M.H.: Por mayoría se rechazó la última propuesta de restructuración presentada por el Directorio del Banco República de tu país. Me gustaría que compartieras en qué consiste esta medida que se piensa tomar con lo que sería el equivalente al Banco Nación de nuestro país y que también hay denuncias por parte de la Asociación […]
M.H.: Por mayoría se rechazó la última propuesta de restructuración presentada por el Directorio del Banco República de tu país. Me gustaría que compartieras en qué consiste esta medida que se piensa tomar con lo que sería el equivalente al Banco Nación de nuestro país y que también hay denuncias por parte de la Asociación Bancaria que habría una política tendiente a su privatización.
Además, preguntarte por la renuncia del Vicepresidente, Raúl Sendic.
M.R.: Justamente el tema está en los titulares del día de hoy porque el sábado hubo una asamblea de todos los trabajadores del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) que para nosotros es el «Banco País», al que todos los uruguayos vamos con toda la confianza del mundo. A un trabajador no se le ocurriría abrir una cuenta en un banco privado, tienen otro tipo de perfil y otro tipo de historia. Pero para nosotros en nuestra historia de tener empresas del Estado solventes, sólidas, que el pueblo las ha defendido, que los trabajadores las hemos defendido, el Banco República ha estado hasta ahora en un nivel de confianza absoluta de toda la población.
La renuncia del vicepresidente Raúl Sendic es como una especie de telenovela que tenemos instalada en forma permanente en todos los medios. En Uruguay no ha habido una oposición de los medios al gobierno del Frente Amplio, no ha habido ninguna campaña como la ha habido en Venezuela, Argentina, Bolivia, en Ecuador. Para nada. Aquí el Frente Amplio ha tenido una confluencia en el modelo económico con los sectores de la oposición, los sectores oligárquicos de la oposición y, por lo tanto, también con los medios de prensa. Si se quiere, el primer caso de campaña mediática pesada constante a lo largo de varios años es la que se ha desarrollado justamente sobre la persona de Sendic.
Vale la pena analizar esto, pero lo que sucede es que es un caso atípico porque el renunciante no es el prototipo de los políticos corruptos que más o menos se conocen o se huelen o se hayan involucrados en historias que no se han terminado de aclarar, sino que ha sido una presa fácil para toda esta campaña mediática muy pesada y donde él actuó muy ingenuamente, sin una estrategia de defensa. Él mismo se presentó ante el Tribunal de conducta del Frente Amplio y ante la justicia para dar cuenta de distintas cuestiones de las que se le acusaba.
Raúl Sendic fue nombrado en el primer gobierno del Frente primero como vicepresidente y luego como presidente del ente público más importante del Uruguay que es ANCAP la empresa que se encarga de la refinación del petróleo y de la producción de alcoholes y una serie de productos importantes.
Estuvo en ese puesto durante la primera presidencia y durante la presidencia de Mujica. Fue una persona que en una primera instancia parecía un gran gestor que apareció con grandes proyectos redimensionando lo que era la ANCAP, multiplicando las producciones, abriendo nuevas cementeras, redimensionando Alur que es una empresa público privada pero que depende de ANCAP en el norte del país, que tiene un ingenio azucarero que el Frente Amplio tuvo como promesa política para todo el sector de los cañeros históricos de la región, reavivar toda aquella parte del norte del país redimensionando la plantación de caña de azúcar y el ingenio azucarero.
En un primer momento eso aparece como una gestión muy modernizante, emprendedora y audaz, apostando realmente al país, invirtiendo mucho dinero y la figura de Sendic, que en realidad utiliza el nombre de su padre, pero que realmente nunca tuvo que ver porque cuando tuvo un reencuentro en su edad adulta al regreso del exilio y a la salida de la cárcel de Raúl Sendic Antonaccio, no hubo puntos de encuentro a nivel político. O sea, que en realidad, como tantos otros hijos de líderes de la izquierda uruguaya que fueron realmente referentes históricos de alguna manera han utilizado eso y han hecho una carrera política sin mayor brillo, pero con eso como sustento.
Yo creo que Raúl Sendic empieza siendo utilizado por otros también y hace una carrera política que luego va a hacer agua porque la gestión de ANCAP empieza a hacer agua por todos lados, ahora empezó una investigación parlamentaria y a nivel de la justicia penal porque hay asuntos que pueden llegar a ser no solo irregularidades sino caer en figuras delictivas.
En realidad, como caso atípico Sendic empieza a ser muy tempranamente objeto de crítica por una cosa muy tonta, por hacerse adjudicatario de un titulo universitario que en realidad no tiene, de tener una Licenciatura en genética. Él estudio en Cuba porque su padre estuvo perseguido en la clandestinidad primero y luego en la cárcel, su madre con sus hermanos se fueron del país. Cuando él se presenta para ser candidato para la presidencia de ANCAP en el primer gobierno de Tabaré Vázquez declara esa licenciatura que luego en el tiempo, él mismo dice que no tiene ese título. Desde entonces empiezan a atacarlo, deben hacer al menos 4 años que se dice y se desdice públicamente, luego dice que va a pedir los títulos en Cuba. Él mismo se fue enredando.
M.H.: Afirma haber sido víctima de «bulling político» y hay toda una discusión que se plantea en algunos medios en torno a que Sendic hijo representaría una especie de renovación dentro de la dirigencia del Frente Amplio, respecto a dirigentes que tienen más de 70 años y que habría habido una reacción de estos viejos dirigentes para evitar que él se ubicara como una figura de reemplazo.
M.R.: Yo quería ubicar esto en su contexto, porque cuando tenemos que hablar con pueblos hermanos que no viven en Uruguay y que conocen las cosas a través de la prensa se percibe diferente a lo que sentimos los uruguayos. El contexto en el que se desarrolla esto es un contexto de un gobierno del Frente Amplio que no ha sido ni de izquierda y que habría que ver si fue progresista y si así lo fue, hasta dónde; porque en realidad el Frente Amplio desde su comienzo en 2005 hasta ahora ha abrazado el proyecto neoliberal, extractivista, la apertura de la economía, la recepción desesperada de inversiones que vienen amparadas en los tratados de protección de inversiones con lo que eso significa en cuanto a privilegios y que son una especie del saqueo legitimado de los pueblos.
Esa es la política que el Frente Amplio ha desarrollado, en los dos gobiernos de Tabaré Vázquez y en el de Mujica, que es vendido a nivel internacional como referente de izquierda realmente alternativa, socialista, porque tiene un discurso contracultural muy válido, pero no es lo que ha practicado ni lo que ha desarrollado en su gobierno acá. Antes de ser Presidente fue Ministro de Ganadería en el período en el que más tierras se le entregaron a las multinacionales y en todo momento tuvo una incidencia muy fuerte porque siempre fue el sector más votado del Frente Amplio.
Entonces, esto es para advertir a quienes nos escuchan, que ese «bulling» al que se refiere, término que puso el propio Tabaré Vázquez después de la renuncia de Raúl Sendic para protegerlo o defenderlo de alguna manera. Es un personaje que de verdad no es de lo peor que hay dentro del gobierno, en complicidad con el desembarco de empresas trasnacionales que están barriendo con la tierra, los monocultivos de pino, eucalipto, soja, la minería que quiso traer Mujica que el propio Sandic se ve involucrado porque la ANCAP tiene que ver con una cantidad de actividades del país. Y la empresa minera Aratirí que Mujica impulsó durante su presidencia, que iba a hacer minería de hierro en un país que es una llanura, que tiene fertilidad a lo largo y a lo ancho de su territorio y que es productor de alimentos, de agricultura y ganadería.
A la población eso le cayó muy mal, hubo una reacción masiva, se formó un movimiento ambientalista muy fuerte contra Aratirí y terminó levantándose cuando los precios internacionales del hierro caen. Porque en realidad acá no hay una cantidad importante de hierro en la roca uruguaya, por lo tanto, nunca fue rentable.
M.H.: Sendic es reemplazado por la esposa de Mujica, Lucía Topolanski. Se ha creado toda una expectativa en torno a esta figura, la posibilidad de retomar un curso «progresista». ¿Qué opinión te merece?
M.R.: Dentro del Frente Amplio hay matices, hay límites para algunos que para los otros no hay en cuanto a que hay sectores directamente pro imperialistas. Por ejemplo, el canciller actual de Tabaré Vazquez cuando lo fueron a entrevistar por primera vez dijo que se acababa de enterar por la prensa que había sido nombrado canciller y que iba a firmar un TLC con EE UU. Es un firmador de TLCs compulsivo. Entonces dentro del gobierno del Frente Amplio, la izquierda ya es absolutamente minoritaria, hay sectores militantes o que han quedado con la idea de pelearla desde adentro, pero no tienen capacidad por su representatividad de cambiar de manera importante el curso de estas políticas macro económicas que son las propulsadas por el FMI y el Banco Mundial. Y por una auditoría del propio Banco Mundial que está dentro del Banco República del que hablábamos al principio. Hay un discurso que afirma que nos hemos independizado pero no es así.
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