólar día por día a varios meses de plazo. El mismo se implementaba dentro de una política económica denominada liberalismo estabilizador, basada en el libre movimiento de capitales internacionales y un alto grado de apertura comercial. Básicamente el modelo implantado por la dictadura cívico-militar.
En 2002, con responsables que se repiten de la dictadura y de la década del 90, se vuelve a desatar la crisis bancaria que deviene en la peor crisis económico-social del Uruguay. Han pasado 18 años, sólo faltan dos para que el ciclo se vuelva a repetir como una profecía auto cumplida en la que el mercado genera la crisis para servirse de ella misma y regenerarse.
Los 90, un loop
El mito del derrame de riqueza en el neoliberalismo es más bien la realidad del derrame de ajuste y desigualdad. Uno de los reductos predilectos para mercantilizar es la educación. Este 18 de noviembre se cumplieron 30 años de la heroica huelga universitaria que tuvo a los estudiantes como protagonistas.
El año 1990 se inauguró con 129% de inflación, apenas un 0.3% de crecimiento y colas interminables, en su mayoría jóvenes, en los consulados de países europeos para conseguir su pasaporte y poder emigrar. La lucha de los estudiantes de esa época hizo retroceder al gobierno en sus pretensiones de cobrar matrícula a los estudiantes de la estatal Universidad de la República (UdelaR).
En estas semanas este tema volvió a estar sobre la mesa. ¿El movimiento estudiantil estará a la altura de las circunstancias como en los 90, a pesar de la flaqueza con la que contaba en ese momento?
Los pre-supuestos del presupuesto
El presupuesto quinquenal sigue en discusión. Uruguay se suma a la triste lista de países que recortan en el rubro de la salud en medio de una pandemia. Todo lo prometido en campaña electoral se desvaneció en el aire. La pesada herencia fue el leit motiv de la derecha en campaña mientras era oposición, pero ese gran paraguas que daba cobijo a cualquier tipo de críticas, hoy ha dado un giro de 180 grados.
La educación pública, esa educación vareliana que igualaba tanto a pobres y a ricos, fue uno de los estandartes de la oposición. Se esgrimía que la educación en los gobiernos frenteamplistas había dejado generaciones enteras por el camino. El presupuesto de los hoy gobernantes prevé recortes para el 2021: reducción de grupos, de vacantes para docentes y un proceso de mercantilización donde se cuela por la ventana a universidades privadas en la discusión educativa.
Se aumentará la cantidad de estudiantes por grupos y se reducirá la cantidad de horas de coordinación pedagógicas. Se estima que la reducción de grupos en secundaria será de 211.
La salud era otra abonada de las críticas. Hoy ha sido la que amortiguó la pandemia de covid-19 para que no se tuviera que lamentar, hasta el momento, miles de muertes. De igual manera el presupuesto en salud también apunta a la baja.
El Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) fue blanco de duras críticas por parte de las derechas cuando eran oposición. Apenas asumiero,n detrás de eufemismos como “reestructuración” y “redistribución del presupuesto”, están llevando adelante grandes recortes en programas de cercanía que son fundamentales. La secretaria general del sindicato de trabajadores del MIDES indicó que se está desmantelando el Sistema Nacional de Cuidados.
Según la Ministra de Economía, Azucena Arbeleche, el cálculo de la caída del producto interno bruto (PIB) para fines de 2020 se mantiene en 3,5%, pese a que el último dato del Informe de Cuentas Nacionales, que corresponde al segundo trimestre de 2020, marca una caída de 11%.
“Los costos humanos de la pandemia del coronavirus ya son inmensurables y es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico. Este es el momento de actuar con solidaridad” expresó la Directora Gerente del FMI Kristalina Georgieva tras una conversación ministerial del G-20 sobre la emergencia del coronavirus.
El gobierno uruguayo de coalición de derechas, teniendo a la derecha militar en su seno, sigue dejando a la deriva a los trabajadores, subiendo las tarifas de los servicios públicos mes a mes. El gobierno uruguayo está a la derecha del FMI.
Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)