El Gobierno indio prevé deportar a Birmania a los miembros de la minoría musulmana rohinyá que se encuentran en el país, según advirtió este sábado, en virtud de la polémica Ley de Ciudadanía, considerada antimusulmana y que desató en el último mes una intensa oleada de protestas que dejaron al menos 25 fallecidos. «El próximo […]
El Gobierno indio prevé deportar a Birmania a los miembros de la minoría musulmana rohinyá que se encuentran en el país, según advirtió este sábado, en virtud de la polémica Ley de Ciudadanía, considerada antimusulmana y que desató en el último mes una intensa oleada de protestas que dejaron al menos 25 fallecidos.
«El próximo movimiento será en relación con los rohinyás (…) Tienen que dejar India, la Ley de Ciudadanía no les ampara. El Gobierno está considerando las vías para deportarlos», aseguró el ministro de Estado, Jitendra Singh, en una conferencia de prensa televisada durante una visita a la disputada región de Jammu y Cachemira.
El ministro, que advirtió de que la polémica norma se aplicará en todo el país, agregó que «Jammu tenía una población considerable de rohinyás y se está preparando una lista y se están recopilando sus datos biométricos. Tendrán que irse de la India y se están preparando los detalles».
Singh explicó que la minoría birmana «no es parte de las seis minorías religiosas (hindú, cristiana, sij, jain, budista y parsi) de los tres Estados vecinos (Afganistán, Pakistán y Bangladesh). Ellos son de Birmania, así que tienen que regresar, ya que no son elegibles la ciudadanía india en virtud de esta ley».
Según estimó a comienzos de año la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), unos 17.000 rohinyás permanecen en diferentes lugares de la India.
Más de 700.000 rohinyás huyeron de Birmania a Bangladesh desde el 25 de agosto de 2017, a raíz de una campaña militar en respuesta a un supuesto ataque de un grupo insurgente contra puestos policiales y fronterizos.
SIGUEN LAS PROTESTAS
Las declaraciones del ministro se producen en plena campaña gubernamental a favor de su enmienda a la Ley de Ciudadanía, que pretende responder con manifestaciones oficialistas a la intensa oleada de protestas que desde hace un mes muestran su repulsa contra una norma que consideran discriminatoria contra los musulmanes.
Aunque de menor intensidad, las protestas contra la polémica enmienda legal continuaron este sábado en varias ciudades de la India, como Bangalore o Calcuta, mientras que el Ejecutivo organizó un acto multitudinario a favor de la norma en el norteño estado de Assam, uno de los primeros en los que prendió la mecha de las protestas.
Además, el Gobierno añadió este sábado a su discurso para justificar la necesidad de la ley un incidente vandálico ocurrido el viernes contra el santuario sij de Nankana Sahib Gurdwara, en Pakistán.
El propio ministro de Estado afirmó a ese respecto en Twitter que el ataque con piedras contra el lugar sagrado «es una prueba de que las minorías son maltratadas allí. Por lo tanto, #IndiaApoyaCAA (siglas en inglés de la enmienda legal)».
Por su parte, el ministro de Vivienda y Asuntos Urbanos, Hardeep Singh, criticó que «los laicos marginales que se oponen a la enmienda legal en India deberían dejar de vivir en la negación y escuchar eslóganes como ‘Nos vengaremos de los sijs'», que según él «se gritaron» en el ataque.
La norma, que fue aprobada por ambas cámaras del Parlamento indio a principios de diciembre, desató una oleada de protestas sin precedentes en los 5 años de Gobierno del nacionalista hindú Narendra Modi, que causaron al menos 25 fallecidos, numerosos destrozos y heridos y miles de detenidos.