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Según The New York Times

El Gobierno de facto de Honduras ha gastado 400 mil dólares en «lobby» en EEUU

Fuentes: Agencias

El gobierno de facto de Honduras ha gastado al menos 400.000 dólares en una campaña de «lobby» de «alto perfil» en Estados Unidos para lograr apoyos en el Congreso, en vista de la postura condenatoria que asumió el gobierno de Barack Obama, afirma hoy el diario «The New York Times». La campaña, sostiene el rotativo, […]

El gobierno de facto de Honduras ha gastado al menos 400.000 dólares en una campaña de «lobby» de «alto perfil» en Estados Unidos para lograr apoyos en el Congreso, en vista de la postura condenatoria que asumió el gobierno de Barack Obama, afirma hoy el diario «The New York Times».

La campaña, sostiene el rotativo, ha tenido el efecto de «forzar a la administración a enviar señales mezcladas» sobre su posición ante el gobierno de facto que, agrega, «las interpreta como signos alentadores».

En este sentido, el «Times» cita al editor de la publicación especializada en América Latina «Americas Quarterly», Chris Sabatini, según el cual si bien el gobierno estadounidense ha calificado de peligroso antecedente el golpe de Estado del 28 de junio en Honduras, a la vez, «para aplacar a sus oponentes en el Congreso, el Departamento de Estado ha enviado en ocasiones mensajes a legisladores expresando su apoyo a Zelaya en términos más equívocos», reseñó DPA.

La afirmación está en sintonía con el llamado que hizo el presidente constitucional hondureño, Manuel Zelaya, la víspera, al comienzo de la Mesa de Diálogo en Tegucigalpa auspiciada por la Organización de Estados Americanos (OEA).

En un comunicado enviado a varias capitales hemisféricas, Zelaya reclamó a los «funcionarios del Departamento de Estado» que hagan valer «en su actuación y en sus declaraciones públicas», la «posición política» de Obama y de la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

«The New York Times» recuerda hoy que el fuerte lobby realizado sobre todo en Washington, y para el que han sido contratados bufetes de abogados y agencias de relaciones públicas con estrechos lazos con Clinton y el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain, como el influyente lobbysta Lanny Davis, ha «retrasado dos nominaciones clave» del Departamento de Estado.

El diario se refiere al nombramiento del actual secretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon, como nuevo embajador de Brasil, y del chileno Arturo Valenzuela para sucederle en el puesto clave en las relaciones del gobierno de Obama con América Latina.

Shannon forma parte de la misión de cancilleres y altos funcionarios de la OEA que la víspera participó en la instalación de la Mesa de Diálogo en Tegucigalpa.

En una audiencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que analizaba su candidatura, a comienzos de julio, Valenzuela, hasta ahora director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, había definido los sucesos del 28 de junio en Honduras como un golpe de Estado «clásico» y apoyó decididamente la condena que emitió la Casa Blanca.

El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley, confirmó la víspera en un encuentro con periodistas la congelación de las candidaturas de las dos «posiciones vitalmente importantes» para la política de Washington hacia el continente suramericano, si bien se mostró confiado en que ambas serán aprobadas «muy rápido», aunque no indicó fecha.

Además de «lobbystas» profesionales, el «New York Times» indica que el gobierno de facto hondureño también ha logrado el apoyo en Washington de «altos ex funcionarios responsables de la política estadounidense en Centroamérica» en los años 80 y 90, «cuando la región luchaba con romper con las dictaduras militares y las insurgencias guerrilleras que definieron la Guerra Fría» en la región.

Entre ellos cita a Otto Reich, Roger Noriega y Daniel W. Fisk quienes, afirma el rotativo, «ven a Honduras como el principal campo de batalla en una lucha de poderes con Cuba y Venezuela».

Asimismo, agrega, cuenta con el apoyo decidido de senadores y congresistas conservadores, como el senador republicano de Carolina del Sur, Jim DeMint, quien la semana pasada viajó a Tegucigalpa, al igual que este lunes lo hizo la congresista IIleana Ros-Lehtinen, también repubicana.

En entrevista con la cadena Fox a comienzos de semana, DeMint criticó una vez más la condena oficial estadounidense al gobierno de facto, que afirmó está en el poder de forma «constitucional».

Honduras es «probablemente nuestro mejor amigo en el hemisferio, el país más proestadounidense, pero estamos tratando de sofocarles para poner de nuevo en el poder a ese tirano que trató de extender su mandato y convertirse en otro (Hugo) Chávez», dijo DeMint sobre Zelaya.

También Ros-Lehtinen criticó de nuevo la postura de Washington al regresar de Tegucigalpa este martes.

«Estados Unidos ha centralizado su enfoque en Zelaya, y esto socava los críticos intereses de seguridad de los Estados Unidos y amenaza con arruinar los estrechos lazos que desde hace muchos años compartimos con el pueblo hondureño», sostuvo en una declaración.

El gobierno estadounidense ha apoyado hasta la fecha las gestiones de la OEA en la crisis hondureña y apoya el Acuerdo de San José como «mejor» solución al conflicto, a la par que ha indicado que «en las actuales circunstancias» no está dispuesto a reconocer las elecciones de finales de noviembre.