En entrevista con defensoresenlinea.com Sandra Verónica Cerón y María Leticia Matute, pobladoras de Santa Anna, denuncian al alcalde Jorge Alberto Sándres y al sacerdote Francis Schiffer, por la discriminación y maltratos de ambos poderes fácticos de la región; en el primer caso, el edil no reconoce a la Red de Mujeres de Santa Anna y […]
En entrevista con defensoresenlinea.com Sandra Verónica Cerón y María Leticia Matute, pobladoras de Santa Anna, denuncian al alcalde Jorge Alberto Sándres y al sacerdote Francis Schiffer, por la discriminación y maltratos de ambos poderes fácticos de la región; en el primer caso, el edil no reconoce a la Red de Mujeres de Santa Anna y pretende -mediante difamaciones- imponer a una funcionaria afín al Partido Liberal. El sacerdote francés ha sido igualmente drástico, en represalia de que las 2 feministas dirigen y acompañan a la Resistencia en Santa Anna, decidió «despedirlas de las labores pastorales y del catecismo», el mercader del templo -Francis Schiffer- privatizó el hospital construido por la comunidad y ahora cobra -por lo menos- 650 lempiras en cada consulta. De estos temas conversaron, Sandra Verónica y María Leticia, durante los talleres de E-defenderh y defensoresenlinea.com
MC.- ¿Qué experiencias les ha dejado el taller de derechos humanos y comunicación impartido por COFADEH?
VC.- Para nosotras es muy importante participar en COFADEH, porque aprendemos a conocer nuestros derechos y cómo defenderlos para ayudar a nuestra gente, principalmente a las mujeres que sufrimos la violencia.
LM.- En los talleres me doy cuenta que uno sólo mira los atropellos, pero podemos hacer más, denunciarlos mediante el periodismo ciudadano.
MC.- La Red de Mujeres de Santa Anna envió una denuncia por escrito, ¿podrían explicarnos el contenido?
VC.- Hace dos años abrimos la oficina de nuestra organización: la Red de Mujeres de Santa Anna, con la cooperación municipal, porque aquí se sufre de violencia doméstica; lamentablemente este año hubo cambio de gobierno y el nuevo alcalde -Jorge Alberto Sándres García- no ha querido acompañarnos, nombró a una mujer por compromisos políticos, nosotras no tenemos nada en contra de ella, pero no está haciendo el trabajo que corresponde en la defensa de los derechos humanos de las mujeres de Santa Anna.
MC.- ¿Solicitarán un Cabildo Abierto?
LM.- Sí, para el mes de enero, esperamos que el alcalde comience a entender que nosotras -como organización de mujeres- tenemos derecho a decidir quién dirige la Red, no queremos imposiciones, el alcalde no nos toma en cuenta, nos desprecia porque no votamos por él.
MC.- En la denuncia de la Red de Mujeres de Santa Anna se mencionan hostigamientos y difamaciones por parte de la municipalidad, ¿en qué consiste el accionar del alcalde Sándres?
LM.- La mayoría de las integrantes de la Red de Mujeres vivimos en la aldea del Limón y Los Encinos, el alcalde no nos quiere porque nosotras somos de la Resistencia; el 29 de agosto del 2010 hubo un Cabildo Abierto -en Las Mesitas-, yo fui y le pregunté al alcalde por el destino de 250,000 lempiras que le otorgó el Congreso para las personas damnificadas por la tormenta Agatha (2010), insistí en saber si ya le había entregado la ayuda económica a las personas afectadas, porque es justo que nos entregue un informe, le pregunté de cuánto es el sueldo de los funcionarios de la alcaldía. No terminé de hacer mis preguntas cuando llegó un asesor del alcalde y me dijo que mi familia era de ladrones, le pedí que presentara sus pruebas porque lo dijo a toda la Asamblea, desde entonces surgió la enemistad con el alcalde, por ejemplo, les solicité una ayuda para la Escuela Lempira y no obtuve respuesta.
MC.- ¿A dónde pueden acudir las aldeas ante la cerrazón del alcalde Sándres?
VC.- Las Comisiones Ciudadanas de Transparencia nos han apoyado en muchas reuniones para lograr la convocatoria de un Cabildo Abierto, el alcalde es «amable», nunca dice no, pero después no hace las cosas. También nos apoya el Centro de Estudios de la Mujer, nos dan capacitaciones, al CDM el alcalde les dice que sí, pero no concreta nada, el alcalde no propicia reuniones.
MC.- ¿Cada cuándo hay elecciones para los Patronatos en las aldeas?
LM.- Cada dos años son las elecciones en las aldeas, el problema es que este año murió el presidente del Patronato y yo soy la vicepresidenta, pero el alcalde no deja que yo asuma, así que propondré el punto a la directiva, la junta del Patronato de la aldea decidirá si me quedo como presidenta o vamos a elecciones; el alcalde no debe entrometerse ni imponerse en «El Limón», la comunidad es nuestra.
MC.- La comunidad de Santa Anna impidió el aumento del pasaje en el transporte público, tomándose las calles, a pesar de la represión lograron su objetivo, ¿cómo entender la Resistencia en Santa Anna?
VC.- Nos unimos las organizaciones de las comunidades, el transporte público siempre quiere aumentar el pasaje, así que decidimos tomarnos las calles, la policía nos quiso desalojar, nos quitaron un rato, pero dos horas después cuando pasó el efecto de las bombas lacrimógenas volvimos a las calles, hasta que logramos negociar un aumento de 50 centavos, no la cantidad que los transportistas pedían, antes eran renuentes, ahora entendieron que deben dialogar con la comunidad.
MC.- Finalmente, ¿han sufrido otro tipo de represalias por andar en la Resistencia?
LM.- Sí, el sacerdote Francis Schiffer nos despidió de las labores pastorales y del catecismo porque somos de la Resistencia, dijo que no podíamos seguir en la Iglesia, porque mi hermano es coordinador de organizaciones populares. Nadie se había atrevido a responderle al sacerdote, le reproché que la Iglesia recibiera dinero de Micheletti, el padrecito creía que con nosotros -al ser pobres- podía hacer su voluntad; nosotras estamos en nuestro país, el sacerdote Schiffer es francés no puede sentir lo que defendemos, el hospital de la localidad lo construimos los vecinos, con la ayuda del Presidente Zelaya para el beneficio del pueblo de Santa Anna y ahora que lo administra el sacerdote Schiffer cobra -por lo menos- a 650 lempiras cada consulta médica, es inhumano.
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